Cubainformación.- Hablamos sobre la guerra cultural contra Cuba y también sobre la necesidad de diálogo entre artistas de la Isla, con Marta Campos, trovadora y vicepresidenta primera de la Asociación de Músicos de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba, en el XVI Encuentro Estatal de Solidaridad con Cuba, celebrado en Valencia del 14 al 16 de octubre de 2022.
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Campos recuerda que existe todo un sistema de enseñanza artística que creó, desarrolló y mantuvo la Revolución y del que algunos artistas, que son producto de él, parece que se han olvidado. Señala que respeta a quien tomó, con total libertad, un camino distinto de quienes se quedaron en el país, y exige "el mismo respeto hacia a mí". De igual modo, a quienes ahora, desde Miami, atacan a Cuba desde posiciones mercenarias, les pide "un mínimo de dignidad".
También hablamos de censura. Marta Campos recuerda que en Europa han censurado medios como Russia Today, al que en Cuba existe pleno acceso. "Quien esté libre de culpa que tire la primera piedra", resume.
Remarca el papel de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), donde conviven -hoy más que nunca- muy diferentes ideas, donde se dialoga con respeto y se habla con claridad de los problemas. "No somos en absoluto cerrados", subraya.
Equipo de fotografía: Rafael Pérez Benlloch, Ana Gil, Andoni Iturbe, Roynel Fernández Veloso, José Manzaneda y militancia del MESC (Movimiento Estatal de Solidaridad con Cuba).
Video: Ana Gil y Lázaro Oramas.
A lo largo de varias semanas se irá publicando una veintena de entrevistas y conversatorios de este XVI Encuentro. Todos los materiales podrán visionarse en este apartado: Cobertura completa en Cubainformación: XVI Encuentro Estatal de Solidaridad con Cuba: Puerto de Sagunto (València), 14 al 16 de octubre de 2022
Marta Campos, trovadora cubana
“Hay que salvar la Revolución a través de la Cultura”
Entrevista: José MANZANEDA
Transcripción: José Mª ALFAYA
Cubainformación
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Conversamos con Marta Campos que, además de ser una de las grandes trovadoras cubana, es vicepresidenta primera de la Asociación de Músicos de la UNEAC (Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba).
- Se habla mucho de guerra cultural contra Cuba. ¿Cuánto es de preocupante?
- Siempre hemos tenido preocupación en relación a nuestro “vecino” del Norte. El primer hecho cultural de nuestro país fue el propio triunfo de la Revolución, que marcó, para nuestra sociedad, grandes transformaciones. Fue un cambio hacia una sociedad más inclusiva, más comprometida con los humildes, con los pobres, para que pudieran tener acceso a una cultura que, hasta aquel momento, era para la élite.
Llega la Revolución y esos jóvenes bajan de la Sierra, con ideas de transformar toda la sociedad, y por supuesto la cultura no se quedaba atrás. Y el primer gran paso cultural que se dio fue la campaña de alfabetización, que todo el mundo aprendiera a escribir, a leer y, a través de eso, a pensar y saber escoger, saber defender lo que se comenzaba a entregar a un pueblo que, hasta entonces, desconocía su propia cultura.
Llegar al campesinado fue importante. Y después crear las instituciones culturales. Era un proceso de cambio importante: la cultura se ofrece gratuitamente, es la cultura para el pueblo, para que todas y todos tengan la oportunidad de leer un libro, para que el pueblo pueda estudiar una carrera como la que estudié yo y mis compañeros, grandes artistas cubanos que tuvimos la posibilidad, sobre todo a partir de mi generación. Yo tenía cinco años cuando triunfó la Revolución, que me dio la oportunidad de escoger lo que yo quería escoger: la música. Y el pueblo se va formando. Se le da la oportunidad de estudiar ballet a quien tenga la vocación, al que tenga oído musical, al que pueda recitar…
Y la cultura es la que permite al pueblo miles de análisis: por qué llegamos a esto, por qué vamos a discutir esto otro. Y debemos profundizar, en estos momentos, en esas ideas que se plantearon desde el principio. Y que estamos defendiendo todavía. Porque el enemigo está ahí. Cada día es más agresivo y sabe que la cultura es un renglón en el que pueden incidir, puede envolver.
Han sido y son momentos muy duros los de Cuba durante y después de la pandemia. Pero se ha seguido creando, haciendo canciones, pintando. Ha sido un momento muy duro de definiciones en todo porque, como somos los seres humanos, unos son más fuertes que otros.
Y depende mucho de las familias. Yo procedo de una familia humilde, mi padre era mecánico, mi madre cosía para la calle. Pero tuvimos la oportunidad, yo y mis dos hermanas, de estudiar una carrera. Yo me gradué en guitarra clásica y no tuve que pagar un centavo. Hasta la guitarra se me entregó en la Escuela: para que estudies, para que te prepares para el futuro.
Estudié lo que quise, escogí y me comprometí con mi Revolución, a partir de la canción. ¿Por qué? Porque en esos tiempos que yo viví, venía la trova, el canto nuevo, esas canciones que te hablaban de las transformaciones, paso a paso. Las canciones de Silvio, de Pablo, de Vicente, de Sara... Yo me fui identificando.
Es mi caso, pero todo el mundo tuvo las mismas oportunidades. Hay quien las desarrolló, otras personas no quisieron seguir en este sueño, que a veces se pone duro, se nos agobian las ideas… Algunos decidieron coger otro camino, con todo el respeto del mundo, sin problema ninguno. Escoger el camino que tú quieres seguir es tu decisión como ser humano. Que es otra cosa, el respeto que hemos aprendido. Respetar sobre todo las ideas, también las contrarias.
- Junto a la difícil coyuntura económica que trae la pandemia y las sanciones de EEUU contra Cuba, en el ámbito de la Cultura han surgido determinados conflictos entre la institucionalidad y algunos artistas. ¿Cuál sería tu análisis?
- Estamos en guerra. Ellos saben que en la Cultura hay un bastión importante de intelectuales con diferentes ideas. Algunos estamos firmes y nos metemos en el meollo del problema. En ese caso, la UNEAC (Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba) es una abanderada. Y siempre ha sido un espacio de debate y discusión de toda la problemática cultural. Son cinco asociaciones, con escritores, artistas de la plástica, cineastas, actores y actrices, etc. y, por supuesto, hay diferentes ideas.
Han pasado sesenta años de proceso revolucionario, con este bloqueo, y estamos en el constante análisis. En estos momentos con debates muy fuertes, pero, al final, el objetivo es llegar a un entendimiento.
Los llamados “críticos” hablan, se proyectan. No somos cerrados, se les escucha. Porque la idea general es salvar la Revolución a través de la Cultura, salvar la Revolución con los logros que ha tenido.
La UNEAC ha tenido un peso importante en enfrentar al enemigo en defensa de nuestra Cultura, defendiendo lo que decidimos hacer por un sueño hermoso y lo que decidimos crear. Hay quienes, como te dije, van por otro camino. Yo siempre digo: respeto a aquel que escoja el camino que quiera, pero igualmente tiene que respetarme el camino que yo escogí. Si yo quiero vivir en Cuba, si yo quiero vivir haciendo colas, ese es mi problema. No me impongas. Yo ya he vivido y tenido tiempo de analizar, he viajado por el mundo y he tenido oportunidades de ver muchas cosas. Y hay algunas que quisiera para mi país, pero tantas otras que no.
Cuando hablan de censura en Cuba, recuerdo aquello de “que tire la primera piedra…” Yo, en Cuba, veo Russia Today, mientras en Europa está censurado. Y en cuanto a las redes sociales, son importantísimas, pero veo que ahí se mete gente que, sin el menor nivel para discutir ningún tema, te agreden de la forma más vulgar y baja. Y la guerra es por todos los medios, orientada, sobre todo, hacia la juventud cubana. Hay muchachos a los que el país forma artísticamente, los prepara y, después, son incapaces de decir: yo estudié en una escuela cubana y de forma gratuita. No digo que te identifiques siquiera con la Revolución.
Hay quien me critica diciendo ¿por qué tienes que estar diciendo constantemente que tú eres “producto de la Revolución”? Y les respondo: “¿mi papá y mi mamá me iban a poder pagar una escuela de música? ¿Comprarme un piano, una guitarra? Imposible”. Eso a veces se olvida. Y hay que tenerlo presente. Respeto tus ideas, pero sé un poco más digno. Y un poco más de dignidad es lo que a veces falta.