Laura González Truffin (1) / Foto: tomada de https://krystala.fundaciondescubre.es/ - Juventud Técnica.- En los archivos de King´s College, una institución universitaria ubicada en el centro de Londres, se guarda el original de una de las fotos más famosas en la historia de la ciencia. La pequeña placa mide apenas unos 10 centímetros de lado, pero su legado es impresionante.


La química británica Rosalind Franklin tenía 31 años cuando logró la famosa foto a la que llamó Fotografía “51”, la cual fue esencial para descifrar la estructura del ADN, la molécula que transmite la información genética y es responsable de la continuidad de la vida.

Rosalind no obtuvo la imagen por casualidad, sino que estudió durante muchos años el genoma humano. En aquella época se sabía muy poco sobre el ADN, por lo que se dedicó a fotografiar el patrón de difracción del ácido desoxirribonucleico y la información que obtuvo daría respuesta a años de preguntas.

Foto: tomada de BBC

Fue después de la II Guerra Mundial cuando comenzó a interesarse por las nuevas técnicas de difracción de rayos X. Franklin utilizó estas técnicas para capturar la estructura de doble hélice del ADN, algo detectable a simple vista por las bandas dispuestas en cruz. Según los expertos, esa “X” en el centro demostraba la estructura en escalera de caracol de la macromolécula de la herencia.

Al saberlo, el director del laboratorio del King´s College de Londres le ofreció ocuparse de estudiar con la nueva técnica la estructura del ADN, trabajo en el que Maurice Wilkins no había logrado resultados.

La cristalografía es una técnica que se basa en la determinación de la estructura tridimensional de un cristal y, como experta en dicha área, Rosalind Franklin la utilizó para obtener la primera fotografía del ADN.

Fue exactamente el 6 de mayo de 1952 cuando la química decidió bombear gas hidrógeno a las fibras de ADN a través de una solución salina, para mantener la hidratación de la muestra y luego expuso el ácido desoxirribonucleico a los rayos X por 62 horas. Durante este periodo, las ondas electromagnéticas de los rayos X entraron en interacción con los electrones de los cristales de ADN y se difractaron en ángulos que indicaron la disposición de sus átomos. En otras palabras, los rayos X dibujaron a gran escala la forma del ácido desoxirribonucleico.

Franklin recopiló el patrón de difracción resultante y lo etiquetó con el número 51, que más tarde se convirtió en la Fotografía 51, gracias a la cual se pudo saber que el ADN tiene una estructura de dos cadenas que serpentean una alrededor de la otra. Y además, que contiene todo el código genético que nos determina como seres vivos.

Pese a su relevancia en el desarrollo científico mundial, detrás de la obtención de esta fotografía se esconde la historia de una mujer que fue prácticamente ignorada por sus logros y un par de científicos que se llevaron mayor crédito del que deberían. King´s College era un lugar prestigioso en el cual desarrollarse, pero en esta universidad reinaba un ambiente machista que debió ser duro para la científica.

A espaldas de Rosalind, Maurice Wilkins mostró la imagen al biólogo James Watson, que trabajaba con Francis Crick en la misma materia. Estos pudieron rehacer a partir de esta foto un modelo en tres dimensiones del ADN. Con la evidencia, publicaron el descubrimiento en la revista Nature, lo que les valió el Premio Nobel de Medicina en 1962, junto con Wilkins.

Por desgracia, un cáncer de ovarios provocado en parte por las repetidas exposiciones a la radiación acabó con la vida de Rosalind en 1958, lo que impidió que disfrutase de este galardón que merecía. De todas formas, Watson se encargó de que su nombre no apareciese en el premio, desmintiendo que la científica hubiese participado. Además, desfiguró más tarde su imagen en el libro “La doble hélice”.

Un desaire que volvió a ocurrir en 1968, luego de que James Watson publicara un libro sobre el descubrimiento de la estructura del ADN que nuevamente minusvaloraba el importante trabajo de la química. Finalmente, en 1975 una amiga de Rosalind, la escritora Anne Sayre, publicó un libro que reivindicaría su aporte a la biología: “Rosalind Franklin y el ADN”.

Foto: tomada de https://krystala.fundaciondescubre.es/

Posteriormente, han venido otros homenajes como el que realizó Google en el año 2013, tras difundir un “doodle2”(*) en la página principal de su buscador para honrar la memoria y el trabajo de la científica inglesa.

*Un doodle es un diseño especial alusivo a cualquier situación que decora la página principal de Google.

(1) Estudiante de segundo año de la carrera de Bioquímica y Biología molecular de la Facultad de Biología de la Universidad de La Habana. (Gran Premio concurso de divulgación científica Físicamente hablando)

Género
Marilys Suárez Moreno - Revista Mujeres.- Dicen que fue una mujer de armas tomar y su historia de vida no deja dudas sobre la también llamada Capitana de Vuelta Abajo. Ferviente seguidora de los planes insurreccionales de José Ma...
Ser “jefas de hogar”, en lugar de apoderamiento significa dobles y triples jornadas de trabajo y la presión mental que implica la responsabilidad de sostener económicamente un hogar Dixie Edith - Red Semlac / Foto: SEMlac Cu...
Grupo de tejedoras del Yarual y algunos de los artículos que producen en su taller Sara Más - Red Semlac / Foto: SEMlac Cuba.- Vidas que se van transformando en el tiempo, mientras tejen con fibra vegetal, son las que se muestran en el ...
Lo último
Isabel Rubio, razones para la libertad
Marilys Suárez Moreno - Revista Mujeres.- Dicen que fue una mujer de armas tomar y su historia de vida no deja dudas sobre la también llamada Capitana de Vuelta Abajo. Ferviente seguidora de los planes insurreccionales de José Ma...
Ver / Leer más
La Columna
La Revista