Duración: 02:33
Basado en texto publicado en el blog "La pupila insomne"
Participa en el debate sobre este video en You Tube e inserta tus comentarios
Las micciones del imperio
Iroel Sánchez - Blog La pupila insomne.- “Estados Unidos solo tiene dos maneras de usar a los marines: para tareas humanitarias y para asesinar. En los 12 años que yo pasé en el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos jamás participé en misiones humanitarias”, le dijo el ex integrante de esa institución Jimmy Massey a la periodista cubana Rosa Miriam Elizalde en 2009, pero parece ser que los célebres embajadores del american dream en todo el mundo tienen una misión complementaria: la de humillar.
Un video que dice investigar el gobierno norteamericano muestra a miembros del Cuerpo de Marines orinando cadáveres en Afganistán. No es la primera vez que integrantes del ejército norteamericano aparecen en escenas similares en tiempos recientes. La revista Der Spiegel publicó el pasado año las fotos de soldados estadonidenses retratándose sádicamente con los cadáveres de afganos que terminaban de asesinar. En el video que se acaba de divulgar, de 34 segundos, se aprecia cómo un soldado filma a otros cuatro que orinan riendo sobre tres cadáveres, mientras uno de ellos llega a decir “ten un buen día, amigo”.
Tampoco esta es la primera micción de los marines que llega a la prensa. En 1949 integrantes de ese cuerpo armado orinaron la estatua del héroe nacional cubano, José Martí, ubicada en el parque central de La Habana. Una gran indignación estremeció en ese entonces la sociedad cubana al publicarse las fotos tomadas por un reportero gráfico que casualmente estaba en el lugar, y numerosos jóvenes -entre los que se encontraba el entonces estudiante de Derecho Fidel Castro- protagonizaron una ardiente protesta frente a la sede diplomática estadounidense. El embajador norteamericano en Cuba acudió a disculparse ante la prensa pero no recordó en público el nombre del prócer ultrajado por sus conciudadanos y el remedio fue peor que la enfermedad.
Lo ocurrido ahora en Afganistán ha llevado a que la Secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, se declare consternada y planteee que lo ocurrido “es absolutamente inconsistente con los valores estadounidenses, con los estándares de comportamiento que esperamos de nuestro personal militar y al que se acoge la gran, gran mayoría de nuestro personal militar”, aunque lo sucedido en la Cuba de 1949, las declaraciones de Massey y la historia de las intervenciones de EE.UU. -desde Corea y Viet Nam a Iraq y Afaganistán- demuestre todo lo contrario. ¿Cinismo, o mala memoria la de la señora que semanas atrás se desternillaba de la risa al conocer del brutal linchamiento de Muanmar el Gaddafi?