Claudia Alejandra Damiani - Cimarronas.- Antes de definir qué es feminismo, conviene dejar claro qué NO ES, dados los prejuicios y tergiversaciones que existen sobre el término:


El feminismo no es el equivalente femenino del machismo, no aboga por la dominación de la mujer sobre el hombre ni es una guerra de sexos que divide la lucha por la justicia social en hombres y mujeres. Tampoco es una cuestión secundaria que se pueda postergar en post de otras luchas.

Por eso decir “no soy feminista ni machista” es un sinsentido; quien sinceramente abogue por la justicia social y piense que no existen grupos humanos “mejores” que otros, si es consecuente, es feminista. Pues no se trata de dos extremos.El machismo consiente y reproduce la discriminación de un grupo de personas por causa de su sexo, su identidad de género o su orientación sexo-afectiva, mientras que el feminismo supone que las personas deben ser socialmente iguales, independiente de sus diferencias biológicas.

El Patriarcado es un problema de la estructura social, no de individuos, por lo que el feminismo no puede ser una solución individual. Es una lucha colectiva y política por la emancipación de todas y todos. Que existan mujeres empoderadas que individualmente han conseguido sobreponerse a la opresión patriarcal no es un ejemplo de feminismo ni, mucho menos, un ejemplo de que la desigualdad de género no existe. Constituyen excepciones, aunque, que cada vez sean más, da cuenta de los avances en materia de emancipación colectiva.

El feminismo es una teoría y una práctica política que se basa en la justicia e implica una toma de consciencia de la opresión que sufren las mujeres por el hecho de ser mujeres o cualquier persona que se desvíe de la norma construida e impuesta socialmente de masculinidad y feminidad que se presenta como natural e inmutable.

çDe lo que se desprende que los hombres, a pesar de ser sujetos de privilegio en el sistema de dominación patriarcal, son, también,sus víctimas, son «dominados por su dominación»; pues el machismo no es una ideología particular de ellos, sino de la sociedad y, tanto las mujeres como los hombres reproducen y sufren el machismo, desde roles distintos, porque ambos son producto y están atados al sistema de dominación patriarcal.

El feminismo es un hijo no deseado de la Ilustración, cuando por primera vez en la Historia se plantea que los seres humanos pueden ser iguales y tienen derecho a ser libres. Y como los seres humanos todavía no somos ni iguales ni libres, el feminismo sigue teniendo vigencia; pues, aunque la situación de la mujer del siglo XVIII hacia acá ha mejorado considerablemente, la igualdad de género aún no es un hecho (apenas un ejemplo se tiene al preguntarse quién realiza la mayor parte de las labores hogareñas, quién se ausenta en el trabajo cuando se enferma un niño o quien ha sufrido acoso sexual desde edades tempranas) e, incluso, es posible retroceder en las conquistas alcanzadas(basta con mirar lo que ha ocurrido en otros países con los derechos de las mujeres y de los grupos históricamente oprimidos, cuando la ultraderecha toma el poder).

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