Mariela Pérez Valenzuela - Revista Muchacha.- Zoe recién cumplió quince años. A diferencia de la mayoría de sus amigas, no ha tenido su primera menstruación y siente pena de compartir la situación con ellas. Se muestra confusa y comienza a inquietarse. Algunas de sus compañeras conversan, con desenfado, sobre los pormenores de su primera menstruación.
¿Tiene Zoe motivos para sentirse así? ¿Es normal que a esa edad aún no haya debutado con la menstruación? A esta y otras interrogantes respondió a Muchacha la ginecobstetra Déborah Pérez Valdés-Dapena.
Para entender este proceso fisiológico, la doctora explicó que la primera menstruación se denomina menarquia y tiene lugar entre los ocho y dieciséis años. Forma parte, según Valdés-Dapena, de un proceso denominado pubertad, en el que ocurren los cambios mamarios, aparece el vello en la zona del pubis y las axilas, y continúa con el desarrollo del contorno corporal (volumen de los glúteos y ensanchamiento de las caderas).
Refirió la especialista que, aproximadamente dos años después de que los senos empiecen a crecer, aparece el primer período menstrual. Asimismo, manifestó que la edad de inicio está influenciada por factores genéticos, medioambientales y socioeconómicos. Así pues, puntualizó que las hijas de mujeres que tuvieron una menarquia precoz tienen tendencia a la misma. Se adelantan también, según otros estudios, quienes residen en países con economías avanzadas. Por el contrario, a las personas que viven en zonas altas en relación con el nivel del mar, o en situación de pobreza, agregó, se les pudiera retrasar la pubertad.
Para la doctora Valdés-Dapena es común que las adolescentes con quince años, e incluso catorce, se impacienten si no han tenido su primer período menstrual; en este sentido, precisó que se considera menarquia tardía cuando esta ocurre con más de dieciséis años, y temprana o precoz en las niñas de seis a siete años.
Conocer que las niñas pueden menstruar a esas edades tan tempranas, quizás asombre a muchas personas y, en especial, a las pequeñas, al verse enfrentando este proceso natural sin haber sido preparadas para ello previamente por las familias o los centros escolares.
Por eso, muchacha, si tienes hermana, prima o amiga pequeña puedes ayudarla a comprender esta etapa; como dice nuestra entrevistada, la primera menstruación «llega» en la escuela, practicando deportes o en medio de una fiesta; es decir, sin un momento fijo y en distintas circunstancias.
Resulta muy necesario que las familias hablen a las niñas y adolescentes sobre el ciclo menstrual para evitarles un susto innecesario, sobre todo — como enfatizó Valdés-Dapena — porque a edades tempranas no se está preparada psicológicamente para atravesar todos estos cambios.
Es significativo que conozcas, si esperas tu menstruación, que puede estar acompañada de malestares en la parte inferior del vientre, fatiga, cólico y dolores de cabeza.
Además, resulta importante saber que durante los dos años posteriores a la menarquia — otras literaturas mencionan que hasta los cinco — los ciclos menstruales pueden ser irregulares. Las muchachas constatan que difieren de fecha de mes en mes. Son ciclos largos o cortos que pueden variar en duración y en cantidad. Luego, la menstruación se regula, es decir, se vuelve cíclica, cada 25 o 32 días como promedio, y se extiende por un período de tres a siete días.