Lirians Gordillo Piña, Beatriz Ramírez López, Gabriela Milena Padrón Morejón - Revista Mujeres / Foto: José Manuel Correa. Periódico Granma.- La población cubana envejece, se concentra en zonas urbanas y disminuye. Ante esta realidad, el futuro de la nación y su desarrollo tienen retos y desafíos acuciantes en todos los ámbitos de la vida.

El primer ministro Manuel Marrero Cruz presentó una actualización de la implementación de la Política para la Atención a la Dinámica Demográfica a diputadas y diputados que participan en el décimo período ordinario de sesiones de la IX Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular.

El informe, presentado en la jornada del 13 de diciembre, incluye datos actualizados, cambios en la política y proyecciones a futuro. La intervención de Teresa Amarelle Boué, secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), también ubicó la equidad y el avance de las cubanas entre los focos de atención de la política demográfica.

Desde 2012 existe en el país la Comisión Gubernamental para la Dinámica Demográfica y en 2014 se aprobó la política para la atención a la Dinámica Demográfica, que tuvo una actualización en abril de este año.

“Las actuales condiciones requieren de un cambio de mentalidad en la comprensión, atención y control de la situación demográfica del país, que tenga como principios los preceptos de la Constitución de la República de Cuba, de manera que el eje principal que la sustente sea el de la equidad y la justicia social, desde un enfoque de ciclo de vida”, dijo el primer ministro Manuel Marrero Cruz.

Según datos oficiales, en las zonas rurales cubanas solo vive 23 % de la población y al cierre de 2022 la población adulta mayor representa 21,6%, lo que significa que 2,4 millones de personas están en estas edades.

El envejecimiento trae relacionados otros procesos, como el incremento de la dependencia, que es la relación entre personas económicamente activas (en edad laboral) e inactivas, y el decrecimiento natural de la sociedad—mueren más personas de las que nacen.

Familias pequeñas, concentradas en las ciudades y envejecidas constituyen un patrón en la sociedad cubana. Ante esa realidad, el Estado cubano implementa una política que cuenta con 55 medidas y existen instituciones de apoyo a los cuidados, pero las estadísticas y la vida cotidiana demuestran que estas acciones no son suficientes.

Conocer la dinámica demográfica nacional, territorial y local es estratégico para el desarrollo y la vida de la nación, reconoció Manuel Marrero. Identificó además a la academia y la ciencia como aliadas a tener en cuenta.

Con la asesoría del Centro de Estudios de Población y Desarrollo (Cepde) de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (Onei) y el Centro de Estudios Demográficos (Cedem) de la Universidad de La Habana, el primer ministro adelantó que han sido identificados 11 temas que serán presentados en 2023 al Consejo de Ministros.

Los puntos de la agenda incluyen: la presentación del sistema nacional para el cuidado integral de la vida, con la ampliación y diversificación de servicios; el desarrollo de nuevos medicamentos de producción nacional; el perfeccionamiento del Sistema de Atención a la Familia y la implementación de alternativas para el acceso a la vivienda, dirigido principalmente a las madres con tres hijos o más y a los jóvenes que lo demandan en su proyecto de vida.

En el futuro inmediato, los gobiernos provinciales y municipales tendrán un peso mayor en la atención a la dinámica demográfica. Según el informe presentado al legislativo, aunque existen observatorios demográficos “falta integralidad, transversalidad, enfoque territorial y no se alcanza una acertada inserción del enfoque demográfico en la estrategia de desarrollo territorial·”.

Entre las prioridades para atender en los territorios, Marrero mencionó:

• La respuesta a las necesidades de los adultos mayores de manera integral.
• La atención a la maternidad segura, la fecundidad adolescente y la pareja infértil.
• Garantizar la respuesta a las necesidades relacionas con la vivienda para las madres, padres o tutores legales de niños hasta 17 años y los jóvenes.

“Las acciones desarrolladas hasta el momento no logran detener el deterioro de la tendencia demográfica en el país y la población cubana mantiene un decrecimiento natural, de ahí la importancia de continuar atendiendo con prioridad, de manera diferenciada, todo lo relacionado con este programa.”, concluyó el primer ministro.

Durante el debate, la diputada Daicar Saladrigas González celebró la novedad que representa la inclusión de personas jóvenes como beneficiarias de la política, pues no tener una vivienda impide muchas veces que parejas de jóvenes tengan descendencia, dijo.

La secretaria general de la FMC alertó sobre la feminización del envejecimiento en Cuba y la sobrecarga de los cuidados, que recae en los hombros de las mujeres.

“Son las mujeres las más envejecidas y quienes cuidan también son mujeres. Por eso tenemos una importante fuerza femenina calificada que ha tenido que regresar a los hogares a cuidar a sus adultos mayores y menores, porque no ha encontrado una solución a este problema. Por eso es muy justo que la Política para la atención a la dinámica demográfica tenga estos temas en el centro y nos permita avanzar, porque este es un tema directamente relacionado con el adelanto de las mujeres”, apuntó Amarelle Boué.

La también integrante del Buró Político del Partido exhortó a las autoridades locales a utilizar todas las vías y recursos existente en función de garantizar mejores servicios a las familias cubanas.

“Convocó a eliminar todo tipo de prejuicio para que los papás se acojan a la prestación económica postnatal, que establece el Decreto-Ley No. 56 De la maternidad de la trabajadora y la responsabilidad de las familias. Aunque es un logro de la presidenta de la Federación Vilma Espín que desde 2003 se incorporó a los papás a la prestación, decir que desde entonces hasta hoy se han acogido ocho papás tiene que ver mucho con los prejuicios y problemas de discriminación, agregó la líder femenina.

“Podemos avanzar con más celeridad en estos programas, que van a facilitar que esas mujeres que han tenido que regresar a los hogares se incorporen a la vida económica del país; recordemos que para 2030 la dependencia de la que se ha hablado aquí será mucho mayor y las mujeres serán la reserva laboral más importante de la nación. Por tanto, tiene que haber corresponsabilidad para garantizarles las condiciones que permitan que todas podamos participar en el desarrollo de la nación”, concluyó.