Alina Perera - Juventud Rebelde.- Yuniasky Crespo Baquero, de 35 años de edad, tras haber tenido múltiples responsabilidades desde las etapas más tempranas de su vida, asumió hace solo días la de primera secretaria de la Unión de Jóvenes Comunistas a nivel nacional.

Pedro Campos - Kaos en la Red.- Intento aportar algo al debate sobre las alianzas políticas y los frentes, que –con toda razón- preocupa a algunos compañeros de la izquierda, por la eventual contaminación ideológica que se puedan generar entre diferentes posiciones políticas, en colaboraciones tácticas, transitorias, coyunturales, sobre la base de objetivos concretos comunes.

Félix González Viego, nuevo Presidente de la ANAP

Cubadebate.- El Pleno del Comité Nacional de la ANAP, efectuado el 30 de septiembre de 2012, acordó liberar al compañero Orlando Lugo Fonte como su Presidente y promover a Félix González Viego, quien desde hace más de dos años ejerce como Vicepresidente de dicha organización. 

Margarita Barrios - Juventud Rebelde.- Este jueves fue día de elecciones en más de 9 000 colectivos y 60 000 destacamentos de primaria, secundaria y la enseñanza especial en toda Cuba.

Prensa Latina.- El presidente de Gabón, Ali Bongo Ondimba, rindió hoy tributo a los cubanos muertos durante el cumplimiento de misiones internacionalistas en apoyo a la independencia de países africanos.

Cubadebate.- El Secretariado Ejecutivo Nacional de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) convocó al VIII Congreso de la mayor organización de masas del país, con más de ocho millones de miembros.

Luis Toledo Sande - Cubarte.- En el Sexto Congreso del Partido Comunista de Cuba, que aprobó los Lineamientos para encauzar reajustes vitales en el país, el presidente Raúl Castro planteó la necesidad de limitar la duración de la permanencia de los cuadros en los más altos cargos nacionales, y anunció que él mismo daría el ejemplo en el cumplimiento de esa norma. Además, en aquel y en otros foros relevantes arremetió contra la corrupción, que el Comandante en Jefe Fidel Castro había señalado, por encima incluso de la hostilidad imperialista, como un mal capaz de derrocar al proceso que dio a Cuba independencia nacional y justicia.