Leira Sánchez Valdivia, de la Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos del Comité Central del PCC, destacó que el camino construido a partir del encuentro entre Fidel y Bartolomeo a raíz de la consagración de la catedral “muestra el compromiso de la Iglesia ortodoxa griega por ser parte de la diversidad religiosa de nuestra nación”. Foto: Deny Extremera San Martín/ Cubadebate.

Deny Extremera San Martín

Cubadebate

“Hoy comienza la celebración de un evento histórico, maravilloso, de un intercambio cultural, de conocimiento y sensaciones. Cuba es un lugar de ecumenismo” como pocos en el mundo, dijo este jueves en La Habana el eminentísimo arzobispo de Australia, Makarios, en un acto que inició el programa de celebraciones por los 20 años de la consagración de la Sacra Iglesia Catedral Ortodoxa de San Nicolás de Myra.

A la ceremonia asistieron el obispo de Myrinis regional para Cuba y el Caribe, Athenagoras; el arzobispo metropolitano de México, Centroamérica y el Caribe, Santiago; Emilio Lozada, jefe del Departamento de Relaciones Internacionales del PCC; Leira Sánchez Valdivia, de la Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos del Comité Central del PCC, y otras autoridades de la Isla.

Igualmente, el embajador griego en La Habana, Theodoros Tsakiris, y otros miembros del cuerpo diplomático acreditado; representantes de la Oficina del Historiador de la Ciudad, de otras instituciones religiosas y asociaciones fraternales presentes en el país, y feligreses de Cuba y otras naciones.

La Sacra Iglesia Catedral Ortodoxa de San Nicolás de Myra, cuya primera piedra se colocó en 2002 en su sitio actual, fue consagrada el 25 de enero del 2004 por Su Toda Santidad Bartolomeo durante una divina liturgia en la que estuvieron presentes Fidel y un distinguido grupo de personalidades.

“Lo que quiero hablar, lo quiero hablar con entusiasmo y emoción, no porque debo decirlo, sino porque nace del corazón, porque es lo que este lugar ha despertado en mí”, dijo el arzobispo Makarios, enviado de Su Toda Santidad el patriarca ecuménico Bartolomeo, líder espiritual de 300 millones de cristianos ortodoxos en todo el mundo.

“Cuba es pequeña y por eso es tan grande. Cuba es un lugar de ecumenismo, son muy pocos los que existen en el mundo igual que Cuba. Por eso, a pesar de las dificultades que enfrentamos en estos tiempos, quiero decirles que se sientan orgullosos de ser cubanos.

“Tienen una rica historia, una rica cultura, tienen de todo y no necesitan comprarle a otra nación para sentir que tienen historia y cultura. Es de ustedes. Siéntanse orgullosos de su patria, de ser cubanos”, añadió.

El arzobispo de la Iglesia ortodoxa griega de Australia subrayó que “Cuba es un lugar de ecumenismo y, como todos sabemos, el líder de esta gran nación, Fidel, tenía una visión muy ecuménica.

“Él, sus colaboradores, Eusebio Leal, construyeron este templo y lo entregaron al patriarca ecuménico. Fue un gesto de revolución para la situación del momento. Conmemoro y venero de una manera sencilla, humilde, la memoria de Fidel Castro. También conmemoro honorablemente el hecho y la historia del anterior metropolitano, Athenagoras, que también fue partícipe e impulsor de esta obra”.

Su Eminencia Makarios pidió a todos los presentes mirar el mosaico que junto a la Sacra Iglesia Catedral Ortodoxa recuerda el momento histórico del encuentro entre Fidel y el patriarca Bartolomeo −“veneremos esta imagen y demos memoria eterna al Comandante Fidel Castro, el constructor de todo esto, y que dé muchos años y larga vida en salud y bienestar a nuestro patriarca ecuménico”, dijo− y dio paso a un minuto de silencio y oración.

“Dios los bendiga a todos ustedes, Dios bendiga a Cuba”, concluyó, antes de encabezar una procesión hasta la tumba de Leal, a quien rindió homenaje.

Anteriormente, en la ceremonia, frente a la Sacra Iglesia Catedral Ortodoxa de San Nicolás de Myra, Leira Sánchez Valdivia, de la Oficina de Atención a los Asuntos Religiosos del Comité Central del PCC, destacó que esta celebración tiene un simbolismo de extraordinario valor patrimonial, cultural e histórico.

“Restan pocas horas para celebrar las dos décadas de la consagración de la Sacra Catedral Ortodoxa de San Nicolás de Myra, motivo esencial que favoreció el encuentro siempre inolvidable entre el patriarca ecuménico Bartolomeo y el Comandante en Jefe Fidel Castro.

“La consagración de esta catedral cerraba una importante etapa de trabajo que reconocía el esfuerzo de los miembros de la Iglesia por fortalecerla y asegurar su perdurabilidad en tierra cubana”, afirmó.

La construcción del templo −recordó− planteó no pocos desafíos a obreros y arquitectos cubanos, “quienes los asumieron con el respeto y apego que merece una obra que ya era patrimonial desde sus cimientos”.

Tras señalar que la catedral es un ejemplo de arquitectura bizantina clásica y alberga iconos especiales en relieve de plata rescatados de incendios provocados durante la ocupación turca de Chipre, señaló que “también simboliza el respeto a los aportes de la cultura helénica en las raíces de nuestra identidad”.

A propósito, recordó las palabras de Eusebio Leal cuando, poco antes de la consagración de la catedral ortodoxa, el 10 de diciembre de 2003, afirmó que “cuando la Isla estaba todavía bajo el dominio español, la cultura grecolatina tuvo un especial significado en la literatura cubana del siglo XIX al ser evocada en citas y referencias que identificaban nuestros ideales y aspiraciones independentistas con aquella fuente de belleza, armonía y justeza”.

Recordó, además, a Fidel afirmando que el templo es un regalo del pueblo cubano a la Iglesia ortodoxa griega y al patriarca ecuménico Bartolomeo, con lo cual “subrayaba el reconocimiento y respeto hacia la Iglesia y su comunidad en Cuba”.

Leira Sánchez Valdivia destacó que el camino construido a partir de ese histórico encuentro entre Fidel y Bartolomeo a raíz de la consagración de la catedral, cuando el patriarca entregó al líder histórico cubano la Cruz Sagrada de la Orden de San Andrés, máxima distinción que otorga el Patriarcado Ecuménico, “muestra el compromiso de la Iglesia ortodoxa griega por ser parte de la diversidad religiosa de nuestra nación”.

“Su servicio al pueblo, a la comunidad, se inserta en la vida cotidiana con la sensibilidad de ayudar y aportar de manera incondicional, adhiriendo a nuestro tejido social, agradeciendo toda esta riqueza que se multiplica en la relación directa con el pueblo cubano.

“No podía ser de otra manera, si se reconoce el papel trascendental que tiene el patriarca ecuménico Bartolomeo en el diálogo interreligioso, en la defensa de las tradiciones cristianas ortodoxas”, sostuvo.

Agradeció las “constantes muestras de solidaridad manifiestas hacia la nación y pueblo cubanos por los líderes del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla y de la metrópolis de la cual la Sacra Catedral San Nicolás de Mira es parte”, saludó esta jornada de celebración y expresó el deseo de que represente “la continuidad del legado de Fidel, de Eusebio Leal y del patriarca Bartolomeo”.

Tras señalar que en ese gesto del pueblo cubano estuvieron Fidel, Leal y valiosos colaboradores de la OHC que hicieron posible la ejecución de la obra, Lisette Iglesias, directora de Relaciones Internacionales de la OHC, dijo que “los hermanos ortodoxos honran el legado con su labor religiosa y social. Tenerlos es certeza de que el ser humano, su bienestar, es el mayor compromiso de fe”.

Agradeció a quienes “labraron el camino” y añadió que “continuar la obra es hoy la misión. Las palabras quedan grabadas. Nos queda el corazón, el compromiso de estar al lado de los hermanos”.

En el inicio de la ceremonia, al pronunciar las palabras de bienvenida, Santiago, arzobispo metropolitano de México, Centroamérica y el Caribe, llamó a cesar el cerco al pueblo de Cuba, a “dejar de ser campeones del odio y la animosidad” y “venir a conocer al pueblo cubano”.

Al igual que otros líderes de la Iglesia ortodoxa griega, agradeció al presidente Miguel Díaz-Canel y a otras autoridades e instituciones cubanas; a la Oficina de Asuntos Religiosos del Comité Central del PCC y a su jefa, Caridad Diego; a la Oficina del Historiador de la Ciudad; a la embajada griega en La Habana, a representantes de la Iglesia católica y de comunidades cristianas y a los fieles por el acompañamiento a lo largo de estos años.

No olvidó en sus palabras a quienes construyeron el templo. A los fieles venidos de varios países y a otros asistentes al acto les dijo “gracias por ser valientes y venir a ver la verdadera Cuba, especialmente su corazón aquí en La Habana”.

También se unió al agradecimiento el embajador de la República Helénica en Cuba, Theodoros Tsakiris, quien afirmó que la consagración de la catedral fue un momento histórico, con el apoyo del Gobierno cubano y el impulso de Fidel Castro.

“Veinte años después, la catedral de San Nicolás de Myra no es solo lugar de culto para la comunidad ortodoxa, sino un puente que une a los pueblos de Cuba y Grecia”, destacó, agregando que las raíces de la relación entre ambas naciones están en “la cooperación y el respeto mutuo, los lazos culturales y el legado espiritual”.

“Esta catedral nos recuerda que tenemos la responsabilidad de seguir construyendo sobre la base de esos sólidos lazos, mirando juntos con optimismo al futuro”, concluyó.

El obispo de Myrinis regional para Cuba y el Caribe, Athenagoras −quien dos décadas atrás, entonces metropolita de la Iglesia Ortodoxa Griega para México, América Central y el Caribe, también fue impulsor y partícipe de la instalación del templo en la capital cubana−, contó que en la concepción y avance del proyecto apreció la relación entre Fidel y Leal y otros que emprendieron la obra, que expresaba la realidad de “una gran familia y un padre que deposita confianza en sus hijos”.

Hablando de las gestiones de los inicios y el aporte de Leal, recordó que el Historiador de La Habana tenía desde el principio el lugar “diseñado, dibujado en su mente”.

Por eso −añadió− “agradecemos a esta oficina tan maravillosa, la oficina del Historiador de la Ciudad, porque tiene un compendio organizado; trabaja el arte, se preocupa por el trabajo social en el municipio La Habana Vieja, pero también en toda Cuba, y tiene organizaciones dedicadas a todos los puntos de la cultura relacionados con el crecimiento cultural y espiritual de la ciudad”.

Agradeció, además, a la Escuela Taller Gaspar Melchor de Jovellanos, de la OHC, “porque fueron los artífices, los trabajadores, los diseñadores”.

Hasta el próximo 26 de enero, el programa de celebraciones por los 20 años de la consagración de la Sacra Iglesia Catedral Ortodoxa de San Nicolás de Myra incluye paneles sobre la construcción e historia del templo, y visitas a sitios religiosos y a un proyecto social de la Iglesia ortodoxa.

Además, liturgia, las exposiciones fotográficas Vida eclesiástica de la Iglesia ortodoxa en Cuba, Momentos históricos de un gran encuentro y Presencia viva de nuestras comunidades, y una gala cultural.