Adriel Bosch Cascaret

Cubadebate

Al llegar, sabiendo que el municipio de Imías ha estado aislado por vías terrestres desde el paso del huracán Oscar, me espero mayor quietud y por eso casi me sorprende el movimiento de personas sin parar, ocupados en recuperarse y hacer, sin importar que casi sean una isla dentro de otra.

En las calles, la capa de fango medio seca anuncia lo que fueran los predios de las inundaciones, en muchas aceras se ven equipos, objetos y muebles que los vecinos sacan al sol para intentar salvarlos de la humedad y también me topo muestras de más de un deslizamiento de piedras y tierra que en su curso “devoraron” edificaciones y carreteras.

El mal estado en que quedaron muchos de los puentes que conducen a la cabecera municipal es señal de la magnitud de la fuerza que tomaron los ríos, crecidos hasta lugares sin precedentes, atrapando en su curso a barrios completos.

En el camino, noto a muchos obreros, equipos y carros que tratan de recuperar la vitalidad del municipio: rellenando los cabezales del puente sobre el río en Yacabo Abajo, la limpieza de las áreas de carreteras sepultadas por los deslizamientos desde las montañas y la recuperación de postes y tendidos eléctricos.

Ya en el pueblo, diviso dos bodegas concurridas de lugareños que buscan algunos recursos alimenticios que allí se ofertan, parte llegados por vía área y otros producidos en el propio territorio; un camión cargado de carbón en la calle principal expide una alternativa para la cocción de alimentos ante la falta de fluido eléctrico y en las instalaciones con grupo electrógeno varias personas esperando afuera mientras sus celulares toman algo de carga para poder aprovechar el restablecimiento de la señal.

El hogar materno, devenido policlínico alternativo, tiene un ir y venir de personas, mientras que en el propio policlínico un grupo de obreros trabajan para sacar todo el lodo, primer paso en su recuperación.

En el río, muchas familias a casi todo su largo se encuentran lavando ropas y sacando fango a sus cosas, en tanto a pie otros cruzan el puente que une Imías con Jesús Lores, tan golpeado que pasarlo recuerda a una montaña rusa.

En ese andar, en el campo del estadio de pelota, me encuentro a Lázaro Castellanos Matos, presidente del Consejo de Defensa Municipal, acompañado del vicegobernador Carlos Martínez Turro, guiando la carga de alimentos y pomos de agua en un camión, tras ser bajado primeramente de un helicóptero de las FAR que lo mismo ha servido para tal labor que para trasladar pacientes.

Interpelo a Castellanos Matos para poder obtener sus declaraciones y pese a la agitación que lleva estar todo el tiempo tomando decisiones y haciendo, acepta el intercambio un poco más allá, bajo la sombra de un árbol”.

El paso de Oscar

“Este ha sido un fenómeno para el cual existió un corto tiempo para prepararnos, por la evolución muy rápida que tuvo el huracán Oscar, pero tomamos medidas en el orden de la evacuación, el despliegue del equipo de trabajo por zonas de defensa y la activación del Consejo de Defensa Municipal y sus subgrupos.

“Fue inesperado los niveles de precipitaciones que cayeron, lo que provocó que, unido a los escurrimientos de las montañas, se salieran de sus cauces todos los ríos y afluentes. Las inundaciones causaron las mayores afectaciones, pero existieron muchos deslizamientos de tierra. Fue un momento de mucha tensión, pero de mucha solidaridad.

“Este pueblo se ha crecido de una manera gigantesca y muchos se sumaron a sacar personas que estaban atrapadas en sus hogares y otros albergaron a sus vecinos en sus casas. Aquí tenemos jóvenes que perdieron todo y sin embargo se incorporaron con nosotros esa noche y toda la madrugada en el rescate y salvamento de ciudadanos. Tristemente, lamentamos el fallecimiento de un imiense”.

Vitalidad en aislamiento

“Ante la incomunicación terrestre del municipio, lo primero que buscamos fueron los recursos endógenos que tenemos, la vianda que pudiera existir, el carbón, algún nivel de alimento que estaba aún en inventario de organismos y la reserva. Se ubicó también una libra de arroz por persona en las bodegas y desde que se reanudó la entrada de productos alimenticios, fundamentalmente por vía aérea, se está logrando ahora un mayor abastecimiento a nuestra población.

“Ha sido todo utilizando lo que internamente tenemos, a la agricultura, a la empresa Agroforestal, que también tenía un nivelito de leña, que hemos estado vendiendo aunque es insuficiente. Lo otro es la solidaridad entre los vecinos. La gente se ha ayudado mucho entre ellos, al que le quedó un poquito de esto, le da al otro y así.

“Pusimos a producir comida alternativa a los organismos que tenemos acá, al Comercio y la Gastronomía, Alojamiento…, para poder tener algo de caldo, caldosa y arroz precocido, por ejemplo, para que la población tuviera, por lo menos, acceso a alimentos.

“También reubicamos los grupos electrógenos. Una muestra es que a partir del colapso de nuestro policlínico, tuvimos que reubicarlo en el hogar materno y ahí le tuvimos que poner un grupo para darle vitalidad. Así logramos enfrentar el aislamiento terrestre, tomando medidas alternativas”.

Momento de recuperar

“Ahora llega el momento de la recuperación, que será larga. La población tiene deseos de levantarse, lo ya recorrido lo ha dicho, tiene ganas de apoyar y trabajar. Lo que queda es hacer.

“Preliminarmente, en materia de la vivienda, tenemos las mayores afectaciones en las zonas de Cajobajo, Imías, Jesús Lores y Yacaba Abajo. El resto de las comunidades también han tenido ciertas afectaciones, sobre todo las que se encuentran aguas arriba de los ríos y las que tuvieron deslizamientos de tierra y rocas.

“Realmente en eso no tenemos tan grandes pérdidas, pero sí, en todo lo que lleva un hogar dentro, debido a la entrada de agua y lodo, que afectó a muebles, equipos y demás.

“El otro tema son las carreteras, los accesos de nuestro municipio. Ahora mismo está incomunicado con la cabecera provincial. Tenemos solo acceso hacia la salida con Baracoa, porque se buscó una alternativa con la alcantarilla dañada en La Chivera y se limpió La Farola. Se logró restablecer la comunicación y los datos, aunque ahora mismo se sigue trabajando para extenderlo. Y bueno, aún queda por recuperar el tema de la electricidad.

“En esta etapa contamos con el pueblo y el apoyo de otros territorios y las autoridades de la provincia y la nación, que desde el primer momento, hubo comunicación en tiempo real con la dirección del país y el Consejo de Defensa Provincial, además de la presencia del presidente del Consejo de Defensa Nacional, Miguel Díaz-Canel, en la provincia, preocupado por lo que está pasando, y los equipos de trabajo que se han incorporado acá.

“La solidaridad de otros municipios y provincias, de organismos y organizaciones y de los propios actores de la comunidad, será vital. Un elemento más puntual que tenemos que resolver de manera inmediata es el del abasto de agua, por la afectación que han tenido sus redes. Tenemos varias zonas afectadas, solamente se ha podido echar a andar tres bombeos, que abastecen fundamentalmente a la cabecera, la zona de San Ignacio y cercanías, pero ha sido a partir del trabajo con grupos electrógenos, que no es igual en estabilidad que estar conectado al Sistema Eléctrico Nacional”.

Palabras finales

“A nuestro pueblo le insto a seguir trabajando, a seguir ayudando entre todos. Les digo que tengan mucha confianza, que la Revolución no los va a abandonar. La dirección del Partido y el Gobierno del municipio, la provincia y el país, está trabajando para poder asegurar la alimentación, el agua, la comunicación y la recuperación de viviendas y otros recursos, de garantizar satisfacer por lo menos las necesidades básicas de la población. ¡Mucha confianza y a trabajar!