Durante el taller de sistematización del acompañamiento de Galfisa a los consejos populares de Centro Habana trascendió lo logrado en cuanto a participación popular, trabajo cooperado y solidario, liderazgo desde la educación popular, participación activa de las mujeres, entre otros aspectos

Lisandra Fariñas - Red Semlac / Foto SEMlac Cuba.– Participación popular, trabajo cooperado y solidario y una apuesta por el protagonismo social de las mujeres son resultados del trabajo conjunto por más de una década entre comunidades del municipio de Centro Habana, en la capital cubana, y el Grupo América Latina, Filosofía Social y Axiología (Galfisa), del Instituto de Filosofía.

Para la socióloga Yaíma Rodríguez Alomar, “la intención es acompañar y trabajar con personas que son protagonistas de sus experiencias, aportarles un enfoque orientado a transformar la realidad en un sentido emancipatorio”, sostuvo durante un taller de sistematización de esa experiencia, el 4 de octubre en La Habana.

Yaíma Rodríguez Alomar, de Galfisa, acotó que “desde los primeros momentos se propusieron profundizar en el trabajo comunitario desde una perspectiva participativa y en la educación popular”. Foto: SEMlac Cuba

El espacio sirvió para identificar desafíos y aprendizajes, desde las vivencias de delegados y delegadas del municipio, presidentes de consejos populares, de cooperativas y otros actores de la comunidad, así como integrantes de Galfisa y personas involucradas en este acompañamiento.

Para Rodríguez Alonar, Galfisa no busca hacer una investigación tradicional. “Desde los primeros momentos, las acciones se propusieron profundizar en el trabajo comunitario desde una perspectiva participativa y en la educación popular”.

El proceso había comenzado en 2008, cuando Georgina Alfonso, directora del Instituto de Filosofía y entonces delegada de la Asamblea Municipal de Centro Habana, junto a Susana Acea, presidenta de esa instancia, se acercaron a Galfisa con la intención de abordar las necesidades de consejos populares como el de Colón, donde existían múltiples problemáticas sociales.

“A partir de esas necesidades y de proyectos ya existentes, enfocados en la prevención delictiva, por ejemplo, surgió la voluntad de articularnos con esta comunidad”, explicó Rodríguez Alomar.

El encuentro fue un espacio para reconstruir, identificar desafíos y aprendizajes de este proceso a lo largo de más de diez años. Foto: SEMlac Cuba

Aprendizajes conjuntos

La investigadora de Galfisa también detalló que, a lo largo de estos años, el acompañamiento ha girado en torno a ejes fundamentales, como el fortalecimiento de la gestión de gobierno desde el trabajo comunitario, con participación popular.

Entre otras acciones, se han realizado numerosos procesos formativos, talleres e intercambios de experiencias. Mencionó, por ejemplo, las cortes de mujeres, un componente central de este trabajo, las cuales se implementaron en cada consejo popular y en el Teatro América, en la capital cubana.

Dichas cortes se hicieron a partir de una experiencia internacional presentada en uno de los Talleres de Paradigmas Emancipatorios, auspiciados por el Grupo Galfisa y celebrados cada dos años desde 1995, como un espacio de intercambio de experiencias, diálogo y articulación entre las iniciativas ciudadanas de Latinoamérica y el mundo, precisó

A partir de esa experiencia, se decidió implementar las cortes y reconocer que las mujeres cubanas también enfrentan desafíos similares.

“La intención de las cortes de mujeres es visibilizar las problemáticas que enfrentan y demostrar cómo, desde su creatividad y redes de sororidad, pueden avanzar. Su principal herramienta es el testimonio, que permite a las mujeres narrar sus historias de vida y legitimar su identidad. Son espacios de lucha contra las injusticias del patriarcado”, dijo la investigadora.

Con ella coincidió Caridad Báez, quien se desempeñó como secretaria de la Asamblea de Centro Habana, quien recordó, durante el intercambio de este octubre, las lecciones que dejó la Corte de Mujeres celebrada en el Teatro América.

Caridad Baéz, quien se desempeñó como secretaria de la Asamblea Municipal de Centro Habana, recordó las lecciones dejadas por la Corte de Mujeres celebrada en el Teatro América. Foto: SEMlac Cuba

Destacó la valentía de quienes allí compartieron allí sus experiencias de vida. Aunque fueron historias amargas, marcadas por incomprensiones y tabúes sociales, finalmente muchas se transformaron en relatos de superación en una de las comunidades más densamente pobladas del país.

Según Rodríguez Alomar, “el liderazgo y las propuestas feministas han sido también ejes fundamentales en este trabajo. Hemos realizado talleres centrados en el empoderamiento, la sostenibilidad de la vida y la producción”.

Mailer Durán, por su parte, destacó el acompañamiento a mujeres en la comunidad de Cayo Hueso para su empoderamiento en la economía solidaria.

“Muchas de las que asumieron la responsabilidad económica de sus hogares salieron del anonimato. Desde la academia, Galfisa logró un acercamiento con un lenguaje común, que nos permitió profundizar en las realidades tan diversas de Centro Habana y sus consejos populares”, sostuvo.

Eduardo Reyes, presidente del consejo popular Colón, resaltó que este acompañamiento ofreció herramientas para impulsar un trabajo comunitario participativo y transformador, que involucra a las personas en la resolución de sus propias problemáticas, sin pretender dictar o imponer fórmulas.

“Esa relación de trabajo se favorece por la manera que Galfisa tiene de acercarse a la gente de los barrios, de ser humano a ser humano, y convivir con los consejos populares”, dijo la realizadora Magda González Grau, quien recordó la grabación del documental De los días y los sueños, un reflejo de la diversidad de realidades que es Centro Habana y la gente que la habita.

“Para mí y el equipo que trabajó el documental fue una experiencia extraordinaria. Los protagonistas eran los consejos populares y lo guardo en mi carrera como un recuerdo especial”, dijo.

La realizadora Magda González Grau destacó la experiencia en la producción del documental De los días y los sueños, la cual le permitió tener una interacción muy cercana con los consejos populares de Centro Habana. Foto: SEMlac Cuba

En opinión de Alberto Pérez, de Galfisa, la iniciativa les permitió aprender mucho sobre la capacidad humana de las personas en las comunidades, para relacionarse e insertarse en pequeños y grandes proyectos. Enfatizó en el reto de incorporar al trabajo comunitario la mayor diversidad de actores, sin excluir a nadie y desde el respeto a la diversidad.

Daysi Delgado Batista, presidenta de la cooperativa Dajo, subrayó que “el trabajo de Galfisa se extiende más allá de Centro Habana. Cuando entran a una comunidad, esta se enriquece espiritualmente mucho más de lo que podamos decir aquí”, apuntó. Por ejemplo, trabajadoras de su cooperativa se han beneficiado, aunque no residen en el municipio. 

Para Daysi Delgado Batista, presidenta de la cooperativa Dajo, ha sido relevante cómo el trabajo de Galfisa ha influido más allá de los límites de esa comunidad. Foto: SEMlac Cuba

Para Yaira Díaz, también investigadora de Galfisa, este no es un proceso unidireccional; “aprendemos de ustedes. Es una colaboración mutua, un empoderamiento conjunto desde el respeto por el protagonismo de las personas en sus barrios y localidades”, afirmó.