Yaniuska Pérez Verdecia - Sierra Maestra.- Las mujeres campesinas han escrito hermosas páginas de gloria en la historia de nuestra patria, llenas de heroísmo y valentía. Ellas viven consagradas a la producción de alimentos como abnegadas cooperativistas o junto al campesino en cada finca de esta tierra.
En la localidad, más de 900 mujeres laboran en las 36 Cooperativas de Producción Agropecuaria (CPA) y de Créditos y Servicios (CCS), mientras alrededor de 5 son presidentas en las bases productivas y la mayoría son representantes de las organizaciones de base de la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños (ANAP).
Paralelo a ello, no pocas féminas se integran a brigadas recolectoras de café y de macheteros.
La activa participación de la mujer en la producción de alimentos en zonas rurales es una de las fortalezas que posee hoy la economía cubana y sanluisera para emprender su recuperación.
Y aunque hemos avanzado en su inserción en el sector cooperativo y campesino, la fuerza femenina necesaria en los campos resulta, todavía, insuficiente.
De ahí la importancia de enrumbar la orientación profesional en secundarias básicas y preuniversitarios, con el propósito de incorporar un mayor número de mujeres a las tareas agrícolas.