Marjorie Cole  - Information Clearing House - Traducido para Rebelión por Paco Muñoz de Bustillo.- Los días previos a la histórica visita del presidente Barack Obama a Cuba se especulaba en Estados Unidos sobre si este podría presionar a aquel país para que mejorara la situación de los derechos humanos. Pero si comparamos el historial de derechos humanos de ambos países veremos que es Estados Unidos el que debería aprender de Cuba.

M. H. Lagarde - CubaSí.- A mí particularmente me parece que lo mejor de la visita de Obama a Cuba son esas apariciones junto a los comediantes de Vivir del Cuento, porque Obama, más que un presidente, es un actor.

Stephen Sestanovich, The Wall Street Journal - Cubadebate.- Antes de escuchar el discurso de Barack Obama en la Habana, busqué Moscow State University from May 1988 (Unversidad Estatal de Moscú, mayo de 1988), de Ronald Reagan. Se puede hacer una comparación instructiva: discursos muy similares, muy diferentes políticos.

Leyde E. Rodríguez Hernández - Blog Visiones de Política Internacional.- Contrario a lo que divulgan los medios de prensa de la derecha venezolana, latinoamericana e internacional, la Revolución Bolivariana no está acabada, no se ha agotado definitivamente. El gobierno del presidente Nicolás Maduro ha permanecido firme a los embates de la derecha proestadounidense y de las amenazas provenientes de Washington.

Lázaro Barredo - Cubadebate.- Cuba tuvo una activa participación en las discusiones de la 134 Asamblea de la Unión Interparlamentaria (UIP) celebrada en Zambia que, tras cinco días concluyó sus labores con un llamado a aprovechar la energía, la inteligencia y el entusiasmo de los jóvenes en los procesos sociopolíticos y rejuvenecer la democracia.

Cuba Hoy.- Orlando Gutiérrez del Consejo supremo de la Asociación AbaKuá opina sobre el discurso del presidente Barack Obama a la sociedad civil cubana y expresa que no se puede avanzar más mientras esté el bloqueo y se nos devuelva la base naval.

Darío Machado Rodríguez - Blog "La pupila insomne".- Como muchos, he estado siguiendo la visita de Barack Obama a nuestro país, experimentando sentimientos encontrados: de un lado el sano orgullo patriótico y revolucionario de ver un presidente norteamericano rectificando la política hacia Cuba y repitiendo en nuestro propio suelo que hay que terminar con el bloqueo, lo que ratifica el respeto a nuestra soberanía e independencia, esas que nos hemos ganado los cubanos con nuestro sacrificio, nuestro sudor, nuestra sangre, nuestra historia y, de otro, el peligro que significa que haya quienes piensen que con estos, por ahora tibios cambios, ha desaparecido la contradicción entre los intereses del imperialismo norteamericano y los de la nación cubana. Pero solo hoy, luego de escuchar su discurso en esta mañana de lunes, me he decidido a escribir estas líneas, porque -como alertó hace más de medio siglo Fidel-, en lo adelante todo será más difícil.