Rebeca E. Madriz Franco - Género con Clase.- Hace poco se realizó el concurso Miss Venezuela, y como es costumbre lo primero que se observó fue la tríada clasismo-sexismo-racismo, donde destaca la imagen de la mujer convertida en un objeto,

en el adorno donde se exponen lentejuelas, maquillajes, trajes y accesorios, y uno que otro bisturí remendando “imperfecciones” y generando muchísimas ganancias para la industria de la belleza.

Debe llamarnos a la reflexión, que en el marco de un proceso de transformaciones revolucionarias como el que estamos atravesando se sigan realizando este tipo de eventos que hacen gala de la mercantilización del cuerpo de las mujeres, y peor aun que estos rompan records de audiencia. Eso es un indicativo de la enorme lucha que nos toca librar en el plano de las ideas para desterrar esa cultura milenaria que ha objetivizado nuestros cuerpos, y pareciera estarnos despojando poco a poco de nuestra humanidad.

El 14 de septiembre se conmemora el “Día Internacional de la Imagen de la Mujer en los Medios de Comunicación – Contra la Publicidad Sexista”, fecha que creemos necesaria resaltar para alzar nuestras voces de rechazo contra la imagen estereotipada que los medios de deformación reproducen y naturalizan. Creemos que es hora ya de que, así como las mujeres somos diversas y cambiamos a lo largo de las etapas de nuestras vidas, asimismo los medios reflejen una imagen real y cotidiana de las mujeres como ser social integral y no como objeto o mercancía al servicio de los deseos masculinos y del mercado.

Definitivamente las mujeres no somos como dicen los medios que han desfigurado nuestra función social transformadora y liberadora, por eso desde las organizaciones de base urge replantearse la necesidad de impulsar masivamente los comités de usuarias y usuarios de CONATEL para hacer frente a este problema que compromete el futuro mismo de la revolución socialista y feminista que soñamos.