Carmen Maturell Senon - Revista Muchacha.- «Considero que las personas no tenemos un solo espacio donde aprender y que todos los momentos de la vida, circunstancias, personas… nos van conformando. En ese momento, Muchacha, era parte de un proceso de vida, el cual transformé y supe qué quería defender», dice sin miramientos y con la exactitud de que Muchacha fue para ella «ese primer espacio creativo después de terminar su carrera de Periodismo».
Lissy Villar formó parte del equipo de la revista Muchacha desde el año 2014. A propósito del venidero aniversario 45, la periodista explicó que fue un desafío adiestrarse, sin embargo, en su etapa de estudiante, cuando recibió la asignatura optativa de «Género y Comunicación» con la periodista y feminista Isabel Moya Richard, ya sabía que quería construirse en ese camino.
«Trabajar en equipo diariamente, pensar y planificar una revista, indagar sobre los temas que más le pueden interesar al público afín, intentar crear y poner parte de ti en lo que haces siempre genera compromiso y creatividad».
–¿Qué temas trabajabas mayormente?
–En Muchacha trabajaba cualquier tema. Desde los dossiers, que eran como los temas fundamentales o que guiaban un número específico de la revista, así como secciones relacionadas con la sexualidad.
«Muchacha, no te encerraba en un solo tema, sino que todas trabajábamos en conjunto, aunque sí profundizábamos en aquellos que más nos interesaba perfilar. La revista abordaba, en aquel período, temáticas como el embarazo en la adolescencia, la construcción de feminismos, las muchachas cubanas y latinoamericanas, temas sobre arte y política, carreras, profesiones y oficios, preguntas sobre la sexualidad, consejos de vida y de autonomía, así como temas relacionados con la violencia, ente otros».
–¿La revista la ayudó a consolidarse cómo periodista y feminista?
–No puedo decir que ahí me hice feminista, porque no sólo fue en la revista, ni ser feminista es de un solo período, sino un proceso cotidiano; sin embargo, sí fue un espacio fundamental para eso. También trabajar con personas de otras edades y diversas me enseñó a escuchar y aceptar la variedad.
–¿Qué significa Muchacha para Cuba y qué importancia le concede a que exista una revista especializada en temas de género?
– Yo creo que Muchacha es única como revista en Cuba –aunque haya otras publicaciones– porque está destinada no solo para los y las adolescentes, sino porque el tema del feminismo y el género abarca toda la publicación. Además, ha sido avanzada en tocar temas que otros medios de comunicación no han hecho y los ha aterrizado a un contexto.
Es una revista que se acerca a las adolescencias y juventudes en un contexto muy mediático y de saturación de información. Brinda herramientas para resolver los problemas desde la sexualidad y desde la formación.
–¿Cómo valora el trabajo de la revista en el camino para fomentar la equidad?
–Si bien los temas de género y feminismo en Cuba han proliferado y existen más experiencias en cuanto al tema, considero que Muchacha, más que promover la equidad, ha contribuido a reducir muchas discriminaciones existentes desde un feminismo popular, disidente, negro… Pienso que la revista muestra esas diferencias de explotación y explica el por qué son injustas.
–¿Cómo quisiera que fuera Muchacha para el futuro?
–Yo creo que la revista tiene que ir por el camino que muestre los cambios actuales a los que se enfrente la sociedad cubana, por ejemplo, crear un podcast con perspectiva feminista que es parte fundamental del trabajo. Lograr que no se pierda el feminismo y hacerlo de forma atractiva, conectando la vida cotidiana, es otro desafío.
«Pienso que se pueden concebir diálogos con las personas que trabajan en la revista y el público, y que esas audiencias también construyan el medio cotidianamente. De igual forma quisiera que Muchacha contara esas historias diarias que a veces no sabemos cómo decirlas y así el público visualiza los diferentes puntos de vista. También que se parezca más a la sociedad cubana, pero desde una perspectiva de como quisiéramos ser».