Gabriela Orihuela - Revista Muchacha.- Salirse de la norma siempre ha sido malo visto así por la sociedad. Ser una mujer rebelde y nada sumisa o, simplemente, tener opinión y hacerla valer en otros tiempos hubiera constituido causa de prisión o muerte; en este, todavía hay quien levante la ceja y fruña el ceño. Tener unas “libras de más” y no verte físicamente como la mayoría, también pudiera propiciar comentarios hirientes.
Reconocerse con una orientación sexual no hegemónica aun es fuente de burlas y atropellos. Fue el 17 de mayo de 1990 cuando la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud (OMS) eliminó a la homosexualidad de la lista de Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE), con consenso generalizado de que la homosexualidad es una variación natural de la sexualidad humana. Sin embargo, ser homosexual se sigue castigando, incluso con la vida, en varias naciones.
Ser bisexual o transgénico también resulta complicado para quienes con orgullo y valentía se enfrentan a los estigmas sociales, a lo “establecido”. Transgredir barreras siempre ha sido difícil.
En la actualidad, a pesar de los avances desde el punto de vista social y legal existen personas que condenan a sus semejantes por pensar, sentir y actuar de forma diferente a lo que tradicionalmente se ha establecido como norma y comportamiento social.
Cada 17 de mayo, desde 2005, se celebra el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia con el objetivo de denunciar la discriminación de la cual son objeto las personas sexo diversas y promover acciones para poner fin a los actos y expresiones de odio que siguen existiendo.
El Instituto de Políticas Públicas en Derechos Humanos del Mercado Común del Sur (MERCOSUR) destacó que es innegable la necesidad de «políticas públicas en derechos humanos para la prevención de la violencia, crímenes de odio y toda forma de discriminación por motivos de identidad de género y/u orientación sexual, y la atención a las personas LGBTI que son sujetos de este tipo de violaciones a los derechos humanos fundamentales».
En nuestro contexto
La Carta Magna de la República en su artículo 1 promueve los principios fundamentales y hace alusión a la igualdad, que en esta ocasión se acompaña de la equidad.
De igual manera, la Constitución de la República de Cuba, en su artículo 40 «contiene el fundamento utilizado en todos los contextos avanzados en temas de derechos sexuales, particularmente en cuestiones relativas al tema de la orientación sexual e identidad de género, que suelen ser los más controversiales unido a los temas reproductivos, como el caso del aborto. En él, nuestra Constitución reconoce como valor supremo la dignidad humana, para el reconocimiento del ejercicio de los deberes y derechos consagrados en el texto», explicó Cubadebate.
Asimismo, en el artículo 42 se establece que «todas las personas son iguales ante la ley, reciben la misma protección y trato de las autoridades, y gozan de los mismos derechos, libertades y oportunidades». La Constitución garantiza la no discriminación «por razones de sexo, género, orientación sexual, identidad de género, edad, origen étnico, color de la piel, creencia religiosa, discapacidad, origen nacional o territorial, o cualquier otra condición o circunstancia personal que implique distinción lesiva a la dignidad humana».
También, «según el Código Penal Cubano, Ley 151/2022, artículo 388, se sanciona a aquella persona que discrimine o incite a la discriminación, por motivos de identidad de género», señaló la revista Alma Mater en su artículo Apuntes sobre la comunidad trans en Cuba.
De igual modo, el Código de las Familias, aprobado el pasado año, protege a las personas homosexuales, transgénicas y bisexuales y reconoce su derecho de constituir una familia, del libre desarrollo de la personalidad, la intimidad y el proyecto de vida personal y familiar, así como el desarrollo pleno de los derechos sexuales y reproductivos independientemente de la identidad de género y orientación sexual. Sin embargo, es conocido que queda mucho por hacer en materia legal y, sobre todo, educativa.
En esta ocasión, la 16 Jornada Cubana contra la Homofobia y la Transfobia tuvo como lema: “Por todas las familias, el Amor es ley”. Las actividades, iniciadas desde el 4 de mayo, concluirán el día 20 con una Feria Comunitaria en la sede del Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex).