La obra, que se presenta esta semana en la capital boliviana, es una versión contemporánea del clásico griego, dirigida por la dramaturga boliviana Soledad Ardaya y cuya puesta está a cargo del colectivo Tâ Öika.
“He realizado una reescritura del texto y la tragedia de Esquilo me ha servido para abordar una temática compleja como es la violencia sexual comercial o trata de personas”, comentó la directora al diario Página Siete.
En la archiconocida tragedia, las suplicantes son doncellas que escapan el día de sus bodas tras ser ofrecidas como premio a veteranos de la guerra; pero al intentar pedir asilo en otro país, se encuentran con un tratante que intenta raptarlas; pero el rey las salva y les acoge en su reino.
“Nos ha servido mucho la metáfora de escapar el día de sus bodas para hablar del tema de la violencia sexual comercial, que está muy relacionada a la trata de personas, una actividad en la que las chicas muchas veces son captadas a través del amor”, comentó Ardaya.
La obra forma parte del proyecto Camino hacia nuestro teatro, un espacio de formación y fortalecimiento a compañías teatrales emergente en Bolivia.
De acuerdo con la estatal Defensoría del Pueblo, siete de cada 10 mujeres bolivianas sufrió alguna vez en su vida un abuso sexual.
Un informe presentado en julio pasado explica que los casos abarcan varios tipos de violencia sexual, desde acoso, abusos deshonestos, estupro hasta violaciones.
El Parlamento de esa nación estudia actualmente un proyecto de ley que tendrá como objetivo garantizar a las mujeres una vida libre de violencia.
Ese proyecto abarca tres ámbitos de acción: la prevención, protección y sanción de ese delito, e incluirá hasta 30 años de privación de libertad sin derecho a indulto, la pena máxima en Bolivia, para los asesinos de mujeres.