Aunque fue creado hace dos años por iniciativa de OAR y con apoyo de la Red Iberoamericana y Africana de Masculinidades (RIAM), el grupo de más de 50 varones no había vuelto a encontrarse, de ahí que entre sus primeros acuerdos estuvo el intercambio sistemático para perfilar un programa común en función de detener la violencia de los hombres contra las mujeres, otros hombres o sí mismos.
Según una propuesta de declaración, debatida con énfasis en sus aspectos metodológicos y estructurales, el colectivo plantea buscar "dinámicas transformadoras acerca de los significados de ser hombres y mujeres, así como la promoción y protección de la dignidad humana".
Además, reconoce e incluye la diversidad de masculinidades en función de sus edades, color de piel, credos religiosos, profesiones, orientación sexual, entre otros rasgos de la identidad humana.
Los talleres de sensibilización sobre equidad de género realizados por OAR desde hace varios años entre hombres de comunidades habaneras arrojaron la necesidad de fundar una estructura que permitiese a esos y otros activistas trabajar por una cultura de paz desde la experiencia masculina, explicó a SEMlac la psicóloga María Teresa Díaz, moderadora del encuentro.
"Es importante el reclamo desde las mujeres, pero también se requiere que los hombres puedan intercambiar sobre cómo les afecta la violencia y de ahí diseñar acciones transformadoras", sostuvo la especialista en estudios de masculinidades.
"Sabemos que es muy difícil eliminar la violencia, pero los hombres comprometidos por cambiar su hegemonía pueden ser voceros de los mensajes contra la violencia, más fáciles de transmitir de hombre a hombre", agregó Díaz.
Ante la ansiedad de los presentes por perfilar un programa de acciones concreto y articulado para la Plataforma, Zulema Hidalgo dijo que el activismo es también un proceso de reconocimiento y aprendizaje.
"No basta la militancia si no existen metodologías de trabajo colectivo", refirió la coordinadora del programa de género y violencia de OAR.
Si bien OAR realizó la convocatoria a defensores de esta causa desde sus ámbitos profesionales o de activismo social, la idea es que en el futuro la Plataforma funcione de manera independiente, con resultados concretos.
Desde sus distintos ámbitos de influencia -campesinos, intelectuales, académicos, activistas sociales, religiosos, juristas, trabajadores de la salud, comunicadores sociales, artistas, entre otros-, los hombres aportaron iniciativas para romper el silencio de la agresividad machista.
El humorista Sergio Morlán reconoció la necesidad de conocerse bien y trabajar en articulación junto a otros grupos existentes en el país con objetivos similares y así no repetirse.
Como primer acuerdo, realizarán un taller en febrero, dirigido a los integrantes de la Plataforma para homologar conocimientos sobre género y violencia, en el cual también puedan fomentar las alianzas internas.
Allí se aprobará la Declaración del grupo, un manual de funcionamiento y la identidad visual del colectivo sobre la que ya trabajan algunos diseñadores.
Morlán comentó su intención de realizar en 2014 un espectáculo humorístico centrado en la inequidad entre hombres y mujeres, para lo que solicitó asesoría para no reproducir estereotipos sexistas.
Entre las ideas futuras estuvo realizar una gira de proyecciones comunitarias con los documentales sobre violencia de género y crear perfiles en las redes sociales para divulgar las actividades del grupo.
El realizador Mario Rodríguez propuso convocar a un taller de creación literaria en comunidades, que incluya capacitaciones sobre violencia de género, a fin de publicar un libro con cuentos centrados en el tema.
Realizar acciones plásticas, charlas educativas, mensajes de bien público y socializar los objetivos de la Plataforma con otros hombres figuraron también como propuestas.
Jorge Otero, abogado del estatal Centro Nacional de Educación Sexual, sugirió divulgar los mecanismos legales para atender el maltrato e insistió en el rol de los hombres para erradicarlo.
"Somos los principales actores de la violencia porque esta viene de un pensamiento heredado de sistemas patriarcales que creó una conciencia machista en la sociedad", declaró a SEMlac.
"Tenemos que lograr una comunidad donde todos aboguemos por la paz y el bienestar social", insistió el jurista.
