Gabriela Milena Padrón Morejón y Beatriz Ramírez López - Revista Muchacha / Foto: Cortesía Grupo Palco.- A Laura Padrón la conocimos durante la última sesión Ordinaria de la X Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), de ella nos llamó la atención su discurso conciso y realista, el que acompañaba por una sonrisa capaz de hacernos creer nuevamente, o al menos, replantearnos la necesidad de no tirar la toalla ante la desidia y la apatía.
Laura tiene 22 años, estudia el cuarto curso de la carrera de Periodismo, es diputada a la ANPP por el municipio Guáimaro, en la provincia Camagüey, y cree en el poder transformador de la juventud, por esta razón sus intervenciones durante los debates parlamentarios siempre estuvieron enfocados en visibilizar las preocupaciones y necesidades de este grupo etario.
La Revista Muchacha pudo dialogar con la joven, quien nos comentó sobre la importancia de concretar políticas públicas más parecidas a la realidad que se vive en la Cuba de hoy y los retos que conllevan asumir la responsabilidad de ser diputada a tan temprana edad.
Merecemos ser escuchados
“El desafío que tenemos es el de continuar construyendo un país donde todas las personas quieran y puedan soñar un futuro. Por este motivo es tan significativo que las políticas discutidas en la Asamblea propongan soluciones reales para las dificultades enfrentadas por los cubanos y cubanas día a día”, nos comentó Laura.
“Para los miembros más jóvenes del Parlamento como yo, significa una responsabilidad y un privilegio formar parte estos procesos, porque nuestras voces representan a miles de muchachos y muchachas merecedores de la oportunidad de ser escuchados”, señaló.
Una política integral y no excluyente
“Participar en los debates en torno a la aprobación de la Política Integral de Atención a la Niñez, Adolescencia y Juventudes, nos dio la oportunidad de posicionar muchos temas que habían sido levantados por los Congresos de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) como la marginalidad, la vulnerabilidad y la sensible migración que está teniendo hoy el país”, expresó.
“A pesar de tratarse de problemáticas que en algún momento tuvimos temor de abordar, era necesaria su visibilización para poder construir un documento realista y coherente con nuestras necesidades y aspiraciones.
“Nos dimos la tarea de pensarla como una legislación integral, no excluyente, que abordara temas como el acceso a la universidad, la necesidad de la superación personal y los estándares de calidad de vida”, continuó explicando.
“La misma responde a la importancia que el Estado brinda al máximo desarrollo de niñas, niños, adolescentes y jóvenes en Cuba, su adecuación al contexto demográfico y socioeconómico actual, que repercute directamente en el aumento de posibilidades que permitan el desarrollo de nuestras capacidades.
“Lo valioso de este proceso –dijo- está en que todos los organismos que intervienen en ella tomen conciencia de su prioridad, ya que estamos debatiendo y pensado el futuro del país”.
La oportunidad de expresar mis ideas
“Hay muchos temas que todavía no comprendo del todo, quizás por la magnitud de los mismos o la poca experiencia, pero lo importante es estar, escuchar, aprender mucho y tener la oportunidad de expresar mis ideas”, concluyó Laura.