Los mitos machistas sostienen la violencia de género, deconstruirlos es un camino imprescindible. Foto Revista Mujeres

Lirians Gordillo Piña - Revista Mujeres.- Un título así puede ser un gran gancho, pero surgió de ver a un grupo de muchachas casi abrazadas y en desacuerdo con mitos que sostienen las violencias machistas. “El amor todo lo perdona…” EN DESACUERDO!!!, “Los hombres son violentos por naturaleza” EN DESACUERDO!!! “Si te cela es porque te ama” EN DESACUERDO!!!!…Así nació la frase y el título de este trabajo.

La primera jornada estudiantil por la no violencia de género reúne a un grupo de jóvenes que quieren más justicia de género en las aulas universitarias; su primer encuentro, realizado el pasado 7 de noviembre en la Universidad de La Habana, fue inspirador.

Ver a muchachas diversas compartiendo experiencias, estrategias y otros embrujos; escucharlas tan lúcidas y seguras sobre lo que son las violencias machistas y las dimensiones que aún hoy alcanzan en las aulas universitarias y sus relaciones, me hizo imaginar las sonrisas de otras que, muchos antes que nosotras, soñaron con este día y los que vendrán.

Nos vamos a quedar a vivir en el desacuerdo con las violencias machistas, con el patriarcado, con la discriminación y con tantas otras opresiones.

Pero los mitos que ellas hoy rechazan con conocimiento de causa llegan a ser estadísticas, se reproducen en imaginarios, en prácticas, en representaciones sociales y también en el uso de las tecnologías.

Ellas, que una vez fuimos nosotras, cambian más y más rápido que sus pares varones y que el contexto social. Esa tendencia se expuso en 2018 con el estudio Imaginarios juveniles acerca de la violencia de género, en el que participaron más de 3.500 jóvenes de siete países de América Latina y el Caribe (Guatemala, Honduras, Nicaragua, República Dominicana, Brasil, Colombia y Cuba).

La investigación mostró que si bien emergen algunos cambios y rupturas, el control persiste como sustento de las violencias machistas en sus más diversas expresiones. El mito del amor romántico y la posesión de la otra persona en las parejas refuerza el cerco sobre las mujeres, sus cuerpos, su autonomía, su sexualidad y sus derechos.

 “Cuando tienes una nueva pareja, te puede pedir que publiques una foto en tu estado para que sepan que ya estás con alguien” … “No sé cómo explicarle a una amiga que es violencia la costumbre de su novio de revisarle los likes de sus publicaciones en Instagram” … “Él se pone bravo si la ve conectada por WhatsApp y ella no le contesta enseguida” …Estas fueron algunas anécdotas compartidas en el encuentro, relatos de cómo se actualiza hoy la violencia de género.

Las redes sociales y las Tics son adaptadas y utilizadas para el control machista con acciones que pueden parecer mínimas o absurdas, pero que expresan un control sobre las mujeres heredado de la Era de Piedra.

La socióloga Marbelis Orbea publicó el año pasado un estudio que sistematiza investigaciones realizadas de 2010 a 2021 en Cuba y que tienen como objeto de análisis la violencia de género en parejas de estudiantes universitarios.

Según el texto “Parejas en la universidad: Un marco teórico y referencial para estudiar la violencia”, los estudios muestran que muchas de las conductas violentas “no son percibidas como tales, ni por las víctimas ni por los agresores, debido a que a menudo suelen confundirse con verdaderas muestras de amor e interés”.

“Entre manifestaciones de violencia más mencionadas predominaron las de tipo psicológico, entre ellas las ofensas, las humillaciones, la negación de la palabra o largos periodos de silencio tras una discusión. Igualmente se mencionó la existencia de críticas, humillaciones o chistes descalificativos, básicamente por parte de ellos”, expone Orbea.

“También se identificaron manifestaciones de violencia física, como caricias no deseadas o la exigencia de determinadas prácticas sexuales o de relaciones sexuales en momentos en que las muchachas referían ‘no tener deseos’” (violación en el noviazgo)”, agrega.

La especialista confirma la tendencia a usar las redes sociales como herramienta para el maltrato y control machista, sobre todo asociado a los celos, control sobre la apariencia, la vestimenta, las amistades (incluidas las que se establecen vía online) y el uso del tiempo por parte de las muchachas.

“Se percibieron, aunque en menor medida, estrategias de aislamiento de las víctimas de sus redes habituales”, reconoce la especialista.

Este último dato es fundamental para prevenir y poder acompañar a víctimas de violencia de género. No permitir el aislamiento de las víctimas, respetarles sus tiempos y compartir con ellas recursos y análisis críticos es fundamental para que salgan del ciclo del maltrato y se queden a vivir como nosotras, en el desacuerdo con las violencias machistas.