Dieci contro uno: il dibattito 'plurale' su Cuba alla Televisione Coloniale Spagnola (Versione italiana: cliccare CC sul video, selezionare la lingua e riprodurre. Potete leggere il testo in italiano più in basso).
A dix contre un: le débat "pluriel" sur Cuba à la télévision coloniale espagnole (Version française: Appuyez sur CC sur l'écran vidéo, sélectionnez la langue et de reproduire. Texte français peut être lu ci-dessous).
Dez contra um: o debate “plural” sobre Cuba na Televisão Colonial Espanhola (Version française: Appuyez sur CC sur l'écran vidéo, sélectionnez la langue et de reproduire. Texte français peut être lu ci-dessous).
Ten against one: the 'plural' debate about Cuba in Spanish colonial television (English version: click CC on video screen, select language and play. Text in English can be found below).
El “debate” en el que “todo el mundo” pensaba “completamente diferente” en realidad, fue un diálogo reafirmativo entre 10 personas que expresaban lo mismo: que Cuba es una dictadura. Cuatro políticos -incluido el de Podemos-, dos periodistas, la representante de un grupo “disidente” y el presentador del programa, con el apoyo de dos corresponsales en La Habana y Miami. Edición: Esther Jávega.
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Diez contra uno: el debate `plural´ sobre Cuba en la Televisión Colonial Española
José Manzaneda, coordinador de Cubainformación.- “Yo estoy hablando de la libertad de las personas, a decir, a pensar. (…) Aquí tenemos un ejemplo, en este debate que hemos tenido hace un momento: personas que opinan -todo el mundo- completamente diferente y no pasa nada”. Eran las palabras de Elena Larrinaga, presidenta del “Observatorio Cubano de Derechos Humanos”, en el programa “El debate de la 1”, sobre la figura de Fidel Castro (1). Su mensaje: España es el ejemplo para Cuba en materia de libertad de expresión.
Pero, ¿es cierto que allí hubo un “debate” entre personas que opinaban “completamente diferente”? Vamos a comprobarlo: “Fidel Castro ha sido un dictador, de eso no cabe la menor duda” (Rubén Moreno, Partido Popular). “Se convirtió en un dictador” (Javier Lasarte, PSOE). “Ha sido un dictador que durante 60 años ha gobernado con mano férrea” (Saúl Ramírez, Ciudadanos). “Se convirtió en un tirano al frente de una dictadura” (Francisco Rosell, periodista de El Mundo). “Un régimen de falta de libertades que yo conozco bien porque he ido muchas veces allí” (Fernando Jáuregui, analista político).
A este coro se unía, de manera sorprendente, el representante de Unidos Podemos Segundo González, para decir, más o menos, lo mismo: “(Fidel fue) el líder de una dictadura y de un régimen que en materia de democracia es cuestionable”.
Es decir, que el “debate” en el que “todo el mundo” pensaba “completamente diferente” en realidad, fue un diálogo reafirmativo entre 10 personas que expresaban lo mismo: que Cuba es una dictadura. Cuatro políticos, dos periodistas, la representante de un grupo “disidente” y el presentador del programa, con el apoyo de dos corresponsales en La Habana y Miami.
El programa, eso sí, tuvo la gentileza de invitar a un defensor de la Revolución: el cubano Lázaro Oramas, miembro de Cubainformación y de la asociación Euskadi-Cuba (2). “Fidel (…) ha sido un hombre que ha trabajado incansablemente por los derechos humanos no solo para el pueblo cubano sino para los pueblos del mundo, para los pueblos desposeídos, esquilmados, explotados.”
El presentador –y director del programa- Julio Somoano adoptó el papel de fiscal en un juicio político tanto a Fidel Castro como al propio invitado: “Yo sé que los cubanos votan –se dirigía a Lázaro Oramas-, pero en la dictadura de Francisco Franco también votaban los españoles. (…) Podemos comparar la figura de los dos dictadores”.
Trató, eso sí, de vender la idea de que aquello era un verdadero “debate” y ejemplo del que Cuba puede aprender: “Se trata en este debate de que entre todos aportemos desapasionadamente datos para que los telespectadores lleguen a sus conclusiones. (…) Como director de este debate, le digo que el truco es que las personas piensen diferente para que haya debate. Nos vamos a Miami”.
Allí se escucharon los habituales tópicos sobre Cuba. Por ejemplo, sobre su emigración. “Si ese supuesto paraíso fuera así, la gente no querría salir de ese país, querría mantenerse allí”, decía el periodista de El Mundo. “No me puede decir que (Cuba) es una sociedad utópica cuando cientos de miles de compatriotas suyos, que también son cubanos, se han exiliado, se han tenido que exiliar”, se dirigía a Oramas el político de Ciudadanos. Tres falsedades en una: primero, en ningún momento Lázaro Oramas había descrito a su país como un “paraíso” o una “utopía”. Segundo, la emigración cubana actual es económica, idéntica a la del resto de la región, pero la única que es denominada “exilio” gracias a la propaganda (3). Y tercero, las cifras de emigración cubana están en la media de la región, a pesar de los privilegios de la Ley de Ajuste Cubano de EEUU: El Salvador, por ejemplo, tiene -en relación a su censo- más del doble de población en EEUU que Cuba (4).
Pero aún hay más. El periodista del diario “El Mundo” se atrevía a ensalzar los supuestos “logros económicos” de la dictadura de Batista: “La Cuba previa a Castro era una Cuba que tenía más renta per cápita que la propia España” (5). Cierto o falso este dato macroeconómico, poco refleja sobre las gigantescas bolsas de miseria del país, con un 35% de la población activa con empleo solo la mitad del año, o sobre la terrible situación del campesinado: el 43 % era analfabeto, el 60% vivía en barracones sin agua corriente, el 90% sin electricidad, y solo el 8% recibía atención médica pública (6) (7).
Pero que el único defensor de la Revolución cubana en el plató se tuviera que enfrentar, entre constantes interrupciones, a diez contrincantes, no impidió las constantes lecciones a Cuba sobre libertad de prensa: “¿Este debate se podría hacer ahora mismo en Cuba, le pregunto yo?”, increpó al invitado.
Evidentemente, en la Televisión Cubana no sería posible un debate así. En primer lugar, porque ningún país sometido al bloqueo económico y a la injerencia permanente de una superpotencia le daría voz a quien apoya este bloqueo y es financiado por dicha superpotencia, tal como trató de explicar, entre interrupciones, Lázaro Oramas. “Vd. dirige el Observatorio Cubano de Derechos Humanos –se dirige a Elena Larrinaga- y Vd. no desvela sus fuentes de financiación. La financiación viene del Gobierno de EEUU a través de la NED (National Endowment for Democracy), que es una tapadera de la CIA” (8) (9). “Esto es un debate de ideas –se lanzó el presentador a defender a Larrinaga-. Yo a Vd. no le digo de dónde vienen sus fondos, yo no le digo si alguien le paga. Lo importante es que aquí muestre sus ideas”.
En segundo lugar, porque ningún país que defienda su soberanía daría el menor espacio televisivo a mensajes neocolonialistas, impropios de este siglo, cargados de prepotencia, paternalismo y descarada injerencia: “¿Cuál debe ser por tanto el papel de Europa y el de España en el futuro de Cuba?”, introducía el presentador. “España tiene que jugar un papel fundamental en esta transición que se tiene que producir en la Isla”, sentenciaba el portavoz de Ciudadanos. “España tiene que liderar, liderar, fíjese lo que le digo, la ayuda al proceso de democratización de Cuba”, subrayaba Fernando Jauregui. “Lo que tiene que intentar (España) es facilitar esa transición”, repetía el representante del PP.
Ante esta descarada demostración de neocolonialismo, la justificación de Elena Larrinaga no tiene desperdicio. “Cuando ellos hablan de ayudar, no están hablando de tutelar. Cuando un maestro, en el colegio, enseña a un niño, le enseña su experiencia y la información que ha adquirido. Y luego el niño decide”. “Pero nosotros no somos niños, no somos menores de edad”, le respondía Oramas. “En cuestiones de democracia sí”, sentenciaba Larrinaga.
Lázaro Oramas dejó claro entonces cuál es el sentimiento de cualquier cubano o cubana que valore el precio de su soberanía. “Lo que están hablando y comentando aquí, con todos mis respetos, está en las antípodas del sentimiento del pueblo cubano. Total. En primer lugar no aceptamos ningún tutelaje: ni de España, ni de La Unión Europea, ni de EEUU, en los asuntos internos de Cuba. (…) Cuba es un país libre, soberano e independiente y el pueblo lo es. (…) No queremos la democracia burguesa occidental, no la queremos. Queremos la democracia que tenemos, que la construye la mayoría del pueblo cubano. (…) Además, no vamos a dejar morir jamás las ideas de (Carlos Manuel de) Céspedes, de (Ignacio) Agramonte, de (José) Martí, de Mariana (Grajales), de (Julio Antonio) Mella, de Fidel (Castro), del Che (Guevara). Ese es nuestro camino. Y no hay más”.
Poco más que añadir. Salvo que –visto lo visto- la espada de Antonio Maceo con la que combatió al Ejército español debe seguir… bien afilada.
(1) (Desde min. 00:49 aprox.) http://www.rtve.es/television/20161129/negociacion-presupuestos-futuro-cuba/1448080.shtml
(4) http://especiales.publico.es/hemeroteca/550976/el-trafico-de-cubanos-a-los-eeuu
(5) https://jovencuba.com/2014/09/22/por-que-la-revolucion-2/
Dieci contro uno: il dibattito 'plurale' su Cuba alla Televisione Coloniale Spagnola
José Manzaneda, coordinatore Cubainformacion
Traduzione Francesco Monterisi
"Sto parlando della libertà delle persone, vale a dire, a pensare. (...) Qui abbiamo un esempio, in questo dibattito che abbiamo avuto un momento fa: le persone che opinano -tutti- in modo completamente differente e non succede nulla". Erano le parole di Elena Larrinaga, presidentessa dell' "Osservatorio Cubano dei Diritti Umani" nel programma "Il dibattito della 1", sulla figura di Fidel Castro (1). Il suo messaggio: la Spagna è l'esempio per Cuba in materia di libertà di espressione.
Ma è vero che lì si ebbe un "dibattito" tra persone che opinavano in modo "completamente diverso"? Controlliamo: "Fidel Castro è stato un dittatore, senza dubbio" (Ruben Moreno, Partito Popolare). "E' diventato un dittatore" (Javier Lasarte, PSOE). "E' stato un dittatore che per 60 anni ha governato con mano ferrea" (Saul Ramirez, Ciudadanos). "E' diventato un tiranno a capo di una dittatura" (Francisco Rosell, giornalista de El Mundo). "Un regime con mancanza di libertà che io conosco bene perché sono stato molte volte lì" (Fernando Jáuregui, analista politico).
A questo coro si univa, a sorpresa, il rappresentante di Unidos Podemos Segundo González, per dire, più o meno, lo stesso: "(Fidel era) il capo di una dittatura e di un regime che in materia di democrazia è discutibile" .
Cioè, che il "dibattito" in cui "tutti" pensavano "completamente differente" in realtà fu un dialogo riaffermativo tra 10 persone che esprimevano la stessa cosa: che Cuba è una dittatura. Quattro politici, due giornalisti, il rappresentante di un gruppo "dissidente" ed il presentatore del programma, con il supporto di due corrispondenti a L'Avana e Miami.
Il programma, questo sì, ebbe la gentilezza d'invitare un difensore della Rivoluzione, il cubano Lazaro Oramas, membro di Cubainformación e dell'associazione Euskadi-Cuba (2). "Fidel (...) è stato un uomo che ha lavorato instancabilmente per i diritti umani, non solo per il popolo cubano, ma per i popoli del mondo, per i popoli diseredati, impoveriti, sfruttati".
Il presentatore -e direttore del programma- Julio Somoano ha adottato il ruolo di pubblico ministero nel processo politico sia a Fidel Castro come allo stesso invitato: "So che i cubani votano -rivolgendosi a Lazaro Oramas- ma anche nella dittatura di Francisco Franco gli spagnoli votavano. (...) Possiamo confrontare la figura dei due dittatori".
Ha provato, sì, a vendere l'idea che quello era un vero "dibattito" ed esempio che Cuba può apprendere: "Si tratta in questo dibattito che tra tutti, spassionatamente, apportiamo dati affinché i telespettatori giungano alle loro conclusioni. (...) Come direttore di questo dibattito, dico che il trucco è che le persone pensino in modo diverso affinché ci sia dibattito. Andiamo a Miami".
Lì si sono ascoltati i soliti luoghi comuni su Cuba. Ad esempio, sulla sua emigrazione. "Se questo presunto paradiso fosse così, la gente non vorrebbe lasciare quel paese, vorrebbe rimanere lì", ha detto il giornalista di El Mundo. "Non mi può dire che (Cuba) è una società utopica quando centinaia di migliaia di suoi connazionali, che anche sono cubani sono andati in esilio, hanno dovuto andare in esilio" si dirigeva a Oramas il politico di Ciudadanos. Tre falsità in una: in primo luogo, in alcun momento Lazaro Oramas aveva descritto il suo paese come un "paradiso" o un' "utopia". In secondo luogo, l'attuale emigrazione cubana è economica, identica a quella del resto della regione, ma l'unica che è chiamata "esilio" grazie alla propaganda (3). E terzo, le cifre dell'emigrazione cubana sono nella media della regione, nonostante i privilegi della Legge di Aggiustamento Cubano degli USA: El Salvador, per esempio, ha -in relazione al suo censimento- più del doppio della popolazione negli USA di Cuba (4).
Ma c'è di più. Il giornalista del quotidiano "El Mundo" osava esaltare i presunti "successi economici" della dittatura di Batista: "La Cuba prima di Castro era una Cuba che aveva più reddito pro capite della stessa Spagna" (5). Vero o falso questo dato macroeconomico, poco riflette le gigantesche sacche di miseria del paese, con un 35% della popolazione attiva impiegata solo la metà dell'anno, o sulla terribile situazione dei contadini: il 43% era analfabeta, il 60% viveva in baracche senza acqua corrente, il 90% senza elettricità e solo l'8% riceveva l'assistenza sanitaria pubblica (6) (7).
Ma che l'unico difensore della Rivoluzione cubana sul set abbia dovuto affrontare, tra costanti interruzioni, dieci avversari non ha impedito le costanti lezioni, a Cuba, sulla libertà di stampa: "Questo dibattito si potrebbe fare, in questo momento, a Cuba, io le chiedo?" ha rimproverato all'ospite.
Ovviamente, nella Televisione Cubana un tale dibattito non sarebbe possibile. In primo luogo, perché nessun paese sottomesso al blocco economico ed alla permanente ingerenza di una superpotenza darebbe voce a chi appoggia questo blocco ed è finanziato da detta superpotenza, come cercava di spiegare, tra interruzioni, Lazaro Oramas. "Lei dirige l'Osservatorio Cubano dei Diritti Umani -si rivolge a Elena Larrinaga- e Lei non divulga le sue fonti di finanziamento. Il finanziamento viene dal governo USA attraverso il NED (National Endowment for Democracy), che è una copertura della CIA" (8) (9). "Questo è un dibattito di idee – si è lanciato il presentatore a difendere Larrinaga-. Io a Lei non le dico da dove provengono i suoi fondi, io non le dico se qualcuno la paga. L'importante è che qui mostri le sue idee".
In secondo luogo, perché nessun paese che difende la sua sovranità darebbe il minimo spazio televisivo a messaggi neocolonialisti, indegni di questo secolo, pieni di arroganza, paternalismo e palese ingerenza: "Quale deve essere, quindi, il ruolo dell'Europa e della Spagna nel futuro di Cuba?", introduceva il presentatore. "La Spagna deve svolgere un ruolo fondamentale in questa transizione che deve prodursi sull'isola", diceva il portavoce di Ciudadanos. "La Spagna deve guidare, guidare, attento a quello che dico, l'aiuto al processo di democratizzazione di Cuba", ha sottolineato Fernando Jauregui. "Ciò che deve cercare di fare (la Spagna) è facilitare questa transizione", ha ripetuto il rappresentante del PP.
Di fronte a questa sfacciata dimostrazione di neocolonialismo, la giustificazione di Elena Larrinaga non ha paragoni. "Quando loro parlano di aiutare, non parlano di tutelare. Quando un insegnante, in una scuola, insegna ad un bambino, gli insegna la sua esperienza e le informazioni acquisite. E poi il bambino decide". "Ma noi non siamo bambini, non siamo minorenni", le ha risposto Oramas. "In materia di democrazia sì", sentenziava Larrinaga.
Lazaro Oramas ha chiarito allora qual è il sentimento di qualsiasi cubano/a che valuti il prezzo della sua sovranità. "Ciò di cui stanno parlando e commentando qui, con tutto il mio rispetto, è agli antipodi del sentimento del popolo cubano. Totale. In primo luogo non accettiamo alcuna tutela: né dalla Spagna né dall'Unione Europea, né dagli USA, negli affari interni di Cuba. (...) Cuba è un paese libero, sovrano e indipendente ed il popolo lo è. (...) Non vogliamo la democrazia borghese occidentale, non la vogliamo. Vogliamo la democrazia che abbiamo, che la costruisce la maggior parte del popolo cubano. (...) Inoltre, non lasceremo mai morire le idee di (Carlos Manuel de) Céspedes, di (Ignacio) Agramonte, di (José) Marti, di Mariana (Grajales) di (Julio Antonio) Mella, di Fidel (Castro ), del Che (Guevara). Questo è il nostro cammino. E non altri".
Poco altro da aggiungere. Salvo che visto quanto visto - la spada di Antonio Maceo con cui combatté l'Esercito spagnolo deve continuare ... ben affilata.
1.(Desde min. 00:49 aprox.) http://www.rtve.es/television/20161129/negociacion-presupuestos-futuro-cuba/1448080.shtml
4.http://especiales.publico.es/hemeroteca/550976/el-trafico-de-cubanos-a-los-eeuu
5.https://jovencuba.com/2014/09/22/por-que-la-revolucion-2/
A dix contre un: le débat "pluriel" sur Cuba à la télévision coloniale espagnole
José Manzaneda, coordinateur de Cubainformación
Traduction par Rosa-Mari LOU
Soustitres para Antonio García Moreno
"Je parle de la liberté des personnes, de dire, de penser. (...) Ici, nous avons un exemple, dans le débat que nous avons eu il y a un moment : des personnes qui pensent –tout le monde- de façon complètement différente et rien ne se passe ". C’étaient les mots d'Elena Larrinaga, présidente de l ' "Observatoire cubain des droits de l'homme" dans l’émission "Le débat de la 1", sur le personnage de Fidel Castro (1). Son message : L'Espagne est l'exemple pour Cuba en matière de liberté d'expression.
Mais, est-il certain qu'il y ait eu un "débat" entre des gens qui pensaient de façon "complètement différente" ? Nous allons le vérifier : "Fidel Castro a été un dictateur, ce qui ne fait pas le moindre doute" (Ruben Moreno, Parti populaire). "Il est devenu un dictateur" (Javier Lasarte, PSOE). "Il a été un dictateur qui, pendant 60 ans, a gouverné d'une main de fer" (Saul Ramirez, Ciudadanos). "Il est devenu un tyran à la tête d’une dictature" (Francisco Rosell, journaliste à El Mundo). "Un régime de manque de libertés que je connais bien parce que j’y suis allé plusieurs fois" (Fernando Jáuregui, analyste politique).
A ce chœur s’unissait, de manière surprenante, le représentant de Unidos Podemos, Secundo González, pour dire plus ou moins la même chose : "(Fidel fut) le leader d'une dictature et d’un régime qui en matière de démocratie est contestable".
Autrement dit, le "débat" dans lequel "tout le monde" pensait de manière "complètement différente" était en réalité un dialogue affirmatif entre 10 personnes exprimant la même chose : que Cuba est une dictature. Quatre hommes politiques, deux journalistes, la représentante d'un groupe "dissident" et le présentateur de l’émission, avec le soutien de deux correspondants à La Havane et à Miami.
L’émission, il est vrai, a eu la gentillesse d'inviter un défenseur de la Révolution, le Cubain Lazaro Oramas, membre de Cubainformación et de l’association Euskadi-Cuba (2). "Fidel (...) a été un homme qui a travaillé sans relâche pour les droits de l'homme non seulement pour le peuple cubain mais pour les peuples du monde entier, les peuples dépossédés, rançonnés, exploités".
Le présentateur -et directeur de la programmation- Julio Somoano a endossé le rôle de procureur dans la mise en accusation à la fois de Fidel Castro et de l’invité lui-même : "Je sais que les Cubains votent –il s’adressait à Lazare Oramas- mais pendant la dictature de Francisco Franco, les Espagnols votaient également (...) Nous pouvons comparer les personnages des deux dictateurs ".
Il a essayé, ça oui, de vendre l'idée qu’il s’agissait d’un véritable "débat" dont Cuba pouvait prendre exemple : "Il s’agit, dans ce débat, de tous apporter des faits pour que les téléspectateurs en tirent leurs propres conclusions. (...) En tant que responsable de ce débat, je dis que l'astuce est que les gens pensent différemment pour qu’il y ait débat. Nous partons pour Miami ".
Là, on a entendules clichés habituels sur Cuba. Par exemple, sur son émigration. "Si ce supposé paradis était ainsi, les gens ne voudraient pas quitter ce pays, il voudrait y rester", disait le journaliste d'El Mundo. " Vous ne pouvez pas me dire que (Cuba) est une société utopique alors que des centaines de milliers de ses compatriotes, qui sont aussi Cubains se sont exilés, ont dû s’exiler" disait-il, en s’adressant à Oramas, le politicien de Ciudadanos. Trois mensonges en un : d'abord, à aucun moment Lazaro Oramas n’a décrit son pays comme un "paradis" ou une "utopie". Deuxièmement, l’émigration cubaine actuelle est économique, identique à celle du reste de la région, mais c’est la seule qui est appelée "exil" grâce à la propagande (3). Et troisièmement, les chiffres de l'émigration cubaine sont dans la moyenne de la région, malgré les privilèges de la Loi d'ajustement cubain des Etats Unis. Le Salvador, par exemple, a proportionnellement plus du double de population aux États-Unis que Cuba (4).
Mais il y a plus. Le journaliste du quotidien "El Mundo" osait vanter les supposées "réalisations économiques" de la dictature de Batista : " Le Cuba d’avant Castro était un Cuba qui avait un revenu par habitant plus élevé que l'Espagne elle-même" (5). Vrai ou fausse, cette donnée macroéconomique, reflète peu les gigantesques poches de pauvreté du pays, avec 35% de la main-d'œuvre pourvue d’un emploi pendant seulement la moitié de l'année, ou sur la terrible situation de la paysannerie : 43% étaient analphabètes, 60 % vivaient dans des baraquements sans eau courante, 90% sans électricité, et seulement 8% recevaient des soins de santé publique (6) (7).
Mais que le seul défenseur de la Révolution cubaine sur le plateau ait dû affronter, interrompu constamment, à dix adversaires, n'a pas empêché les leçons constantes à Cuba sur la liberté de la presse : "Ce débat pourrait se faire maintenant à Cuba, je vous le demande ? " sermonna l'invité.
De toute évidence, à la télévision cubaine un tel débat ne serait pas possible. En premier lieu, parce qu'aucun pays soumis à un blocus économique et à l'ingérence permanente d’une superpuissance donnerait la parole à quelqu’un qui soutient ce blocus et qui est financé la superpuissance en question, comme l’a essayé d'expliquer Lazaro Oramas, entre deux interruptions. "Vous dirigez l’Observatoire des droits de l’homme de Cuba – il s’adresse à Elena Larrinaga- et vous ne divulguez pas vos sources de financement. Le financement provient du gouvernement des États-Unis par le biais de la NED (National Endowment for Democracy), qui est un écran pour la CIA "(8) (9). "Ceci est un débat d'idées, -a lancé le présentateur pour défendre Larrinaga-, je ne vous demande pas d’où vient votre financement, je ne vous demande pas si quelqu'un vous paie. Ce qui est important c’est qu’ici vous montriez vos idées ".
En second lieu, parce qu'aucun pays qui défend sa souveraineté ne donnerait le moindre espace télévisé aux messages néocolonialistes, indigne de ce siècle, pleins d'arrogance, de paternalisme et l'ingérence effrontée : "quel devront-être pour autant le rôle de l'Europe et de l'Espagne dans l’avenir de Cuba ?", a lançéle présentateur. "L'Espagne doit jouer un rôle clé dans cette transition qui doit se produire sur l'île", a jugé le porte-parole de Ciudadanos. "L'Espagne doit diriger, diriger, retenez bien ce que je dis, l’aide au processus de démocratisation de Cuba", a souligné Fernando Jauregui. "Ce que nous devons tenter (l’Espagne) c’est de faciliter cette transition," a répété le représentant du PP.
Face à cette démonstration effrontée de néocolonialisme, la justification d’Elena Larrinaga n’est pas en pure perte. "Quand ils parlent d'aider, ils ne parlent pas de tutelle. Quand un professeur, au collège, apprend à un enfant, il enseigne son expérience et l’information qu'il a acquise. Et puis l'enfant décide ". "Mais nous ne sommes pas des enfants, nous ne sommes pas des mineurs," lui a répondu Oramas. "En matière de démocratie, si ", a jugé Larrinaga.
Lazare Oramas a expliqué alors clairement quel est le ressenti de tout cubain, homme ou femme qui tient à sa souveraineté. "Ce dont vous parlez et commentez ici, avec tout le respect que je vous dois, est aux antipodes du sentiment du peuple cubain. Totalement. En premier lieu, nous n'acceptons aucune tutelle : ni de l'Espagne ni de l'Union européenne, ni les États-Unis, dans les affaires intérieures de Cuba. (...) Cuba est un pays libre, souverain et indépendant et le peuple idem, (...) Nous ne voulons pas la démocratie bourgeoise occidentale, nous ne la voulons pas. Nous voulons la démocratie que nous avons construite avec la majorité du peuple Cubain. (...) De plus, nous ne laisserons jamais mourir les idées de (Carlos Manuel de) Céspedes, de (Ignacio) Agramonte, de (Jose) Marti, de Mariana (Grajales) de (Julio Antonio) Mella, de Fidel (Castro), du Che (Guevara). C’est notre chemin. Et il n’y en a pas d’autre".
Pas grand-chose à rajouter. Sauf que - vu ce qu’on a vu- l'épée d’Antonio Maceo avec laquelle il a combattu l'armée espagnole doit rester ... bien affutée.
(1) (Desde min. 00:49 aprox.) http://www.rtve.es/television/20161129/negociacion-presupuestos-futuro-cuba/1448080.shtml
(4) http://especiales.publico.es/hemeroteca/550976/el-trafico-de-cubanos-a-los-eeuu
(5) https://jovencuba.com/2014/09/22/por-que-la-revolucion-2/
Dez contra um: o debate “plural” sobre Cuba na Televisão Colonial Espanhola
José Manzaneda, coordenador de Cubainformación.
Tradução de Antonio Gabriel Haddad.
“Estou falando da liberdade das pessoas, de dizer, de pensar. (...) Aqui temos um exemplo, nesse debate que tivemos há um momento: pessoas que opinam, todos, de modo completamente diferente e não acontece nada”. Eram as palavras de Elena Larrinaga, presidenta do “Observatório Cubano de Direitos Humanos”, no programa “El debate de la 1”, sobre a figura de Fidel Castro (1). Sua mensagem: Espanha é o exemplo para Cuba em matéria de liberdade de expressão.
Mas é correto que ali houve um “debate” entre pessoas que opinavam de modo “completamente diferente”? Vamos comprovar: “Fidel Castro foi um ditador, sobre isso não cabe a menor dúvida” (Rubén Moreno, Partido Popular). “Ele se transformou em um ditador” (Javier Lasarte, PSOE). “Foi um ditador que durante 60 anos governou com mão de ferro” (Saúl Ramírez, Ciudadanos). “Ele se transformou em um tirano à frente de uma ditadura” (Francisco Rosell, jornalista de El Mundo). “Um regime de falta de liberdades que conheço bem porque estive muitas vezes ali” (Fernando Jauregui, analista político).
A esse coro se uniu, surpreendentemente, o representante de Unidos Podemos, Segundo González, para dizer mais ou menos o mesmo: “Foi o líder de uma ditadura e de um regime que, em matéria de democracia, é questionável”.
Ou seja, o “debate” em que “todos” pensavam de maneira “completamente diferente”, na realidade, foi um diálogo reafirmativo entre dez pessoas que expressavam o mesmo: Cuba é uma ditadura. Quatros políticos, dois jornalistas, a representante de um grupo “dissidente” e o apresentador do programa, com o apoio de dois correspondentes, em Havana e em Miami.
O programa, é verdade, teve a gentileza de convidar um defensor da revolução: o cubano Lázaro Oramas, membro de Cubainformación e da associação Euskadi-Cuba (2). “Fidel (...) foi um homem que trabalhou incansavelmente pelos direitos humanos não apenas para o povo cubano, mas para os povos do mundo, para os povos despossuídos, empobrecidos, explorados.”
O apresentador e diretor do programa, Julio Somoano, adotou o papel de promotor em um julgamento político tanto de Fidel Castro como do próprio convidado: “Eu sei que os cubanos votam”, dirigindo-se a Lázaro Oramas, “mas na ditadura de Francisco Franco os espanhóis também votavam. (...) Podemos comparar a figura dos dois ditadores”.
Somoano tentou vender a ideia de que aquilo era um verdadeiro “debate” e exemplo com o qual Cuba poderia aprender: “Tenta-se, nesse debate, que todos apresentemos desapaixonadamente dados para que os telespectadores cheguem a suas conclusões. (...) Como diretor desse debate, digo que o truque é que as pessoas pensem diferente para que haja debate. Vamos a Miami”.
No debate foram ouvidos os habituais tópicos sobre Cuba. Por exemplo, sobre a emigração. “Se esse suposto paraíso fosse assim, as pessoas não iriam querer sair do país, ficariam ali”, dizia o jornalista de El Mundo. “Você não pode me dizer que Cuba é uma sociedade utópica quando centenas de milhares de compatriotas seus, que também são cubanos, se exilaram, tiveram de se exilar”, dizia a Oramas o político de Ciudadanos. Três falsidades em uma: primeiro, em nenhum momento Lázaro Oramas descreveu seu país como um “paraíso” ou uma “utopia”. Segundo, a atual emigração cubana é econômica, idêntica à da região, mas é a única denominada “exílio” graças à propaganda (3). E terceiro, as cifras da emigração cubana estão na média da região, apesar dos privilégios da Lei de Ajuste Cubano dos EUA. El Salvador, por exemplo, em termos percentuais, tem mais que o dobro de população nos EUA que Cuba (4).
Mas há ainda mais. O jornalista do diário El Mundo se atreveu a exaltar as supostas “conquistas econômicas” da ditadura de Batista: “A Cuba anterior a Castro era uma Cuba que tinha renda per cápita maior que a própria Espanha” (5). Verdadeiro ou falso o dado macroeconômico, ele pouco reflete as então gigantescas bolsas de miséria do país, com 35% da população ativa com emprego apenas em metade do ano, ou a terrível situação dos camponeses, com 43% de analfabetismo, com 60% deles vivendo em barracões sem água corrente, 90% sem eletricidade, e com apenas 8% recebendo atendimento médico público (6) (7).
Que o único defensor da revolução cubana no estúdio tivesse de enfrentar, entre constantes interrupções, a dez debatedores, não impediu as constantes lições a Cuba sobre liberdade de imprensa. “Este debate poderia acontecer agora mesmo em Cuba, pergunto?”, desafiou o apresentador ao convidado.
Evidentemente, na Televisão Cubana não seria possível um debate assim. Em primeiro lugar, porque nenhum país submetido ao bloqueio econômico e à ingerência permanente de uma superpotência daria voz a quem apoia esse bloqueio e é financiado pela citada superpotência, como tentou explicar, entre interrupções, Lázaro Oramas. “Você dirige o Observatório Cubano de Direitos Humanos”, referindo-se a Elena Larrinaga, “e não revela suas fontes de financiamento. O financiamento vem do governo dos EUA, por meio da NED (National Endowment for Democracy), que é uma cobertura para a CIA” (8) (9). “Este é um debate de ideias”, lançou-se o apresentador a defender Larrinaga. “Eu não digo a você de onde vêm seus fundos, eu não digo se alguém lhe paga. O que importa aqui é que mostre suas ideias”.
Em segundo lugar, porque nenhum país que defenda sua soberania daria o menor espaço televisivo a mensagens neocolonialistas, impróprias para este século, carregadas de prepotência, paternalismo e descarada ingerência: “Qual deve ser, portanto, o papel da Europa e da Espanha no futuro de Cuba?”, introduzia o apresentador. “A Espanha deve desempenhar um papel fundamental nessa transição que tem que acontecer na ilha”, sentenciava o porta-voz de Ciudadanos. “A Espanha tem que liderar, liderar, preste atenção ao que digo, a ajuda ao processo de democratização de Cuba”, destacava Fernando Jauregui. “O que a Espanha tem que tentar é facilitar essa transição”, repetia o representante do PP.
Diante da descarada demonstração de neocolonialismo, a justificativa de Elena Larrinaga não deixa dúvida. “Quando eles falam de ajudar, não estão falando em tutelar. Quando um professor, no colégio, ensina uma criança, está ensinando sua experiência e a informação que adquiriu. E depois a criança decide”. “Mas não somos crianças, não somos menores de idade”, respondeu Oramas. “Em questões de democracia, sim”, sentenciou Larrinaga.
Lázaro Oramas deixou claro então o sentimento de qualquer cubano ou cubana que valorize o preço de sua soberania. “O que estão dizendo e comentando aqui, com todo o respeito, está na contramão do sentimento do povo cubano. Totalmente. Em primeiro lugar, não aceitamos nenhuma tutela: nem da Espanha, nem da União Europeia, nem dos EUA, em assuntos internos de Cuba. (...) Cuba é um país livre, soberano e independente e seu povo também. (...) Não queremos a democracia burguesa ocidental, não queremos. Queremos a democracia que temos, que é construída pela maioria do povo cubano. (...) Além disso, não vamos deixar morrer jamais as ideias de Carlos Manuel de Céspedes, de Ignacio Agramonte, de José Martí, de Mariana Grajales, de Julio Antonio Mella, de Fidel Castro, de Che Guevara. Esse é nosso caminho. E não há outro”.
Não há muito a acrescentar. Salvo que, visto o que vimos, a espada com que Antonio Maceo combateu o exército espanhol deverá continuar... bem afiada.
(1) (Desde min. 00:49 aprox.) http://www.rtve.es/television/20161129/negociacion-presupuestos-futuro-cuba/1448080.shtml
(4) http://especiales.publico.es/hemeroteca/550976/el-trafico-de-cubanos-a-los-eeuu
(5) https://jovencuba.com/2014/09/22/por-que-la-revolucion-2/
Ten against one: the 'plural' debate about Cuba in Spanish colonial television
Jose Manzaneda, Cubainformacion´s coordinator.
Translated by Laura V. Mor.
"I am talking about the freedom of people, to say, to think. (...) Here is an example, in this debate that we had a moment ago: people -around all world- who say completely different and nothing happens". These were the words of Elena Larrinaga, president of the "Cuban Observatory of Human Rights", in the program "The debate of the 1", on the figure of Fidel Castro (1). The message: Spain is the example for Cuba in the matter of freedom of expression.
But is it true that there was a "debate" between people who thought "completely different"? Let's check it: "Fidel Castro has been a dictator, of that there is no doubt" (Rubén Moreno, Partido Popular). "He became a dictator" (Javier Lasarte, PSOE). "He has been a dictator who for 60 years has ruled with an iron hand" (Saúl Ramírez, Citizens). "He became a tyrant at the head of a dictatorship" (Francisco Rosell, journalist from El Mundo). "A regime of lack of freedom that I know well because I have been there many times" (Fernando Jáuregui, political analyst).
To this chorus was united, surprisingly, the representative of Unidos Podemos Segundo González, to say, more or less, the same thing: "(Fidel was) the leader of a dictatorship and a regime that in the matter of democracy is questionable".
So, the "debate" in which "everybody" thought "completely different" actually was a reaffirmative dialogue between 10 people who expressed the same thing: that Cuba is a dictatorship. Four politicians, two journalists, the representative of a "dissident" group and the host of the program, with the support of two correspondents in Havana and Miami.
The program, however, was kind enough to invite an advocate of the Revolution: the Cuban Lázaro Oramas, a member of Cubainformación and the association Euskadi-Cuba (2). "Fidel (...) has been a man who has worked tirelessly for human rights not only for the Cuban people but for the peoples of the world, for the people dispossessed, depleted, exploited".
The presenter -and program director- Julio Somoano took on the role of prosecutor in a political trial of both Fidel Castro and the guest: "I know that Cubans vote" -he was addressing Lázaro Oramas- "but in the dictatorship of Francisco Franco spanish also voted. (...) We can compare the figure of the two dictators".
He tried to sell the idea that was a real "debate" and an example from which Cuba can learn: "It is in this debate that among all dispassionately contribute data for viewers to reach their conclusions. (...) As the director of this debate, I tell you that the trick is that people think differently for debate. We're going to Miami..."
There we could heard the usual topics about Cuba. For example, about their emigration. "If that supposed paradise were like that, people would not want to leave that country, they would want to stay there", said the El Mundo journalist. "You can´t tell me that (Cuba) is a utopian society when hundreds of thousands of compatriots, who are also Cubans, have been exiled, have had to exile", was addressed to Oramas Ciudadanos´ politician.
Three falsehoods in one: first, at no time had Lázaro Oramas described his country as a "paradise" or a "utopia". Second, current Cuban emigration is economic, identical to that of the rest of the region, but the only one that is called "exile" thanks to propaganda (3).
And in third place, the figures for Cuban emigration are in the region's average, despite the privileges of the US Cuban Adjustment Act: El Salvador, for example, has more than double its population -according to its census- in US than Cuba (4).
But there are still more. The journalist of the newspaper "El Mundo" dared to extol the alleged "economic achievements" to Batista's dictatorship: "Cuba prior to Castro was a Cuba that had more income per capita than Spain itself" (5). True or false, this macroeconomic data reflects little about the gigantic pockets of misery in the country, with 35% of the working population employed only half the year, or the terrible situation of the peasantry: 43% were illiterate, 60% were living in barracks without running water, 90% had no electricity, and only 8% received public health care (6) (7).
But that the only defender of the Cuban Revolution on the set had to confront ten opponents between constant interruptions, did not prevent the constant lessons to Cuba on freedom of the press: "Could be done this debate right now in Cuba, I ask?", rebuked the guest.
Obviously, in the Cuban Television would not be possible a debate like this. In the first place, because no country subjected to the economic blockade and permanent interference of a superpower would give voice to the one who supports this blockade and is financed by the superpower, as Lázaro Oramas tried to explain between interruptions. "You directs the Cuban Observatory on Human Rights - it addresses Elena Larrinaga - and you do not reveal your sources of funding. The funding comes from the US Government through the NED (National Endowment for Democracy), which is a cover of the CIA" (8) (9). "This is a debate of ideas", the presenter ventured to defend Larrinaga. I don´t tell you where your funds come from, I do not tell you if someone pays you. The important thing is that here you show your ideas".
Secondly, because no country that defends its sovereignty would give the least television space to neocolonialist messages, unfit for this century, loaded with arrogance, paternalism and brazen interference: "What should be the role of Europe and Spain in the future of Cuba?", introduced the presenter. "Spain has to play a fundamental role in this transition that has to be produced on the island", said the Citizens spokesperson. "Spain has to lead, lead, look what I say, help the process of democratization of Cuba", stressed Fernando Jauregui. "What have to try (Spain) is to facilitate that transition," repeated the representative of the PP.
Before this brazen demonstration of neocolonialism, the justification of Elena Larrinaga is not wasted. "When they talk about helping, they are not talking about tutelage. When a teacher teaches a child at school, he or she teaches you about your experience and the information you have acquired. And then the boy decides". "But we are not children, we are not minors," replied Oramas. "In matters of democracy", said Larrinaga.
Lazaro Oramas made clear then what is the feeling of any Cuban or Cuban who values the price of their sovereignty. "What they are talking and commenting here, with all my respect, is in the antipodes of the Cuban people's sentiment. Total. In the first place we don´t accept any tutelage: neither from Spain, nor from the European Union, nor from the US, in the internal affairs of Cuba. (...) Cuba is a free, sovereign and independent country and the people are (...). We do not want Western bourgeois democracy, we do not want it. We want the democracy we have, which is built by the majority of the Cuban people. (...) In addition, we are not going to let the ideas of Carlos Manuel de Céspedes, (Ignacio) Agramonte, (José) Martí, Mariana (Grajales), (Julio Antonio) Mella, Fidel (Castro), Che (Guevara). That is our way. And there is no more".
Little more to add. Except that -as it´s seen- the sword of Antonio Maceo with which he fought against the Spanish Army must continue ... well sharpened.
(1) (00:49 m.) http://www.rtve.es/television/20161129/negociacion-presupuestos-futuro-cuba/1448080.shtml
(4) http://especiales.publico.es/hemeroteca/550976/el-trafico-de-cubanos-a-los-eeuu
(5) https://jovencuba.com/2014/09/22/por-que-la-revolucion-2/
