Radio Artemisa / Foto: Luisa Cuevas Raposo.- Con la ampliación del trabajo por cuenta propia en Cuba, y luego del otorgamiento de un mayor número de licencias para ejercerlo, se abrió un universo de mayores posibilidades laborales para la mujer cubana.


Sin dudas es una buena opción de empleo para muchas que antes estuvieron desvinculadas laboralmente, o que por razones personales dejaron su puesto en un centro estatal.

 

Hasta ahora el 73 % de las mujeres que se desempeñan en el sector eran amas de casa antes de obtener sus respectivas licencias, pero otras previeron esta alternativa ante la posibilidad de ser declaradas disponibles en sus centros de trabajos.

En tal sentido, la incorporación de las mujeres a esa nueva forma de ocupación representa también un avance en el terreno social, pues, a la vez que les permite aportar económicamente en el hogar, les garantiza la jubilación, una vez sindicalizadas.

Por estas razones no nos sorprende que dentro de las actividades autorizadas para ejercer esta nueva modalidad de empleo, la de elaborador-vendedor de alimentos, manicura, productor-vendedor de artículos varios del hogar y peluquería ocupen la mayor preferencia entre ellas, según datos aportados por el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.

Hay quienes piensan, que algunas de actividades autorizadas para el trabajo por cuenta propia son especialmente masculinas, y no es así, esta forma de pensar solo limita el acceso de las compañeras a determinados sectores. Hoy en muchos lugares se pueden encontrar mujeres ejerciendo como albañiles, transportistas, elaboradoras vendedoras de vino, plomeras, pulidoras de metales, torneras, zapateras-remendonas, y reparadoras de cocinas y colchones, por mencionar algunas, pero estos casos prácticamente no se ven, precisamente por ser oficios que desde siempre han realizado los hombres.

El estado al crear esta nueva fuente de empleo también pensó en proteger a estos trabajadores con el régimen de seguridad social. Así las mujeres que ejercen el trabajo por cuenta propia cuentan con la protección en cuanto a maternidad, invalidez total, temporal o permanente, la edad o la muerte del esposo. Todo esto se recoge en el Decreto-Ley No. 278 de 30 de septiembre de 2010, referido al régimen especial para quienes laboran en el área del trabajo por cuenta propia.

El conocimiento de esta ley sin lugar a dudas es de mucha importancia para aquellas que laboran en estas modalidades de empleo. Todas tienen derecho a los beneficios establecidos en el país, como el plan jaba o la solicitud para círculos infantil.

Aquí en Artemisa existe un notable crecimiento en esta nueva modalidad de empleo. Por nuestra cuidad día a día renacen nuevas puestos de trabajo y los que los atienden en su mayoría son mujeres. Hoy en los locales donde estos trabajadores exhiben y venden sus mercancías se observa un mayor número de mujeres.

Algo muy bueno es ver como muchas de las artemiseñas que hoy se desempeñan como cuentapropistas adquirieron sus conocimientos en los cursos de capacitación que brinda la Federación de Mujeres Cubana, entre ellas peluqueras, masajistas, reposteras y costureras.

Sin dudas las mujeres cubanas ocuparan también un lugar destacado en el sector no estatal, donde identifican interesantes aristas que se corresponden con su creciente papel en la sociedad.

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