El valor no siempre reconocido de los cuidados y las vivencias de quienes los asumen, casi siempre mujeres, es el eje central de Ellas…sus cuidados y cuidadoras, un documental del Proyecto Palomas, Casa Productora Audiovisual para el Activismo Social, que fue presentado vía internet el 25 de marzo. Video: Tomado del canal del ICAIC.

Documental genera debate sobre los cuidados

Sara Más - SEMlac

Con testimonios que recrean las vivencias cotidianas de vida de siete mujeres y un hombre, en funciones de cuidados de otras personas, la obra fue dirigida por las realizadoras Lizette Vila e Ingrid León y es la última entrega del Proyecto Palomas, Casa Productora Audiovisual para el Activismo Social.

Reconocer el valor de los cuidados y de quienes los asumen, en su mayoría mujeres, es uno de los valores del documental Ellas, sus cuidados y cuidadoras, que fue presentado de forma virtual a la prensa, el pasado 25 de marzo.

Las personas entrevistadas «muestran sus proyectos y desafíos en medio del vacío de reconocimiento en sus espacios privados y públicos», precisó Vila y dijo que la obra se propuso «visibilizar una comunidad de mujeres y hombres muchas veces silenciada».

En el contexto cubano actual, es necesario que esas labores se reconozcan como un trabajo y, a la par, avanzar hacia un sistema nacional para el cuidado integral de la vida, coincidieron especialistas durante un panel e intercambio virtual que acompañó la presentación de la obra por la plataforma WhatsApp.

«Si se considerara un trabajo, ello podría contribuir a garantizar que quienes cuidan y tienen que abandonar su vida laboral remunerada para realizar esta actividad reciban un salario por su ejercicio, acumulen años para la jubilación y sean reconocidas socialmente como tales», sostuvo la socióloga Dayma Echevarría.

«Hoy existen protecciones en este sentido; sin embargo, no todas están cubiertas», puntualizó la especialista, quien precisó que cuatro de cada 10 mujeres dijeron haber abandonado el trabajo remunerado por una causa diferente a la jubilación, al ser entrevistadas para la Encuesta Nacional de Envejecimiento de 2017.

Estas realidades se han agravado con la covid-19, «porque en situaciones de crisis económicas el hogar asume los servicios que antes se conseguían en el mercado, sea para disminuir los costos o por falta de ofertas», expuso Echevarría.

Describió entonces el hogar en tiempos de covid-19 como el lugar donde coexisten, en espacio y tiempo, el trabajo remunerado, el no remunerado, el cuidado directo y el indirecto, la atención de salud, la limpieza, el aprendizaje de niñas, niños y adolescentes, entre otras tareas.

Para la economista Teresa Lara, un paso clave es propiciar el debate y la articulación entre actores diversos involucrados, como gobierno, academia, investigación, activismos, ONGs, territorios, medios de comunicación y cooperación internacional.

Aunque se avanza en cuidar a la personas, esa tarea ha estado relacionada más con la protección laboral en general y en particular con la mujeres empleadas, los programas asistenciales y las personas vulnerables y dependientes, que necesitan ser cuidadas a su vez por otras personas, abundó.

«El cuidado es un asunto público, que nos compete a todas las personas», puntualizó la socióloga Magela Almodóvar, quien se refirió a la Red Nacional de Estudios sobre Cuidados, actualmente en formación, así como a la necesidad de establecer un sistema nacional para el cuidado integral de la vida.

Los desafíos alcanzan al sector jurídico, donde no pocos vacíos omiten aspectos significativos, a juicio del profesor Leonardo Pérez Gallardo, presidente de la Sociedad Cubana de Derecho Civil y de Familia de la Unión de Juristas de Cuba.

Explicó que el trabajo para perfeccionar las normativas debe tener en cuenta los derechos de quienes cuidan, la protección de su salud física y mental, su respaldo patrimonial, el reembolso por los gastos invertidos durante años, la compensación por los servidos prestados, entre otros aspectos.

En Cuba, país que vive un proceso progresivo de envejecimiento poblacional, también se impone la redistribución más justa de las tareas del cuidado, que recaen fundamentalmente sobre las mujeres de la familia.

El médico Jesús Menéndez, especialista del Centro Iberoamericano para la Tercera Edad, habló de repartir el peso de esos trabajos entre el Estado, la familia y las nuevas formas de gestión; de proteger derechos de personas cuidadas y cuidadoras; fomentar entornos amigables, promover la cultura gerontológica en una sociedad envejecida, así como de acercar el apoyo material que estas tareas demandan.

Ellas, sus cuidados y cuidadoras contó con los apoyos del Centro Félix Varela, el Fondo de iniciativas locales de la embajada de Canadá en Cuba, Care Internacional, la Agencia Suiza para la Cooperación y el Desarrollo (Cosude) y el Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (Icaic).
La presentación virtual del audiovisual se acompañó además de una exposición fotográfica virtual, La cultura del cuidado… camino de paz, accesible en la página de Facebook del Proyecto Palomas.

Documental cubano se adentra en los cuidados y las cuidadoras

Sara Más - Red Semlac.- El valor no siempre reconocido de los cuidados y las vivencias de quienes los asumen, casi siempre mujeres, es el eje central de Ellas…sus cuidados y cuidadoras, un documental del Proyecto Palomas, Casa Productora Audiovisual para el Activismo Social, que fue presentado vía internet el 25 de marzo.

Con guión y dirección de Lizette Vila e Ingrid León, el audiovisual recoge los testimonios de siete mujeres y un hombre que, en algún momento de sus vidas, tuvieron que interrumpir, aplazar o abandonar sus proyectos personales y profesionales para atender a algún familiar o persona cercana.

Sus historias permiten adentrarse en una realidad que vive hoy un número creciente de personas en Cuba, país con un sostenido y acelerado proceso de envejecimiento poblacional.

“De ser maestra a la vida llevarme a este pasaje de cuidadora, me costó mucho trabajo”, reconoce ante la cámara Teresa López, profesora jubilada de 89 años.

A la suya se unen las voces de Daisy Pons, farmacéutica; Sor Susana Legrá, licenciada en Derecho e Hija de la Caridad; Mailiet Estrada, técnica en Comercio; Juan Carlos García, pintor; Olga Alonso, secretaria; Angeli Bravo, artista y activista trans; la actriz Beatriz Viña y la presentadora de televisión Marta Araújo Cristóbal.

“Como casi siempre hacemos, trabajamos con personas que llegan a Palomas con conflictos, situaciones particulares, necesitadas de acompañamiento o por vía de instituciones amigas”, comentó a SEMlac Sergio Cabrera, coordinador general de Palomas.

Aunque las mujeres siguen siendo mayoría entre quienes atienden a personas dependientes de acompañamiento o en situaciones de discapacidad, el documental reconoce que cada vez más hombres se suman como actores principales o secundarios en estas labores.

De ahí que uno de los testimonios recogidos sea el del pintor Juan Carlos García, pareja, compañero de vida y compañía incondicional de la periodista Isabel Moya, fallecida en 2018, a quien también se rinde homenaje “por su entrega a los destinos de las mujeres en Cuba y lo que su propia obra significa para el feminismo cubano”, agregó Cabrera.

Entrevista a Juan Carlos García. Foto cortesía Proyecto Palomas

Desde sus historias personales, el audiovisual muestra el universo diverso y complejo de los cuidados en un país donde cada vez hay más personas que demandan atenciones y menos para entregarlas.

“En la obra se evidencia que la familia es el primer y más antiguo refugio para la producción y reproducción de la vida; pero decir que la familia nos cuida es decir, en verdad, que nos cuidan sobre todo sus mujeres”, precisó Cabrera.

En criterio del también director asistente, se trata de un audiovisual donde no falta la mirada aguda y crítica a la realidad, a la vez se erige como himno a la resiliencia, desde el deseo y el compromiso de soñar y construir.

El documental hace igualmente un llamado a la corresponsabilidad, a resolver la reproducción cotidiana de la vida con la participación de las familias, el Estado, la comunidad, la gestión económica, las organizaciones sociales, religiosas y toda la ciudadanía.

Con una duración de 34 minutos, Ellas…sus cuidados y cuidadoras se enriquece con imágenes de un grupo de reconocidos profesionales de la fotografía, liderado por Humberto Mayol; una obra de la pintora Isabel Gimeno y la canción de cierre de la cantante y compositora cubana Liuba María Hevia.

Su realización transcurrió en días de pandemia, entre octubre de 2020 y enero de 2021, lo que significó un desafío para la producción y también para el tratamiento del tema, que ha tenido en este contexto una centralidad en la vida de las personas cuidadoras.

“Ha sido un momento en que las desigualdades se agudizan de manera particular y eso también se refleja en la obra”, reconoció Cabrera.

Se trata de unas circunstancias en las cuales se mezclan y agravan las necesidades de cuidado, los miedos y las sobrecargas de las cuidadoras. “La Covid ha descolocado, incluso, la vida de estos enfermos que estoy cuidando, porque les ha dado mucho desconcierto”, sostiene en la entrevista la presentadora de televisión Marta Araújo.

En medio de una situación epidemiológica difícil, ante un nuevo rebrote de la enfermedad, Ellas…sus cuidados y cuidadoras se presentó de forma online a la prensa el 25 de marzo.

Entrevista a Angeli Bravo. Foto cortesía Proyecto Palomas

La presentación especial para las redes sociales del documental será por el canal de YouTube del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (Icaic) y en la página de Facebook del Proyecto Palomas se promoverá, además, una exposición virtual que recoge imágenes contenidas en el documental y realizadas por Laura Capote, Jessica Betancourt, Lissette Solósano, Nuria López, Carlos Mayol, Humberto Isada, Javier Rodríguez, Yandry Fernández y Humberto Mayol, con curaduría de este último.

Ellas…sus cuidados y cuidadoras contó con el apoyo del Centro Félix Varela, el Fondo de Iniciativas Locales Cuba-Canadá, la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperación Internacional (Cosude), CARE Internacional y el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficas (Icaic), ente otras instituciones y personas que colaboraron en su realización.

Una vez mejoren las condiciones epidemiológicas, el documental tendrá una presentación presencial y será exhibido en el circuito de salas de cine del país.