Ana Posada, de la Asociación de Cubanos y Cubanas en Catalunya "José Martí"
Cubainformación.- Cubainformación instaló su plató de televisión por Internet en el IV Encuentro de Cubanos y Cubanas Residentes en Europa, celebrado los días 17 y 18 de octubre en Prat de Llobregat, localidad catalana cercana a Barcelona. Allí entrevistamos a una de sus organizadoras.
Texto publicado en Cubainformación en papel nº 12 - Invierno 2009-2010
Ver la entrevista íntegra en video
- ¿Os ha requerido mucho esfuerzo organizar este IV Encuentro?
- Sí, muchísimo. Hace un año se aprobó en Bruselas que la Coordinadora de Asociaciones de Cubanos y Cubanas Residentes en el Estado español, de la que formamos parte, fuera la organizadora de este encuentro. Ha requerido muchísima labor de equipo, ha sido duro, pero estamos muy contentos y, sin menospreciar todos los encuentros anteriores, cuya experiencia nos ha servido de mucho, el resultado es para estar felices.
- Como cubana en el exterior, ¿cómo se ve a Cuba desde la distancia?
- No dejamos de estar preocupados porque Cuba sigue en la mira de Estados Unidos, y también desde Europa, observamos qué país europeo se posiciona a favor o en contra de Cuba. Es una preocupación constante, estamos alerta y tratamos de tener siempre información, para poder transmitirla desde la perspectiva de ser cubanos. Estos encuentros de asociaciones nos fortalecen para que seamos también la voz de Cuba en el exterior. No puede ser de otra manera, los cubanos debemos hablar de nuestra tierra, de cómo entendemos lo que hemos vivido, de nuestra verdad, para que el público europeo conozca nuestra realidad. Siempre reivindico que debemos ser la vanguardia del Movimiento de Solidaridad con Cuba, porque a la mayoría de cubanos fuera de Cuba no se le puede colocar la etiqueta de “exiliados”, la mayoría quiere a Cuba y quiere hacer cosas por Cuba. Nuestro papel es muy importante.
- Insistes en la importancia de que las asociaciones de cubanos y cubanas trabajen codo a codo con el Movimiento de Solidaridad con Cuba.
- Aquí estamos aprovechado la experiencia del Movimiento de Solidaridad con Cuba en Catalunya, nucleado en torno a la plataforma Defensem Cuba, que nos ha ayudado muchísimo. Nos hemos integrado en esta plataforma como una voz más de ella. Cuando, por ejemplo, un casal de amistad con Cuba de una localidad catalana organiza actividades por Cuba, las convoca con nuestra asociación, o bien hacemos convocatorias paralelas y complementarias. Intentamos que los cubanos y cubanas residentes siempre estén presentes en ellas, vamos con nuestras pancartas, con nuestro material de información, con nuestros aportes culturales.
- ¿Cómo crees que la población de Catalunya ve a Cuba y al pueblo cubano? ¿Crees que esta visión ha ido cambiando estos años?
- Si ha cambiado no lo ha hecho mucho, porque el criterio de los grandes medios de comunicación aquí, a la hora de hablar de Cuba, es transmitir lo que le interesa al sistema, llegando a decir barbaridades en materia política y social. Evidentemente Cuba es un país en desarrollo, es un país que tiene muchas dificultades, tiene un bloqueo muy fuerte y por ello la población catalana y europea no va a encontrar lo que encuentra aquí en Europa. Mucha gente intenta hacer una comparativa de Europa con Cuba, ante lo cual siempre les digo que hay que ubicar a Cuba en su contexto. Cuba está en el continente americano, está en el Caribe, y hay que mirar los países que tiene alrededor y comparar a Cuba en ese entorno.
Aunque en Catalunya yo sí creo que la visión sobre Cuba ha cambiado algo con los años. Este año, por ejemplo, en la Televisión de Catalunya han transmitido reportajes más reales sobre mi país, y han informado sobre el desarrollo social conseguido en la Isla. Y, sobre todo, transmitiendo bien la historia, tal y como ha sido, la historia de la Revolución cubana.
Recuerdo que, al principio, cuando llegué aquí, explicaba todo de una manera muy pasional, porque era lo que sentía, pero también porque la gente no me entendía. Pero, a medida que fui entendiendo la cultura de aquí y a la gente de aquí, también fui aprendiendo cómo transmitir la realidad cubana de manera que me pudieran entender. La diferencia cultural es un tema clave. Quizá la idiosincrasia catalana es más cerrada que la nuestra, pero también tengo que decir una cosa muy importante: cuando un catalán o una catalana te da algo, te lo da de corazón.
- Sí, muchísimo. Hace un año se aprobó en Bruselas que la Coordinadora de Asociaciones de Cubanos y Cubanas Residentes en el Estado español, de la que formamos parte, fuera la organizadora de este encuentro. Ha requerido muchísima labor de equipo, ha sido duro, pero estamos muy contentos y, sin menospreciar todos los encuentros anteriores, cuya experiencia nos ha servido de mucho, el resultado es para estar felices.
- Como cubana en el exterior, ¿cómo se ve a Cuba desde la distancia?
- No dejamos de estar preocupados porque Cuba sigue en la mira de Estados Unidos, y también desde Europa, observamos qué país europeo se posiciona a favor o en contra de Cuba. Es una preocupación constante, estamos alerta y tratamos de tener siempre información, para poder transmitirla desde la perspectiva de ser cubanos. Estos encuentros de asociaciones nos fortalecen para que seamos también la voz de Cuba en el exterior. No puede ser de otra manera, los cubanos debemos hablar de nuestra tierra, de cómo entendemos lo que hemos vivido, de nuestra verdad, para que el público europeo conozca nuestra realidad. Siempre reivindico que debemos ser la vanguardia del Movimiento de Solidaridad con Cuba, porque a la mayoría de cubanos fuera de Cuba no se le puede colocar la etiqueta de “exiliados”, la mayoría quiere a Cuba y quiere hacer cosas por Cuba. Nuestro papel es muy importante.
- Insistes en la importancia de que las asociaciones de cubanos y cubanas trabajen codo a codo con el Movimiento de Solidaridad con Cuba.
- Aquí estamos aprovechado la experiencia del Movimiento de Solidaridad con Cuba en Catalunya, nucleado en torno a la plataforma Defensem Cuba, que nos ha ayudado muchísimo. Nos hemos integrado en esta plataforma como una voz más de ella. Cuando, por ejemplo, un casal de amistad con Cuba de una localidad catalana organiza actividades por Cuba, las convoca con nuestra asociación, o bien hacemos convocatorias paralelas y complementarias. Intentamos que los cubanos y cubanas residentes siempre estén presentes en ellas, vamos con nuestras pancartas, con nuestro material de información, con nuestros aportes culturales.
- ¿Cómo crees que la población de Catalunya ve a Cuba y al pueblo cubano? ¿Crees que esta visión ha ido cambiando estos años?
- Si ha cambiado no lo ha hecho mucho, porque el criterio de los grandes medios de comunicación aquí, a la hora de hablar de Cuba, es transmitir lo que le interesa al sistema, llegando a decir barbaridades en materia política y social. Evidentemente Cuba es un país en desarrollo, es un país que tiene muchas dificultades, tiene un bloqueo muy fuerte y por ello la población catalana y europea no va a encontrar lo que encuentra aquí en Europa. Mucha gente intenta hacer una comparativa de Europa con Cuba, ante lo cual siempre les digo que hay que ubicar a Cuba en su contexto. Cuba está en el continente americano, está en el Caribe, y hay que mirar los países que tiene alrededor y comparar a Cuba en ese entorno.
Aunque en Catalunya yo sí creo que la visión sobre Cuba ha cambiado algo con los años. Este año, por ejemplo, en la Televisión de Catalunya han transmitido reportajes más reales sobre mi país, y han informado sobre el desarrollo social conseguido en la Isla. Y, sobre todo, transmitiendo bien la historia, tal y como ha sido, la historia de la Revolución cubana.
Recuerdo que, al principio, cuando llegué aquí, explicaba todo de una manera muy pasional, porque era lo que sentía, pero también porque la gente no me entendía. Pero, a medida que fui entendiendo la cultura de aquí y a la gente de aquí, también fui aprendiendo cómo transmitir la realidad cubana de manera que me pudieran entender. La diferencia cultural es un tema clave. Quizá la idiosincrasia catalana es más cerrada que la nuestra, pero también tengo que decir una cosa muy importante: cuando un catalán o una catalana te da algo, te lo da de corazón.