Desde su creación hace más de medio siglo, la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) ha tenido muy en cuenta el papel de la mujer dentro de este proceso a partir de su participación, contribución y los beneficios que de ello se derivan. Vale la pena señalar el Informe de Desarrollo Humano 2009, del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en el que, de acuerdo al índice de potenciación de género (IPG) y sus componentes, Cuba ocupa el lugar 29 según dicha clasificación para 109 países y territorios.
Reflejado en dicho Informe, la Mayor de las Antillas constata también avances en todos los sectores, siendo el empleo por ejemplo —y a pesar de la crisis mundial que afecta a todas las regiones del globo—, una tarea priorizada de su Estado revolucionario en la búsqueda de nuevas formas y alternativas.
En relación con las categorías ocupacionales la participación de la mujer cubana ha continuado in crescendu. Ella representa hoy el 39,1% de la dirigencia del país y el 65,7% del sector técnico y profesional; al igual que el 46,7% de la fuerza laboral en el sector estatal civil y el 23,1% de los trabajadores por cuenta propia. Algo que ratifica el principio de igualdad y justicia social al reconocer sus méritos, capacidad y aportes en todas las esferas de la vida.
Existen igualmente sectores feminizados como son los de Justicia, Medicina y Educación. Sobresalen los altos índices de mujeres en funciones de juezas (71,3%) y fiscales (73,7%). En otros sectores, como el campo de las ciencias, la innovación y la tecnología también son mayoría las mujeres.
También y no obstante las dificultades que ha enfrentado el país durante más de cinco décadas de enfrentamiento a un bloqueo imperialista, se realizan grandes esfuerzos para hacer más efectiva y sistemática la labor de las Comisiones de Empleo Femenino, creadas en todos los territorios de la Ínsula, con vistas a eliminar todo vestigio discriminatorio laboral.
El Decreto-Ley "De la Maternidad de la Trabajadora", introduce el concepto de "licencia por paternidad", ya que promueve y garantiza que ambos miembros de la pareja puedan compartir la licencia retribuida, y disfrutar del cuidado de sus hijos con iguales derechos.
Entre los programas consolidados en los últimos 15 años que inciden en la calidad de vida de la mujer cubana, están los referidos a la detección precoz del cáncer cérvico-uterino, el de detección precoz del cáncer de mama, el de atención integral a la salud de los adolescentes y el de prevención de infecciones de transmisión sexual, planificación familiar, maternidad y paternidad consciente, y el del VIH/SIDA.
Cuba exhibe indicadores de mortalidad infantil propios de naciones desarrolladas. Asimismo, la reducción de la morbilidad y la mortalidad materna constituye una prioridad del Sistema Nacional de Salud (SNS). Los indicadores en ambos casos son bajos y es un propósito de primer orden continuar trabajando en la reducción de riesgos asociados al embarazo y a la maternidad.
Asimismo, la FMC continúa desarrollando, a través de sus 176 Casas de Orientación a la Mujer y a la Familia, numerosas acciones de prevención, capacitación y sensibilización en las comunidades, y con la finalidad además de fomentar una cultura de aceptación hacia la diversidad sexual.
La existencia de Hogares Maternos en diferentes municipios del país, es una acción dirigida a garantizar los cuidados de salud reproductiva e integral a aquellas embarazadas en las que se identifiquen necesidades especiales de atención de manera permanente, y con la finalidad de minimizar los riesgos asociados a su embarazo y parto. La esperanza de vida continúa en ascenso: 77,97 años es el índice general y de 80 años, para las mujeres.
Algo prioritario dentro del SNS es la atención a la tercera edad para lo cual se llevan a la práctica programas relacionados con el cuidado y atención al adulto mayor, al igual que actividades diversas en círculos de abuelos y hogares de ancianos, donde la participación femenina es numerosa.
En suma, desde enero de 1959 en Cuba la presencia y trabajo de la mujer ha sido fundamental en la construcción de la sociedad socialista. Su voz y presencia dirigente la hemos visto reflejada —y la continuamos viendo reflejada—, en diversos foros nacionales e internacionales como han sido, entre otros, la IV Conferencia Mundial de Naciones Unidas sobre la Mujer y en distintas conferencias regionales sobre la mujer de América Latina y el Caribe, convocadas por la CEPAL. Espacios en los que el accionar femenino ha constituido un verdadero espectro de políticas públicas con vistas a la emancipación y avance de la mujer en Nuestra América.
Y en todo este avatar con qué satisfacción las mujeres de toda la Isla recibimos la noticia reciente acerca de la decisión del Ministerio de la Mujer e Igualdad de Género de la República Bolivariana de Venezuela, de crear la Cátedra Vilma Espín, con el objetivo de dar a conocer a las mujeres latinoamericanas el legado de una de las más connotadas luchadoras revolucionarias de nuestra historia contemporánea. Fundadora y presidenta de la FMC el pensamiento de Vilma está hoy más vigente que nunca en nuestra Patria. Tan sólo recordémosla en un fragmento de una intervención emitida en septiembre de 1980, con motivo del Aniversario de la Batalla por el Sexto grado:
"Nuevas batallas nos esperan, ideológicas, políticas, económicas, sabemos que cada mujer las enfrentará con decisión, ahora con más conocimientos. Es necesario ser cada vez más fuertes para resistir los embates del enemigo, para derrotar al imperialismo en cualquiera de los frentes en que nos ataque".
Foto: Roberto Suárez
Fuente: Cubahora
