M.L. González - Unidad y Lucha.- El encargo de este material fue claro; apuntaba: El Ché y la CIA. Sin embargo, la lectura del libro escrito por Adys Cupull y Froilán González La CIA contra el Che (Editora política. La Habana.1993) doblegó la voluntad inicial de este artículo.

En él se narran con profusión de detalles todos los manejos del espionaje estadounidense para, una vez asegurada la presencia del comandante Guevara en Bolivia, dedicar todo su esfuerzo a aniquilarlo.

Luis Toledo Sande - Cubarte.- Ante la proximidad del aniversario 40 de la muerte de Ernesto Guevara, el Che , se han multiplicado y se multiplicarán aún más los homenajes a su memoria, y también los afanes por deslegitimar y, si fuera posible, borrar sus ideas y su ejemplo. Si las primeras, marcadas por el entusiasmo, son puntualmente más visibles que los segundos, no se debe ni a desinterés ni a pudor de los promotores de estos, sino a su estrategia: confiar en los efectos de la concepción de la vida y del mundo que cada día el capitalismo genera por sí y promueve con su poderío económico y mediático.

Katia Siberia García - Granma.- Hace 139 años silenciosas conspiraciones y forzados exilios antecedieron al verbo y la acción de Carlos Manuel de Céspedes, cuando liberaba a sus esclavos y los conducía a una jornada interminable, pero digna: la lucha por la independencia.

Así, el Padre de la Patria se entregó a ella, y a unas horas del 10 de octubre, en el aniversario 139 del inicio de nuestras luchas, una ceremonia presidida por el Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque, miembro del Buró Político, glorificó su ejemplo.

Prensa Latina.- El Comandante de la Revolución Ramiro Valdés afirmó hoy aquí que Cuba se encuentra en un momento de combate, en el cual debe perdurar el ejemplo del guerrillero Ernesto Che Guevara.

Estamos en una hora de combate, la que tiene que ser, por tanto, la hora del Che, proclamó Valdés en un acto por el aniversario 40 de la caída en combate del guerrillero, el cual estuvo presidido por el primer vicepresidente cubano, Raúl Castro.

AIN.- Encabezados por Raúl Castro Ruz, Segundo Secretario del Partido y primer vicepresidente de los Consejos de Estado y Ministros, el pueblo de Villa Clara rindió homenaje al Che en el aniversario 40 de su caída en combate, en representación de todos los cubanos.

La vigencia de la estrategia económica y política de Ernesto Guevara se manifiesta en Cuba como motor impulsor de la sociedad en aras del desarrollo nacional, dijo el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, al concluir el acto.

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Daniel Álvaro Martínez - Rebelión.- En el marco de las celebraciones efectuadas en Francia con motivo de la conmemoración del cuadragésimo aniversario de la muerte del Che, su hija Aleida nos ha convocado a rescatar la dignidad de su icono. A revivificar la imagen del Guerrillero Heroico —transformada por el capitalismo en logotipo comercial— con la fuerza de sus ideas, hoy más vigentes que nunca.

¿Cómo abordar esta noble y perentoria tarea? Propiciar que una imagen nos interpele —y ejemplarmente la de un héroe que ha vencido a la muerte— es como sumergirse en un mar sin fondo. Como bucear en las honduras que nos dieran origen, en busca de las numinosas fuentes en las que abrevaran nuestros ancestros más remotos.

Víctor Montoya - Rebelión.- Recordado comandante: El 8 de octubre de 1967, después de librar tu último combate en el cañadón del Churo y caer a merced de tus enemigos, la pierna herida por un tiro y la garganta desgarrada por el asma, tu diario de campaña y otros documentos escritos con tu puño y letra, quedaron en poder de las Fuerzas Armadas.

Es decir, pasaron de tu mochila de cuero a una caja de zapatos, que fue depositado como secreto de Estado en el Alto Mando Militar Boliviano; tu reloj Rolex, que te quitó un soldado a poco de tu captura, pasó a la muñeca del coronel Andrés Selich; tu fusil, ese fusil que hubiera querido heredar para cargarlo al hombro como tú lo cargaste a lo largo de la lucha, intentando encender la chispa de la revolución latinoamericana, pasó a manos del coronel Centeno Anaya, quien lo tomó sin sentir la misma emoción de felicidad que sintió el Inti cuando te conoció en la Casa de Calamina, en Ñancahuazú, donde tú le estrechaste la mano de compañero, mientras otro le entregaba su carabina M-2; tu pipa, en la cual degustaste la última bocanada de humo, como quien está dispuesto a esperar con serenidad la hora de la muerte, se la regalaste al sargento Bernardino Huanca, quien se comportó amable contigo. Pero el capitán Mario Terán se adelantó y gritó: ¡La quiero yo! ¡La quiero yo! Entonces tú, mirándolo con infinito desprecio, encogiste el brazo y le dijiste: No, a vos no.