Ana Lauren Miranda Suarez, estudiante de segundo año de Periodismo - Juventud Técnica.- Todos tenemos un derecho humano irrevocable; Elegir ser. Pero,¿y el qué dirán dentro de la elección? , y ¿las miradas por encima del hombro? ¿y los insultos reiterados? ¿Que hacemos con eso?

Cuando yo tenía 17 años y estaba en el IPVCE Federico Engels, mi profesora de Matemática nos enseñó más allá de funciones, cosenos o rectas paralelas. Contó sobre su mejor alumno Elián, su proceso, su esfuerzo, su transición. Narró su ida para Estados Unidos, su retorno con el cabello más largo, el pecho abultado, nombre diferente y menos inseguridades.

Recuerdo que vociferó: Yo lo quise, ahora la quiero. Mi profesora es una de las aún pocas que respeta y apoya el ser y su libertad completa.

Desgraciadamente, entre 2014 y 2020 fueron asesinadas 3514 personas LGBTIQ de América Latina y el Caribe y el 40 por ciento de estos homicidios estuvieron relacionados con el prejuicio frente a la orientación sexual o identidad de género según Sin Violencia LGTBIQ,2021.

Lo cierto es que la intimidación hacia las personas LGTBIQ en la región, basadas en el prejuicio, está generalizada, invisibilizada y deben ser entendida de manera interseccional. Por tanto, los servicios de respuesta a esta violencia aún están marcados por ópticas heteronormativas, cisgeneristas y binarias.

Lo constata el numero caótico de denuncias, la negligencia en las investigaciones, en los enjuiciamientos y las condenas casi inexistentes que solo dan lugar a una situación de impunidad sistemática.

Según la información del Observatorio de Personas Trans en 2020, 350 personas trans y de género diverso fueron reportadas asesinadas desde el primero de octubre de 2019 hasta el 30 de septiembre de 2020, destacándose que el 82 por ciento de los asesinatos registrados en el mundo ocurrieron en Centro y Sudamérica.

En Cuba, en estos momentos, se educa a favor de las conductas inclusivas, se celebran coloquios de información verídica sobre el tema, e incluso se enjuicia socialmente a los prejuiciosos pero, ¿será suficiente?

La realidad es que, en las calles, en los barrios, en los pueblos se reproducen estereotipos, se burlan, se castigan las identidades de género que no corresponden con su genitalidad, así como las relaciones sexo-afectivas que no sean heterosexuales.

¿Qué hay detrás de los colores?

Las personas transexuales que reciben tratamiento hormonal se enfrentan a disimiles retos en aras de adquirir clínicamente los caracteres sexuales del opuesto.

Primeramente, necesitan una preparación psicológica adecuada para asumir el proceso. En el tratamiento hormonizante femenino (trans mujer) las fases primordiales son: antiandrogenización que supone el bloque de acción de andrógenos y la de estrogenizacion que desarrolla los caracteres sexuales femeninos.

El procedimiento tiene resultados irreversibles y algunos no tanto. Se pierden las erecciones espontáneas entre dos y tres meses después de iniciado, mientras que las erecciones eróticas no se pierden del todo. Se produce un crecimiento mamario y efecto sobre las emociones.

En el tratamiento hormonal masculinizante los resultados en los órganos sexuales son un poco más bruscos: se frena el funcionamiento de los ovarios, el sangrado menstrual en el útero es nulo y hay un crecimiento significativo del clítoris.

A pesar de las limitaciones y de lo insatisfactorio, a veces, de los resultados, también se deben tener en cuenta los efectos colaterales. En el caso de los trans mujer se produce una disminución de las concentraciones de hemoglobina, sofocos, reducción de la masa muscular.

Mientras que los trans hombres sufren de alteraciones en los niveles lipídicos, alteraciones en la coagulación, variaciones en las enzimas hepáticas.

Evidentemente merecen respeto, no solo por los retos que sufren para ser quienes quieren ser, para mejorar su vida, sino en primer lugar porque son personas.

Por tanto, desde el VII Coloquio Internacional Trans-Identidades, Género y Cultura, realizado el pasado cinco de mayo, se hace un llamado al equipo médico y a la población cubana al entendimiento de que sexualidad, orientación sexual y género son completamente diferentes, la existencia de personas no binarias, las diferencias entre intersexualidad y transexualidad, la importancia del respeto hacia los nombres y pronombres, la utilización del nombre social de la persona para lograr una integración acertada y un servicio de salud preocupado por sus pacientes.

La ciencia nos ha dado la oportunidad de elegir, dejemos los prejuicios.