El empleo de una perspectiva de género en la realización de un podcast debe influir en varios aspectos: desde los temas que se tratan, hasta las formas en que se organiza el proceso de producción y conceptualización del contenido
Alejandra García Mesa - Red Semlac / Foto: Tomada de freepik.es.- La llegada de internet y su influencia en los diversos espacios de la creación humana han traído cambios sustanciales en cuanto a formas de relación, consumo y transmisión de mensajes. Grandes montos de información compiten en el espacio digital por la atención de los públicos y, quizás de forma lamentable, tienen más éxito las que mejor se ajusten a las nuevas plataformas y sus formatos.
Es entonces cuando llegan los medios de comunicación tradicionales al espacio digital, en busca de esa supervivencia en el tiempo, y se ajustan las formas de hacer periodismo a esos formatos. El podcast, por ejemplo, es una modalidad novedosa de hacer radio mediante el uso de las herramientas que brinda la red de redes para su distribución, aunque algunos estudiosos insisten en asegurar que no es radio.
La West Virginia University define que un podcast es “una colección pregrabada de archivos de audio que pueden ser automáticamente descargados desde un ordenador”1. Estos archivos, que luego pasarán por un proceso de edición hasta conformar episodios, pueden ser improvisados o regirse por un guion y, generalmente, son guardados en formato mp3 para facilitar su publicación en la red. Una ventaja que presenta la web 2.0 para este tipo de contenidos es la posibilidad de alojar, junto con el audio, otros elementos multimediales como videos, imágenes y texto que complementen el contenido que se está tratando en el podcast.
Los podcast, como archivos multimedia de audio, están concebidos para ser reproducidos y descargados en múltiples dispositivos, como teléfonos inteligentes, tabletas o reproductores de audio portátiles, lo que facilita su consumo en el lugar y tiempo decididos por el oyente. De esta forma, el proceso de selección implica una participación activa por parte del usuario, distinta del proceso de escucha de la radio convencional.
El podcast toma elementos del lenguaje radiofónico como la voz, la música, los efectos de sonidos y los silencios y los emplea en la construcción de una narrativa, como la radio. La diferencia entre ambas radica, principalmente, en el sistema de suscripciones que permite agrupar los audios en función del interés de quien escucha.
Arenas Mujica y Ospino Retamal elaboran una definición que logra sistematizar los elementos necesarios que se asumirán en esta investigación en cuanto al podcast: es “un archivo digital de sonido, normalmente en formato Mp3, disponible en la web, que cualquier persona puede crear y difundir para que sea accesible a todo público y que rompe con las limitaciones temporales y geográficas características de la radio”2.
Podcast a lo cubano
El podcast, como forma de informar, entretener y conectar con las audiencias, ha ido ganando espacio en la preferencia de los públicos en los últimos años. Cuba, aunque más lentamente que otros países, no ha estado exenta a dicho fenómeno.
Un análisis sobre la llegada y consumo de este formato de audio en la web debe partir, irremediablemente, de la tradición radial que tiene la isla. Aunque en más de una ocasión se haya aclarado que la producción de podcast no se encuentra ligada a la producción radial, las lógicas de consumo sonoro que operan en el contexto cubano pueden ser similares para ambos. Un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura3 subraya los altos niveles de penetración que, a nivel social, tienen de la radio los países en desarrollo, por ser de fácil acceso para el 75 por ciento de la población.
En Cuba, el consumo de la radio se remonta a 1922, como uno de los primeros países hispanohablantes en incursionar en esta. No así con el consumo y producción de podcast que, aunque en la esfera internacional tiene una historia de más de dos décadas, en Cuba se demoró por el acceso tardío a internet.
A partir de 2018, con la apertura del internet en Cuba mediante la introducción de los datos móviles, comenzó a acentuarse la presencia en el ámbito digital de muchas formas de producción de conocimiento existentes en el país: artística, científica, informativa. Según el Instituto Cubano de Radio y Televisión (ICRT), de las 100 emisoras que integran el Sistema Nacional de la Radio Cubana (una internacional, seis nacionales, 19 provinciales y 74 municipales), 95 transmiten audio en vivo por internet, diseño organizativo que es reforzado con 70 sitios web4 .
En medio de esas transformaciones, el podcast ha comenzado a ser entendido por el gremio radial como una necesidad para la radio contemporánea. La sonoridad es indispensable para la plataforma digital de una emisora porque, desde el surgimiento de los primeros sitios web de la radio, sus hacedores entendieron la urgencia de que su web se pareciera a la emisora tradicional. Insertar audios en el sitio digital marcaría la diferencia y el podcast, por tanto, era una solución viable.
Desde El Trastero, podcast producido por la revista independiente Cachivache Media y reconocido como el primero producido en Cuba5, las incursiones en este formato se han diversificado en todo el país. Entre esa producción destacan, por ejemplo, la webserie sonora para adolescentes Valientes, perteneciente a la emisora Radio Sancti Spíritus y Cinemafilias y Palabras, dos podcast producidos por el periódico Girón, de la provincia de Matanzas. No obstante, el uso del podcast en Cuba no es una actividad masiva. El país no cuenta con un sistema de políticas económicas a nivel institucional que sustenten el empleo seguro de motores de búsqueda y alojamiento para los servicios de podcast; ello, acompañado por la imposibilidad de acceso a determinadas plataformas que no están disponibles para Cuba, dificulta el proceso de producción y socialización de los contenidos.
La llegada de la pandemia de la covid-19, en 2020, fue provechosa para los proyectos de podcast. En este periodo aumentó el número de producciones, eventos y, por tanto, de audiencias. Como mismo existió un alza en las producciones de podcast independientes y por parte de los medios de comunicación después de la pandemia, sucedió en la producción de podcast en el ámbito universitario.
El podcast universitario constituye, en muchas ocasiones, un primer acercamiento al formato y es, a su vez, un campo en crecimiento que capta el interés de los jóvenes, tanto oyentes como productores. Tal es el caso de Nexos Multimedia, estudio de radio y televisión de la Universidad de La Habana, con sede en la Facultad de Comunicación, que ha sido la cuna de varios proyectos sonoros salidos de las propias aulas de la facultad como Al pan pan, Flash musical, Me dicen la cabra y Bajo la lluvia.
También son referentes ahora mismo en el país los proyectos sonoros Mujeres al sur, de Resumen Latinoamericano; Alcemos la voz y La Nota, del Servicio de Noticias de Latinoamérica y el Caribe (SEMlac) y Los Casetes, de AM:PM.
Este último pertenece a la revista independiente de música cubana Magazine AM:PM y se caracteriza por el debate sobre temas relacionados con la producción musical en la isla. Mujeres al sur es un podcast cubano-argentino que, desde 2021, cuenta la realidad y problemáticas de las mujeres latinoamericanas desde sus voces y testimonios.
La Nota es un podcast de SEMlac que aborda, semanalmente, los acontecimientos e historias más relevantes de las mujeres latinoamericanas y caribeñas desde una perspectiva de género y diversidad. Alcemos la voz, por su parte, también de SEMlac, es un programa especializado en el tratamiento de las violencias machistas desde la mirada de activistas, especialistas y personas con experiencias de vida relevantes.
En perspectiva de género
En la Cuarta Conferencia sobre la Mujer, celebrada en Beijing en 1995, se abogó por el empleo de estrategias económicas, políticas y sociales que ampararan a la mujer y la sacaran del espacio de subordinación, discriminación y aislamiento al que, en muchos casos, estaba sometida. Se apuntó que la perspectiva de género está enfocada en lograr la igualdad y el beneficio para ambos sexos.
La perspectiva de género es una forma de observar y analizar las complejas y diversas relaciones sociales que se dan entre ambos géneros, los conflictos institucionales y cotidianos que deben enfrentar y las maneras en que lo hacen6, partiendo de la conciencia de que existen relaciones jerárquicas y desiguales entre mujeres y hombres, de acuerdo con el criterio de la feminista mexicana Marcela Lagarde. Sin embargo, la autora considera que la perspectiva de género no debe verse solo en las relaciones entre hombre y mujeres, sino que debe adquirir un carácter intersectorial que permita analizar la sociedad y sus sistemas de poder para identificar desventajas.
“Su aplicación debe ser, en el caso por ejemplo de la producción periodística, de forma transversal y consciente, no como un apartado extra en el análisis de los fenómenos. El incorporar la perspectiva de género en las coberturas periodísticas implica un reaprendizaje de las prácticas de producción, elaboración y emisión de noticias para responsables de medios y profesionales de la comunicación. Si algo caracteriza la comunicación y las teorías de género es la interseccionalidad con otras causas”7.
¿Cómo sumar entonces ambas nociones para construir un podcast con perspectiva de género? El empleo de una perspectiva de género en la realización de un podcast debe influir en varios aspectos: desde los temas que se tratan, hasta las formas en que se organiza el proceso de producción y conceptualización del contenido. Esto se traduce en la necesidad de una mirada cuestionadora en la selección de las fuentes, el cuidado del lenguaje y la posterior promoción que se dé al producto para no reproducir estereotipos de género.
La periodista e investigadora cubana Isabel Moya8 escribió una serie de pautas que perfectamente son aplicables, y muy necesarias, en la concepción de un podcast con perspectiva de género:
- El estudio de las propuestas alternativas a la comunicación hegemónica.
- Ampliar los llamados estudios del emisor para deco nstruir los mecanismos de reproducción de los mensajes sexistas.
- Analizar la imagen de las mujeres y los hombres en su relación contextual, para huir de enfoques existencialistas que asumen lo masculino y lo femenino como un todo homogéneo.
- Asumir otros espacios y soportes de la industria cultural.
- Aportar, en la medida que el propio desarrollo de estas investigaciones lo propicien, a enriquecer presupuestos teórico metodológicos de la teoría de la comunicación.
1 Solano, I. M., & Sánchez, M. M. (2010). Aprendiendo en cualquier lugar: el podcast educativo. Pixel-Bit. 36, 125-
139.
2 Arenas, P. I., & Ospino, G. C. (2018).
3 UNESCO. (2012). Informe de Seguimiento de la Educación para Todos en el Mundo. https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000218569_spa
4 Monteagudo, M. (2023). En Ciclo: una serie de podcast narrativo sobre experiencias menstruantes. Universidad de La Habana.
5 Ídem
6 Lagarde, M. (1990). La identidad femenina. http://mep.go.cr/sites/default/files/Identidad%20femenina.pdf
7 Autores: Molina, M.R; Camargo, M.J. y Lagarda, M. (2012) “Acciones positivas en la perspectiva de género una visión desde el derecho y la justicia”. Letras jurídicas, Nº. 13, 2012.
8 Moya, I. (2010). El sexo de los ángeles. Una mirada de género a los medios de comunicación. Publicaciones Acuario: La Habana.