Cubainformación TV – Basado en un texto de Atilio A. Borón – Contrainjerencia / Rebelión.- “Mis pensamientos y mis plegarias están con los pozos de petróleo iraquíes”, declaba recientemente Dick Cheney, ex vicepresidente de EEUU en el Gobierno de George W. Bush. Edición: José Ignacio Antón.
Texto adaptado
Dick Cheney, un criminal de guerra que al menos es sincero: `rezo por el petróleo iraquí´
Cubainformación TV – Basado en un texto de Atilio A. Borón – Contrainjerencia / Rebelión.- “Mis pensamientos y mis plegarias están con los pozos de petróleo iraquíes”, declaraba recientemente Dick Cheney, ex vicepresidente de EEUU en el Gobierno de George W. Bush.
Recordemos que Cheney es uno de los criminales de guerra que dirigieron la invasión de Irak en 2003. La que destruyó una de las más antiguas civilizaciones del planeta, provocó la muerte de más de un millón de personas y el desplazamiento de varios millones más.
La que alteró, además, un delicadísimo equilibrio político que había hecho posible la convivencia de distintas ramas del Islam en un sólo país.
Este siniestro personaje fue durante años, además, miembro del Directorio de la compañía Halliburton, incluso siendo vicepresidente del país.
Entre 2003 y 2006 esa empresa fue beneficiada con contratos de “reconstrucción” en Irak por valor de 16.000 millones de dólares, en su mayor parte ofrecidos de manera directa y sin licitación.
Y es que lo que persigue el complejo militar-industrial –y sus representantes, como Dick Cheney- en Siria y Venezuela, es lo que hoy ve peligrar en Irak: sus recursos naturales, su gas, su petróleo, y el control político a largo plazo sobre ellos.
Sin que ninguno de los grandes medios internacionales haya hecho campaña contra sus palabras, Cheney lo ha dicho bien claro: él no reza por las miles de personas muertas, por las miles de mutiladas, por los miles de menores huérfanos. No. Las plegarias de este estadista y empresario son por el petróleo y por los miles de millones de dólares que puede dejar de ingresar su empresa Halliburton y las petroleras norteamericanas.
Es un criminal y un canalla. Pero, al menos,... es sincero.
Texto original
Ex VP de EEUU Dick Cheney: “¡Rezo por el petróleo iraquí!”
Atilio A. Borón – Contrainjerencia / Rebelión.- “Mis pensamientos y mis plegarias están con los pozos de petróleo iraquíes”. Lo acaba de declarar Dick Cheney, ex vicepresidente de EEUU bajo George W. Bush. Textualmente dijo que: “My thoughts and prayers are with the Iraqi oil wells.” (Fuente: http://www.newyorker.com/online/blogs/borowitzreport/2014/06/dick-cheney-my-thoughts-and-prayers-are-with-the-iraqi-oil-wells.html#entry-more).
Cheney es un criminal de guerra que junto a su jefe, George W. Bush, invadió a Irak, destruyó una de las más antiguas civilizaciones del planeta, provocó la muerte de más de un millón de personas y el desplazamiento de varios millones más, y alteró definitivamente, para mal, el delicadísimo equilibrio político que había hecho posible la convivencia de distintas ramas del Islam en un sólo país. Este personaje fue durante largos años miembro del Directorio de Halliburton, aún cuando se desempeñaba como vicepresidente. Denuncias varias indican que entre el 2003 y el 2006 esa empresa fue beneficiada con contratos de “reconstrucción” en Irak por valor de 16.000 millones de dólares, en su mayor parte ofrecidos de manera directa y sin licitación.
Luego de la “tarea civilizadora” de las tropas norteamericanas Irak se hundió en una lucha fratricida de una virulencia pocas veces vista. Ahora Cheney confiesa lo que sabíamos que subyacía a la mentirosa prédica norteamericana cuando declaraba que EEUU iba a Irak para llevar la libertad, la justicia, la democracia y los derechos humanos. Lo mismo están queriendo hacer en Siria, Ucrania y Venezuela, y hay que estar en permanente vigilancia para frustrar sus tenebrosos designios. Lo que Cheney revela puede describirse poéticamente, parafraseando un tema de los Beatles: “all you need is OIL, OIL is all you need!,” No es amor sino petróleo. No reza por los muertos, por los mutilados, por los centenares de miles de huérfanos. No; este estadista ejemplar de la no menos ejemplar democracia estadounidense reza por el petróleo y por la millonada que pueden perder Halliburton y las petroleras norteamericanas. Lo demás no le importa. Es un canalla pero, admitámoslo, al menos es sincero.
