Embarazadas en tiempo de pandemia. Foto: Abel Padrón Padilla/Cubadebate
Dixie Edith - Cubadebate / Letras de Género.- Ante lo que los especialistas llaman una transición demográfica acelerada, temprana y completa, en Cuba la mortalidad, y sobre todo la fecundidad, presentan valores muy bajos. La afirmación no es noticia fresca. Desde 1978 no se alcanza la tasa de reemplazo poblacional; o sea, que por cada una mujer quede otra que la sustituya en el rol reproductivo.
En ese contexto, al cierre de 2020, la tasa de fecundidad alcanzó 1,52 hijos por mujer, menor a la de 2019 que fue de 1,57, confirmó este febrero la doctora Matilde Molina Cintra, del Centro de Estudios Demográficos (Cedem), de la Universidad de La Habana, durante las jornadas del taller que celebró los 50 años de esa institución académica.
La experta también señaló que entre 2019 y 2020 disminuyeron los embarazos sus interrupciones y los nacimientos por cada 1.000 mujeres de 15 a 19 años. A su juicio, varias hipótesis podrían explicar este descenso y muchas están relacionadas con los impactos múltiples de la Covid-19. Entre ellas, la disminución de uniones y matrimonios, de la frecuencia de relaciones sexuales, así como un menor número de adolescentes que iniciaron su vida sexual en estos años donde el aislamiento ha sido palabra de orden.
A pesar de este panorama, la fecundidad adolescente se resiste al descenso: entre 2019 y 2020 solo disminuyó en un 1,61 por ciento.
Para Molina Cintra, este panorama requiere de estudios más profundos: “Entender este comportamiento necesita un análisis de la cobertura y demanda satisfecha de estos servicios y el impacto en su organización, entre otros aspectos”.
“La crisis vivida en este tiempo y la reorganización de los servicios impactó a todas las esferas y merece estudios más detallados”, apuntó la también subdirectora del Cedem.
Justo en el camino de esa demanda cobra valor una noticia que acaparó titulares por estos días. La tercera Encuesta Nacional de Fecundidad (ENF-2022) se desarrollará durante el mes de abril y alcanzará asuntos directamente relacionados con las características sociodemográficas y socioeconómicas de la población, las relaciones de pareja e intenciones reproductivas, la anticoncepción, la distribución de tareas y conciliación trabajo-maternidad/paternidad, entre otros.
“La necesidad de realizar en el 2022 otra encuesta de este tipo, investigando tanto a hombres como a mujeres, está dada por la situación demográfica del país caracterizada, entre otros elementos, por una baja natalidad sostenida que no asegura el reemplazo generacional, no cumple las expectativas reproductivas de hombres y mujeres y presenta una concentración no deseada en edades adolescentes”, explicó a Cubadebate la doctora María del Carmen Franco Suárez, subdirectora del Centro de Estudios de Población y Desarrollo (Cepde), de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (Onei).
¿Una encuesta diferente?
La ENF 2022 da continuidad a una serie de estudios similares. En 1987 se realizó la primera Encuesta Nacional de Fecundidad; en 2001 y 2005 se llevaron a cabo Estudios Territoriales de Salud Reproductiva y finalmente, en 2009, la segunda Encuesta Nacional de Fecundidad.
Para Franco Suárez, entre los principales propósitos de esta ENF 2022 está “actualizar la información sobre los factores demográficos, socioeconómicos y culturales y las motivaciones y circunstancias que intervienen en las decisiones reproductivas de hombres y mujeres en la Cuba actual, incluidos los adolescentes”.
Para ello, la investigación incluye jóvenes de 15 a 19 años como parte de la muestra, pero también a personas con orientaciones sexuales diferentes, pues ellas también inciden en las estadísticas de fecundidad del país; lo cual constituye una novedad en relación con ediciones anteriores.
Es importante reconocer la influencia de parejas del mismo sexo en los índices de reproducción del país y también sus expectativas reproductivas, reconocen especialistas de la demografía y la estadística.
Igualmente, el estudio estará poniendo atención particular a la población masculina. En un momento en que se promueve el ejercicio responsable de la maternidad y la paternidad, es esencial contar con información acerca de los determinantes de las expectativas de fecundidad también en los hombres.
Se estima que alrededor de 35.000 personas de unos 16.500 hogares cubanos formen parte de la muestra y los resultados finales serán representativos de la población del país de 15 a 54 años, tanto urbana como rural y de cuatro regiones: occidente, La Habana, centro y oriente.
Otra novedad de la ENF 2022 es que por primera vez en el país se va a realizar con la introducción de dispositivos móviles de captura de datos, lo que a su vez representa una suerte de ensayo para el próximo Censo Nacional de Población y Viviendas, previsto para septiembre.
Como marca significativa, pasará a la historia como la primera encuesta que se realiza en hogares cubanos luego del inicio de la pandemia de la Covid-19.
Para Franco Suárez, los resultados que se obtengan deben ser útiles para el seguimiento de la política gubernamental de estímulo a la fecundidad en el país, y para el diseño de acciones de mediano y largo plazo que promuevan la movilización de las reservas de nacimientos, el cumplimiento de las expectativas reproductivas de las personas, a la vez que reduzcan los niveles de fecundidad adolescente.