Lirians Gordillo Piña - Revista Mujeres.- ¿Por qué eres feminista? La respuesta a esa pregunta reúne experiencias individuales y luchas colectivas, inconformidades, violencias, urgencias impostergables, conquistas, certezas y legados de mujeres que estuvieron antes y desbrozaron un camino para que nosotras estuviéramos aquí hoy: sembrando.


¿Por qué eres feminista? Decirlo en voz alta es invocar el porvenir, pensar en seres que nos llaman madre con orgullo por haberles amamantado con sueños de justicia, personas que vienen a construir un futuro que se les parezca y nos supere.

Se es feminista para develar lo invisible y comprender que los derechos se conquistan y se defienden, más en tiempos de crisis. Se sueña feminista para hacer radical la utopía comunista, para vivir plenamente, para ser feliz y asumir la angustia de la coherencia, para errar también y llegar hasta donde nos den los pasos.

En el encuentro de vivencias aparece el alcance revolucionario de lo que es también un campo del conocimiento, una ética, una política, teoría crítica y radical de la justicia social; se repite otra vez la necesidad de hacer juntas, allí donde el patriarcado toma cuerpo en otras opresiones, allí donde se refuerza y se reinventa: la comunidad, la cultura, el capital, las instituciones, las redes sociales, etc.

Cuando lanzas la pregunta ¿por qué eres feminista?, emergen las experiencias individuales y colectivas de mujeres y hombres diversos; por eso no sorprendería a nadie que estas ideas no sean conclusiones individuales, sino reflexiones colectivas de una treintena de personas reunidas en La Habana, el pasado 6 de marzo.

A partir de la convocatoria del espacio feminista Berta Cáceres, investigadoras, estudiantes y profesoras universitarias, integrantes de colectivos políticos, instituciones y organizaciones sociales se encontraron en un diálogo que puso en el centro los sentidos propios y colectivos del feminismo, además de la conmemoración del 8 de marzo.

La reunión, celebrada en el Instituto de Filosofía del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), rindió homenaje a las fallecidas Berta Cáceres (lideresa social hondureña), Blanca Munster y Teresa Lara (economistas) y Olivia Miranda (investigadora del Instituto de Filosofía).

A estas cuatro mujeres semillas se dedicó el espacio y, de manera simbólica, las asistentes plantaron un pequeño arbusto que crecerá como lo hicieron los aportes y desvelos de ellas por la igualdad y la justicia de género.

“¿Cuántas semillas hacen un bosque? ¿Cuántas semillas hemos de lanzar a la tierra para encontrar en un brote el germen de una estrella que ilumine?”, preguntó Lil Romero al inicio del encuentro.

En un breve y hermoso texto, la guionista cubana reconoció el impulso vital de una tradición de mujeres semillas que trascienden el tiempo, la distancia y la vida material.

“Cuatro mujeres nos guían hoy, Berta, Blanca, Olivia y Teresa. Sabemos que están porque hemos venido hasta aquí por y para ellas. Esta mañana ellas nos dieron palmaditas en la cara, dijeron levántate, respira hermana, toma mi fuerza, queda mucho por hacer.  Esta mañana, ellas fueron nuestro alimento, ellas acariciaron nuestras penas, compartieron nuestros dolores, acompañaron nuestros miedos, iluminaron nuestras virtudes,  amasaron nuestras alas,  vinieron a convocarnos a no dejar de crear el futuro. Son nuestra tierra, nuestra lluvia, nuestro sol, nuestra ternura”, dijo emocionada.

Sus palabras también fueron una especie de conjuro que habla de los sueños compartidos, de las rebeldías por conquistar. Ojalá y esos sentires nos guíen en este y muchos otros días de marzo.

“Para sembrar, ¿quién no lo sabe?, se precisa de suelo, lluvia, luz y ternura. Abonar con todas las historias de todas las mujeres el suelo posible  donde crezca la libertad que todas merecemos, una libertad que traiga el pelo despeinado, los pies descalzos, desamarrados los deberes, equiparados los poderes. Una libertad que huela a nido y a nube, una libertad que nos enlace, que nos susurre al oído que solo juntas podemos existir y persistir”, escribió Lil.

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