Por Marianela González Lavandero/OnCuba.- Se llama Jean Stubbs. En su ciudad se movieron los primeros herrajes de la revolución industrial. De familia obrera, desde luego. Y hereje, como buena egresada de la universidad inglesa de los 60. Su historia con Cuba no es nada del otro mundo. Una isla en el centro del Caribe, una revolución joven, una Europa decadente, una historiadora en ciernes y una tesis doctoral sin tema. Lo alucinante es el cómo. Del otro lado de la puerta, Eric Hobsbawm, la gran figura de la intelectualidad europea que en octubre pasado evocaron las esquelas, y la idea de que la historia de los tabaqueros cubanos estaba por escribir. Desde 1968 hasta la fecha, Cuba ha estado en la vida de esta mujer en periodos de veinte o de dos años, algunos meses o un par de días; y en la mesa familiar, donde aún la acompaña el otro motivo de tanta y tan celosa permanencia.