En noviembre pasado, las autoridades de Costa Rica desarticularon el núcleo de una red internacional de tráfico de cubanas y cubanos.(Foto: Internet)
Enrique Ojito y Xiomara Alsina - Escambray - Tomado de Cubadebate.- Cuando menos, en una ratonera se siente Yunialsy en aquel cuarto de hotel de décima categoría en la ciudad de Turbo, Colombia. Recostada al espaldar de la cama y con las rodillas en el mentón, intenta calmar el cosquilleo frío que le salta en el estómago. “Cubanos no se duerman, los estamos velando para matarlos”. La advertencia escrita venía de las paredes. No. Venía de los hombres, quizás de los que yacían desperdigados por el suelo en el vestíbulo con olor a marihuana.