Prensa Latina.- El cantautor cubano Silvio Rodríguez restó hoy importancia a su nominación a los premios Grammy, al afirmar que prefiere el diario Granma, el de mayor circulación en la isla, a los lauros de la Academia Discográfica Latina.

En respuesta a una pregunta durante la presentación del álbum homenaje al recién fallecido trovador cubano Noel Nicola -a quien calificó de su hermano-, dijo con el estilo desenfadado que lo caracteriza: ¿El Grammy? Tengo el Granma, que me interesa más.

El periódico citado por el poeta cubano es el órgano oficial del Partido Comunista de su país.

Silvio fue nominado a los premios de la Academia Latina de las Artes y Ciencias Discográficas por su disco Erase que se era, integrado por 25 canciones aimentadas por la poesía, la memoria, el compromiso y una profunda ética.

Pedro de la Hoz - La Habana.- Al llegar a la última página del libro Por la izquierda, veintidós testimonios a Contracorriente, no pude menos que evocar la agudeza de unos versos del venerable Mario Benedetti, y una sentida alocución del trovador chileno Pancho Villa.

Ante la erosión moral del concepto de derechos humanos debida a la manipulación política y mediática imperial, el poeta uruguayo se preguntó alguna vez si acaso “no sería hora / de que iniciáramos / una campaña internacional / por los izquierdos humanos”.

37 cantantes interpretan 37 de las canciones de uno de los fundadores de la Nueva Trova cubana

Mireya Castañeda - Granma Internacional.- “Lo absurdo y si razón sería no saber que hacer con nuestras alegrías”, diría Noel Nicola en una de sus canciones antológicas. Esa verdad se hace realidad en un disco doble concebido por su hermano, Silvio Rodríguez, 37 canciones de Noel Nicola, pues sus admiradores, seguidores de su poética y su música, tienen ahora la alegría de tenerlo de nuevo, en la voz y el estilo, respetuoso, de 37 artistas.

Un proyecto de la UJC y la Oficina del Historiador de la capital llamado Habana antigua, ciudad viva incluye visita a museos, trovadores y diversas opciones culturales para grandes y chicos

Dora Pérez Sáez - Juventud Rebelde.- «A mí lo que más me gustó fue la pintura que recrea la muerte de Antonio Maceo. Nunca la había visto de cerca, solamente en libros. Ahora pude observar bien el cuadro con todos sus detalles».

Así comentaba este sábado la pequeña de 12 años Saraí González, estudiante de la escuela secundaria básica José Martí, de La Habana Vieja, al comentar su visita al Museo de la Ciudad, en el Palacio de los Capitanes Generales, ubicado en el Centro Histórico de ese municipio.

Prensa Latina.- El artista español Luis Alberto Romero inauguró aquí una muestra con 17 cuadros inspirados en algunas de las canciones más conocidas del cantautor cubano Silvio Rodríguez, en una conjunción de música, poesía y pintura.

Abierta en el Centro Cultural Cinematográfico del Instituto de Cine de la isla, la exposición revela el influjo que ejerció la poética de Silvio, amasada con referencias ineludibles de autores como César Vallejo, Miguel Hernández, Julio Cortázar y José Martí, entre otros.

Carmen Oria - AIN.- Encuentros entre investigadores, intercambios de disciplinas y experiencias se propiciarán en el II Seminario Internacional de Arqueología que sesionará del 18 al 21 próximos en la capital cubana.

El Gabinete de Arqueología de la Oficina del Historiador de la Ciudad de La Habana y el Instituto Cubano de Antropología auspician la cita para la cual se esperan delegados de México, España, Argentina, Colombia, Perú, EE.UU., Venezuela, Chile y Honduras, así como de todas las provincias del país anfitrión.

Enrique Ubieta Gómez - La Jiribilla.- Ahora se ven las cosas de otro modo, se ven mejor. Ahora podemos ver que entre 1991 y 2001 se gestó, si no un siglo, al menos un orden político militar nuevo. De cierta forma, aquella fue una década minimalista: las inquietudes sociales fueron canalizadas hacia espacios mínimos, estancos, parciales. El horror a los metarrelatos (léase, a las explicaciones globales) se vendió como un estadio superior del conocimiento humano en la era postcomunista y permitió que la izquierda vergonzante se refugiara en el reformismo. Los radicales eran estigmatizados como fundamentalistas, aunque, tal como afirmara José Martí, ser radical es ir a la raíz de los problemas.