Laura V. Mor - Foto: Héctor Planes - Resumen Latinoamericano Cuba- En el día de hoy se ha firmado un nuevo acuerdo migratorio entre Estados Unidos y Cuba, poniendo fin a la política de "Pies Secos Pies Mojados" y al Programa de Admisión Provisional (PAROLE) destinado a profesionales cubanos de la salud, propiciados desde las distintas administraciones estadounidenses contra Cuba, debido a "un interés entre ambos países de normalizar las relaciones y fortalecer los vínculos bilaterales, sobre la base de la observancia de los propósitos y principios consagrados en la Carta de las Nacione Unidas, incluidos los relacionados con la igualdad soberana de los Estados", según afirmara Josefina Vidal, Directora de la División Estados Unidos de la Cancillería Cubana, en la conferencia de prensa brindada en el Centro de Prensa Internacional (CPI) a raíz de la Declaración conjunta firmada por ambos países.

Ambas políticas fomentaban la inmigración ilegal de cubanos hacia Estados Unidos, en medio de una campaña política mediática de difamación hacia la Revolución cubana; lo cual inmersos en un contextode reinicio de relaciones diplomáticas basadas en el respeto mutuo y el camino hacia la normalización de relaciones entre ambos países, se encontraba obsoleto.

El PAROLE era un programa de coptación de personal médico cubano que cumplía misión internacionalista en un tercer país. La politica de Pies Secos Pies Mojados daba sustento a la aún vigente Ley de Ajuste Cubano -suscripta en 1966-, y estuvo vigente desde el año 1995 hasta el día de hoy, la cual constituía una violación sistemática a los acuerdos migratorios entre Cuba y Estados Unidos.

Estas políticas provocaron no sólo graves crisis migratorias, sino también secuestros de naves y aeronaves, el tráfico de emigrantes, la trata de personas, el fraude migratorio y el uso de la violencia con un impacto extraterritorial desestabilizador creciente sobre otros países de la región, utilizados como tránsito para llegar a territorio estadounidense.

Según detallara a la prensa acreditada Gustavo Machín, Subdirector General de la División Estados Unidos de la Cancillería Cubana, a partir del día de hoy, Estados Unidos dejará de contar con trato preferencial hacia los migrantes de origen cubano, poniendo fin a la discriminación migratoria que diferenciaba a migrantes cubanos del resto del mundo, ya que a partir de hoy se aplicará la todo migrante cubano que busque ingresar a territorio estadounidense y que no aplique en la llamada ayuda humanitaria, las normas vigentes para el resto de los migrantes, de manera no selectiva como ocurría hasta ahora. A su vez, se establece el compromiso de cumplir el acuerdo preexistente del otorgamiento de un mínimo de 20.000 visados anuales para aquellos ciudadanos cubanos que deseen emigrar hacia Estados Unidos de una forma ordenada y legal; evitando así más muertes innecesarias. Estados Unidos, entonces procederá a deportar a todo ciudadano cubano que desde esta misma tarde intentase ingresar ilegalmente a su territorio nacional, a la vez que Cuba continuará garantizando "el derecho a emigrar y regresar al país".

A partir de la entrada en vigencia de esta medida 2.746 ciudadanos cubanos que habían emigrado en 1980 por medio del puerto Mariel serán devueltos a Cuba de acuerdo al cumplimiento de los acuerdos del 14 de diciembre de 1984, y no se permitirán a partir del día de hoy, salidas ilegales por vía marítima, a riesgo de que esos ciudadanos sean devueltos al ser interceptados en el mar o en el ingreso a la base naval de Guantánamo, territorio usurpado por Estados Unidos a Cuba.

La firma de este nuevo acuerdo representa una nueva victoria para la Revolución cubana, pues este ha sido uno de los reclamos históricos del gobierno cubano debido a los problemas que, tal como explicara Josefina Vidal, implicaban a la seguridad nacional tanto de Cuba como de Estados Unidos y a la vida de sus conciudadanos.