Ania Terrero, tomado de su perfil personal - Cimarronas - Video: TV Cubana.- No lo es. Habla del impacto de los fundamentalismos en la política estadounidense, de un sistema legal maquiavelico que no garantiza la equidad, de un país que a estas alturas aún no aprueba la Enmienda de Igualdad de Derechos.
Pero, ¿qué podíamos esperar de un Tribunal Supremo mayoritariamente conservador, impulsado por un expresidente misógino que denigró sistemáticamente a sus compañeras y fue acusado de agresión sexual? Trump se fue hace dos años, pero sus golpes siguen llegando.
Tras la nefasta decisión de esta mañana, el juez conservador Clarence Thomas llamó a reconsiderar otras sentencias históricas que protegen los métodos anticonceptivos y los derechos de la comunidad LGTBQ. Ese es el mundo en el que estamos viviendo. Y no es muy diferente a la distopia de Gilead.
El fallo de hoy no solo supone un retroceso para los derechos de las mujeres estadounidense que, por cierto, en muchos casos no dejarán de abortar, sino que lo harán ahora sin seguridades ni garantías. El fallo de hoy da miedo, porque sienta un precedente para otros derechos conquistados y para el resto del continente.
En una América Latina, donde los fundamentalismos parecen ir hacia adelante, donde la lucha contra la violencia de género y por los derechos sexuales y reproductivos es más encarnizada que nunca, se sentirán los ecos de esta decisión.
En Cuba, donde por suerte el derecho al aborto seguro, legal y gratuito es una conquista lograda hace décadas, también toca andar con cuidado.
Los debates en torno al Código de las Familias mostraron que los fundamentalismos no nos son ajenos; que no son pocos quienes hablan de "ideología de género", protestan por perder el derecho a violentar a sus hijos y rechazan que todas las parejas puedan casarse, sin importar su orientación sexual.
Ese grupo está ahí, latente, ganando terreno. Sus demandas de hoy pueden ser mañana llamados contra el aborto, contra la igualdad de oportunidades, contra las mujeres que trabajan más allá del hogar.
Nos estamos jugando derechos y cerrar los ojos no hace ningún bien. Hoy es un día triste. Ojalá sirva al menos como alerta.