Prensa Latina - Fotos: Yadira Cruz Valera.- Cuba y Vilma Espín son por estos días palabras obligadas entre las delegadas al XVII Congreso de la Federación Democrática Internacional de Mujeres (Fedim), que sesiona hasta este 28 de abril en el hotel Meliá Caracas en Venezuela.
Sin importar los idiomas o dialectos, el nombre de la isla caribeña y su heroína resuenan en pasillos y salones, porque para las cientos de féminas reunidas aquí, este es el legado y el sueño de Vilma.
Corría la última década del pasado siglo, el derrumbe de la Unión Soviética y del campo socialista; la Fedim se tambaleaba ante esos fenómenos que sacudían al mundo, y fue la visión de Vilma, su dedicación y empeño, lo que logró mantener la organización, rememora para Prensa Latina la vicecoordinadora árabe de la organización Wafy Ibrahim.
La también secretaria de Relaciones Exteriores de la Liga para los Derechos de la Mujer Libanesa, recuerda las palabras de la heroína cubana en aquellos duros momentos donde la fe en un mundo mejor parecía desvanecerse ante la evidencia de los hechos.
“Puede morir todo, pero no puede morir la Fedim, ni la causa de la mujer”, esas fueron las palabras de ella cuando todo parecía venirse abajo, refiere emocionada Ibrahim a esta agencia y enfatiza que este Congreso es el resultado de su empeño.
El camino –subraya- ha sido duro, pero aquí estamos una vez más y vamos a levantar la organización y seguiremos luchando por nuestros derechos y reivindicaciones, porque es además una forma de rendir homenaje a una de las mujeres que más hizo por esta causa en el mundo.
“Este hecho es grandioso, después de tantos años de la caída del campo socialista, ver que estamos haciendo un evento de este nivel, con ese ímpetu, con esa fuerza, en una tierra como Venezuela, estamos aquí gracias a ella”, resaltó la dirigente femenina árabe.
Por su parte, la coordinadora de la oficina regional de América Latina, Alicia Campo, respaldó las palabras de Ibrahim, al afirmar que fue su astucia quien evitó que el trabajo de tantos años se perdiera.
“Para la familia de la Fedim, para las mujeres de todo el mundo, Vilma es un paradigma, es la inspiración en nuestras batallas”, recalcó a esta agencia.
La Federación Democrática Internacional de Mujeres fue fundada a París, Francia, el 1 de diciembre de 1945.
Es una organización no gubernamental que integra agrupaciones de mujeres, feministas y no feministas, sin distinción de nacionalidades, de pertenencia religiosa, etnia, y opción sexual, quienes luchan por la emancipación y la paz mundial.
Cuando desapareció el campo socialista, la sede estaba en Berlín y para aquel entonces Vilma Espín era su vicepresidenta, así rememora en una entrevista concedida a Cubadebate la también dirigente cubana y su amiga inseparable Asela de los Santos.
“Quisiera que vieras qué desesperación tuvo por preservar la Fedim y toda la documentación. Había una alemana, Brigitte Triems y desde la Federación en Cuba, la llamaba para salvar todos los archivos y no se perdiera nada. Se pasaba madrugadas en eso. Les decía: recojan todo, conserven todo y lo digo porque fue la verdad: quien salvó la Fedim fue Vilma”, refiere.
Otros méritos de la eterna presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) y de las féminas de la isla, resaltan de boca en boca entre las delegadas a esta magna cita en Caracas.
“Nuestra máxima aspiración es llegar a tener una organización femenina como la de Cuba, son invaluables los logros, los derechos y triunfos que ostentan hoy las mujeres cubanas y ahí pretendemos llegar», así expresó a Prensa Latina la representante del Movimiento de Mujeres Clara Zetkin de Venezuela, Yaquelín López.
La comunista venezolana asegura que este evento es también un logro de la Revolución cubana, “su sello está aquí, porque la FMC es una de las organizaciones vanguardias de Latinoamérica, sin la resistencia y el empeño de sus miembros y dirigentes nada de esto sería posible hoy en Venezuela”.
En medio del evento, Campos y las integrantes de la delegación de Cuba que la acompañan, se mueven entre la multitud, sus pulóveres amarillos con la imagen sonriente de Vilma las convierten en el blanco de saludos y abrazos solidarios.
La entrevista con Prensa Latina apenas puede continuar, representantes de todas las naciones se acercan para retratarse con ellas o conversar sobre Cuba, sus batallas y resistencia, para hablar de Vilma, de su dedicación a la causa de las mujeres.
Entonces, las palabras de Wafy Ibrahim toman sentido, «este Congreso es un saludo y un homenaje al alma de Vilma, porque ella está aquí junto a nosotros en esta sala».