Cubainformación.- Javier Motta es representante de la Fundación Un Mundo Mejor Es Posible (FUMMEP), de Argentina, la entidad social que coordina, en aquel país, los programas de cooperación Sur-Sur de Cuba: el programa de alfabetización "Yo sí puedo" y, fundamentalmente, la Operación Milagro de operaciones oftalmológicas gratuitas para personas sin recursos, realizadas en el Centro Oftalmológico Ernesto Che Guevara de la ciudad de Córdoba.
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Preguntamos a Motta sobre la percepción que tienen de Cuba y de su cooperación solidaria las personas que, allá, en Argentina, se atienden gratuitamente gracias a ella; sobre la narrativa mediática que dice que el Estado cubano hace "negocio" con la cooperación; y también sobre la situación política de su país.
Además, este activista popular nos explica cómo la citada cooperación irradia valores y trabajo comunitario, a través de las redes de movilización y transformación que la FUMMEP impulsa a partir de la llamada Operación Milagro.
Realización: Esther Jávega. Foto: www.elperiodic.com
"En Argentina sabemos del humanismo de la cooperación médica cubana"
Javier Motta, miembro de la Fundación Un Mundo Mejor Es Posible (FUMMEP) de Argentina
Transcripción: José María ALFAYA
Javier Motta es miembro de la Fundación Un Mundo Mejor Es Posible (FUMMEP) de Argentina, la entidad social que coordina, en aquel país, los programas de cooperación solidaria de Cuba: el programa de alfabetización “Yo sí puedo” y la llamada “Operación Milagro”, de cirugías oftalmológicas gratuitas para personas de escasos recursos, que se lleva a cabo en el Centro Oftalmológico Ernesto Che Guevara, de la ciudad de Córdoba.
- ¿Qué crees que significa Cuba para las personas que se atienden en el Centro?
- Interesante pregunta y muy variada la respuesta. Nunca te dejan de sorprender los pacientes que van pasando por el centro oftalmológico. Como síntesis, decir que todas y todos se van con un sentimiento cálido hacia la Isla.
Mucha gente llega desinformada, otros preguntan por el doctor Guevara, piden un turno con el doctor Guevara. Ahí empieza la explicación de quién era el doctor Guevara y se les comenta sobre la misión en la actualidad. Se acerca todo tipo de gente, que conoce y que no conoce lo que es Cuba.
Quienes conocen, se acercan por el prestigio que tiene la medicina cubana. Y quienes no conocen, se van sorprendidos, sobre todo, con el humanismo del personal médico, que no solamente es que sea cubano, sino que trabajan bajo la línea de salud de Cuba.
Por ello, yo creo que se van con un paradigma de salud muy distinto y se van pensando que Cuba, en términos de salud, es una potencia mundial, una potencia muy humana, porque no es lo mismo resolver técnicamente tu problema de salud, sino, además, sumarle el plus de ser tratado como un ser humano. Y eso, en Argentina, escasea.
- Y para ti, ¿qué significa Cuba?
- Representa la esperanza de un mundo mejor y las ideas justas. Y un ejemplo concreto de cómo podemos hacer las cosas si nos decidimos, como pueblo, como sociedad, como luchadores y luchadoras, a transformar todo lo que tiene que ser transformado. Cuba representa esperanza. Más allá de cómo pueda estar actualmente en lo económico, representa esperanza, porque creemos en los principios revolucionarios que llevaron a la Generación del Centenario a hacer esa heroica Revolución.
- Hay una narrativa mediática muy perversa, que dice que Cuba, el Estado cubano, está haciendo un negocio con la cooperación médica. Incluso que su dirigencia estaría obteniendo ingresos personales de esta cooperación. ¿Qué sientes cuando escuchas esto? Y, por cierto, ¿hay algo de verdad en ello, hay un negocio?
- Totalmente no. La experiencia argentina es uno de los mejores ejemplos para contradecirlo. Cuba, en el caso de su Misión Médica en Argentina, no recibe un peso por el personal que está ahí. De hecho, invierte en el salario del equipo que tiene.
Citaré el caso de una compañera cooperante, extremadamente valiosa y muy humana, que si tiene que limpiar el quirófano ella lo hace, que si tiene que ir al medio del campo a pesquisar lo hace, y lo hace desde su espíritu revolucionario. Ella es cubana, es la doctora Dailín Cárdenas, que está como asesora médica en el Centro Oftalmológico.
Creo que el caso del programa en Argentina es muy paradigmático porque nunca ha recibido ayuda estatal y Cuba lo ha sostenido, en exclusiva, durante muchos años sin ver un peso, y ya hace más de quince años que funciona en nuestro país. Lo que hace Cuba es exportar solidaridad.
Hoy, este programa de cooperación médica se mantiene, estrictamente, por el esfuerzo de Cuba y de la Fundación.
Es cierto que en algunos otros países Cuba sí recibe algunos ingresos que, lejos de ser el “negocio” de alguien, son invertidos en sostener el sistema de salud pública de la Isla.
- Más allá de lo asistencial, desde la Fundación y el Centro Oftalmológico realizáis una labor de articulación con movimientos populares. ¿Cómo es esto?
- Los programas solidarios cubanos Operación Milagro y Yo Sí Puedo nacieron en el marco de la llamada Batalla de Ideas y se insertaron fuertemente, también, en Venezuela.
Como activista y voluntario en el Centros Oftalmológico me puse a investigar sobre la historia de los programas y me encontré con un librito de Hugo Chávez que hablaba respecto a ellos. Hacía un análisis de que hacía quinientos años en Venezuela, el colonialismo y el capitalismo le habían estado quitando sistemáticamente poder al pueblo. Y que las misiones sociales y estos programas eran una forma de devolverle ese poder al pueblo. ¿Y por qué decía esto? Porque para que esos programas lleguen a buen puerto y cumplan sus objetivos, necesitaban la participación activa y organizada de la gente.
Un ejemplo concreto de esto es Operación Milagro. Para que el Centro Oftalmológico funcione, necesita del compromiso activo de las comunidades en sus distintos territorios. Y esto se hace a través de la pesquisa activa. La pesquisa activa es que el Centro Oftalmológico en conjunto, trabaja con organizaciones campesinas, indígenas o de personas desocupadas, para desarrollar un trabajo puntual en cada uno de estos lugares.
¿Cómo lo hace? Primero, brindando formación a la organización social y a sus líderes y lideresas. Se les da una formación en promoción de salud. Se trabaja lo que es la salud visual, se les pone sobre la mesa la herramienta para identificar lo que son las enfermedades que en el centro se atienden, se les dan también herramientas para difundir eso y es la misma organización o la misma comunidad organizada la que, mediante estas herramientas, prepara el día de la pesquisa activa, que es cuando las y los médicos van al territorio, convocan a la gente y, después de esa jornada, se encargan del seguimiento a los pacientes hacia el Centro Oftalmológico, para que completen todo el circuito quirúrgico.
Es una forma de poder ir dándole a las personas organizadas una herramienta transformadora que les permita cambiar su realidad. De manera muy concreta, que es devolverle la visión a sus vecinos y vecinas. Después de la pandemia, se han ido tejiendo redes con este tipo de organizaciones, pero también con sindicatos, grupos de médicos, enfermeros y enfermeras que, a partir de estos trabajos, se han ido acercando al Centro Oftalmológico y hoy conforman los equipos para el trabajo voluntario.
En su principio se pensaba que, el no ser tomado el programa Operación Milagro por el Gobierno argentino, iba a ser una debilidad, porque el nivel de actividad que tenía la Operación en otros países era mucho más alto. Pero después de los años ha quedado demostrado que esa debilidad, que en un comienzo se planteaba como tal, terminó siendo una tremenda fortaleza, porque es una de las pocas “operaciones milagro” que sigue existiendo en el Cono Sur y sigue resistiendo.