Lirians Gordillo Piña - Revista Mujeres.- Malú Can es la principal facilitadora del Grupo Trans Cuba que acoge el Centro Nacional de Educación Sexual(CENESEX).

A esta joven transgénero la podemos ver siempre inquieta, trabajando junto a Mayra Rodríguez Lauzurique- principal coordinadora del grupo y subdirectora del CENESEX- y sus compañeras en la organización de acciones de prevención o formando parte del activismo a favor de los derechos de personas transgénero, homosexuales y bisexuales.

El Grupo Trans Cuba celebra este año sus diez años de creado y cuenta hasta el momento con 625 integrantes. El pasado mes de febrero realizaron por tercera ocasión el encuentro nacional que reúne a promotoras en salud sexual con énfasis en la prevención de las ITS y el VIH-sida de todo el país. Un rol importante en la organización y realización de este evento lo tuvo Malú, con quien Mujeres tuvo la oportunidad de conversar.

Malú, ¿cómo llegaste al Cenesex y al grupo Trans Cuba?

Bueno yo soy de la provincia de Cienfuegos, la verdad mi participación en los grupos de la diversidad sexual se remonta a cuando vivía en mi provincia. Todo comenzó en el año 2000 cuando me incorporé al grupo HSH (Hombres que tienen Sexo con Hombres) de Cienfuegos, allí me formé como promotora en Salud Sexual, incluso llegué a ser la coordinadora del proyecto.

Después de un tiempo vengo para La Habana y aquí escuche sobre la existencia de un grupo de travestis en el CENESEX. La verdad que es a este grupo al que yo debía pertenecer, pues me sentía mucho más identificada con las travestis que con los HSH, principalmente por mi identidad de género, pues mi experiencia en este grupo siempre fue positiva.

Bueno, es en el 2003 que comienzo a formar parte del grupo Trans Cuba y me gradúo entonces de Promotora en salud sexual con énfasis en la prevención de las ITS y el VIH-sida.

¿Y cuándo comenzaste a trabajar junto a Mayra Rodríguez Lauzurique en la coordinación del grupo?

Fue en el 2006 que comienzo como principal facilitadora del proyecto Trans Cuba, que reúne a travesti, transexuales y transformistas-aunque el transformismo lo entendemos como una expresión del arte, forman parte de nuestro grupo varios transformistas-. Desde entonces trabajo con el grupo.

¿Qué saldo positivo puedes sacar de estos seis años?

Mira, acabamos de celebrar, como quien dice, el IV Encuentro Trans. Eso ha sido un paso de crecimiento para todas nosotras como grupo. La mayoría de nosotras tuvimos que abandonar la escuela en muy temprana edad y nos desvinculamos del estudio y el trabajo. Y hoy hemos avanzado mucho en la inserción social, muchas de nosotras se encuentran trabajando y varias incluso están estudiando en la universidad. En lo personal y en lo colectivo se ve el crecimiento.

¿Qué ha significado para ti esta experiencia?

En general el Cenesex nos dio un espacio para volver a insertarnos en la sociedad, aquí hemos encontrado un lugar donde poder opinar y nuestra voz no solo es escuchada, sino que lo que plateamos puede ser resuelto en la medida de lo posible.

Para mi el Cenesex ha sido algo muy importante, porque yo salí de mi casa siendo muy jovencita y salí sin rumbo en la vida. Fue un centro que me orientó mucho para mi crecimiento personal, encontré aquí un espacio y me siento muy querida. Mi vida es el grupo y trabajar porque se cumplan nuestros objetivos. Que es que Cuba como país socialista no garantice un espacio en la sociedad.

¿Cómo te ves dentro de cinco años?

A lo mejor no quisiera que existiera el grupo. Porque eso significaría que logramos nuestras metas, o mira que si, que existiera, pero un grupo para contar las vivencias anteriores, lo que logramos y cómo lo logramos. Y sobre todo quisiera que pudiéramos andar por las calles libres de las miradas prejuiciosas, que se nos acepte por quienes somos.