La consolidación del evento académico Adolescer como la práctica investigativa más relevante del Proyecto Escaramujo evidencia que el empeño de los estudiantes universitarios puede dar frutos impensables

Daniela Hevia Santana y Rodolfo Romero Reyes - Alma Mater.- Llegaba el fin del semestre. Enero de 2015. Seis estudiantes universitarios de segundo año de Comunicación Social no sabían qué hacer durante el mes de práctica preprofesional. O, mejor dicho, sabían qué querían, pero no cómo hacerlo. Venían de una primera experiencia que había superado cualquier expectativa.


En primer año habían empleado ese tiempo de prácticas para ir, como parte del Proyecto Escaramujo, a Escuelas de Formación Integral (EFI) a coordinar talleres con adolescentes que hubiesen cometido hechos que la ley tipifica como delitos. Después de aquella experiencia que marcaría un antes y un después en sus vidas, deseaban con mucha fuerza mantenerse vinculados al Proyecto, pero en este semestre las prácticas respondían a otra disciplina: regresar a la EFI no era una opción.

«En ese momento teníamos que aplicar algo de lo estudiado en el semestre, y que estuviera relacionado con la Comunicación Organizacional. Y entonces, se nos ocurrió: ¿Y si creamos un evento desde Escaramujo?», recuerda Beatriz Herrera, una de aquellas seis estudiantes.

Durante varios días Maité, Anabel, Kenia, Adrián, Rubén y Betty se dieron a la tarea de convencer a sus profesores — y convencerse a ellos mismos — de que serían capaces de organizar un espacio de intercambio entre especialistas, investigadores, estudiantes y docentes que serviría, en primera instancia, como un espacio de socialización investigativa y de superación profesional a los más de 25 estudiantes y profesores que por aquellos años conformaban el Proyecto. Después de desechar varias propuestas de nombre, eligieron Adolescer. No podían imaginar que 10 años después se convertiría en un evento nacional por las infancias y las adolescencias en Cuba.

Las ideas también maduran

La I edición sesionó el 16 de febrero de 2015 en FCOM. Entre las principales temáticas abordadas estuvieron la adolescencia como etapa del desarrollo humano, las conductas desajustadas en este momento de la vida y la relación comunicación-adolescencia.

«Esa era la esencia del evento: un espacio de intercambio de experiencias sobre el trabajo con adolescentes para formarnos a nosotros mismos como coordinadores — porque nos dábamos cuenta de que necesitábamos conocer de muchísimos otros temas — , formarnos a partir de la experiencia de otros y compartir con ellos las prácticas y experiencias del propio proyecto», comenta Beatriz.

A aquel espacio asistieron investigadores, profesores y sobre todo estudiantes universitarios. Como parte de la organización del evento se contemplaron conferencias, paneles y un intercambio con el público asistente. Además, se invitaron adolescentes que hubiesen participado en procesos educomunicativos organizados por Escaramujo en la Escuela de Formación Integral José Martí. Al evaluar los resultados con el resto del grupo de coordinación, se acordó que sería viable mantener el espacio con una frecuencia anual.

Doce meses después, en febrero de 2016, tuvo lugar la II edición del evento. Cumpliendo el acuerdo de la coordinación de rotar la sede del evento; sesionó en la Facultad de Psicología y tuvo como eje central la educación y adolescencia.

Hubo dos paneles importantes: el primero asumió como punto de partida las experiencias del proyecto, sobre todo en las Escuelas de Formación Integral; el segundo propició un debate acerca de “Educar adolescentes en Cuba. Actualidad y desafíos”. Al concluir ambos, se desarrolló un taller participativo para compartir vivencias y soñar en torno al perfeccionamiento de la educación en el país, donde los participantes compartieron buenas y malas prácticas de la educación cubana. En esta segunda edición se mantuvo la iniciativa de invitar adolescentes que hubiesen egresado de los talleres de Escaramujo.

«El segundo evento fue más grande que el anterior, con una mayor asistencia y participación. Recuerdo que lo diseñamos siguiendo la lógica metodológica de la educación popular de “práctica, teoría, práctica enriquecida”, es decir, partimos de la práctica de Escaramujo, pasamos al intercambio con los panelistas y concluimos la jornada con una vuelta a la práctica, con el taller participativo», recuerda Beatriz.

En 2017, teniendo en cuenta la consolidación del Proyecto Escaramujo en la Universidad de Oriente, específicamente en la carrera de Psicología, se decidió que Adolescer se organizara en Santiago de Cuba. Por lo abarcadora de su propuesta, se tomó la decisión que esta III edición se desarrollara durante dos jornadas completas, los días 7 y 8 de febrero.

Adolescer en Santiago constituyó un punto de giro importante en el desarrollo del evento. Al concebirlo más como un espacio académico, sin perder el sentido participativo y dialógico que siempre ha caracterizado a Escaramujo, permitió que se presentaran un número mayor de ponencias, con importantes resultados de investigación y la experiencia de especialistas de distintas ramas de las ciencias sociales. Sentó las bases para su futura consolidación como espacio de discusión y debate académico.

La IV edición del certamen se celebró en La Habana, en el Centro a+ Espacios Adolescentes, del 5 al 7 de febrero de 2018. Con el tema “Adolescencias, Nuevas Tecnologías y Sociedad”, el evento se dividió en dos ejes: “Adolescencias y nuevas tecnologías: Nuevos desafíos en la sociedad cubana actual” y “Adolescencia y Sociedad. Entre la diversidad y la desigualdad”.

Los objetivos en esta ocasión fueron fomentar el debate teórico, metodológico y práctico sobre los desafíos que las nuevas tecnologías de la información y la comunicación plantean a los adolescentes en la sociedad cubana actual, así como dialogar sobre los retos que las instituciones cubanas enfrentan en el desarrollo de prácticas y políticas que promuevan la inclusión y la protección de niños, niñas y adolescentes en contextos de vulnerabilidad social.

«Desarrollar el evento en un centro cuyo público meta es precisamente la adolescencia, me pareció una tremenda oportunidad de conectar con quienes asisten a los distintos espacios que allí se realizan», comentó Nilza González, investigadora y panelista de esta cuarta edición.

En esta ocasión hubo una gran participación de estudiantes universitarios, en su mayoría de las facultades de Psicología y de Comunicación de la Universidad de La Habana, y de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Oriente. Es a partir de la convocatoria de esta edición que se adopta como eslogan: «evento académico para debatir sobre adolescencias en Cuba».

En abril de 2019 se celebró la V edición. La jornada, que tuvo como sede la Casa de la FEU de la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona y se centró en “Adolescencia, género y sexualidad”.

Las investigaciones presentadas se dividieron en tres ejes temáticos: “Género y adolescencia cubana actual. Identidades, instrucciones, desigualdades, brechas y violencia. Desafíos”, “Sexualidad y diversidad sexual; enfoques actuales” y “Retos para el desarrollo de prácticas y políticas que favorezcan la equidad de género y el respeto a los derechos sexuales en niñas, niños y adolescentes cubanas y cubanos”.

La VI edición tuvo lugar los días 29 y 30 de enero de 2020 en la Casa Estudiantil de la Universidad de La Habana, en el marco de la jornada por el décimo aniversario del Proyecto Escaramujo. Con el tema “Proyectos comunitarios que trabajan para, por y con adolescentes en Cuba”, reunió a una amplia representación de este tipo de iniciativas. Además de los paneles, la Feria de Experiencias permitió presentar sus resultados de trabajo a muchos proyectos que trabajan con y para adolescentes.

«La participación de proyectos comunitarios fue clave en el diseño y desarrollo del evento. Incorporar las Ferias de Experiencias — aunque complejizaron el trabajo considerablemente desde el punto de vista logístico y organizativo — , permitió aprovechar mejor los espacios de intercambio, concibiéndolas como un espacio para socializar resultados de investigación y resultados concretos de experiencias de proyectos que trabajan por, para y con estas poblaciones», comentó la investigadora Isys Pelier, quien integró el Comité Organizador de dicha edición.

«La pandemia nos obligó a reinventarnos»

La VII edición del evento tuvo lugar en 2021, en un contexto marcado por la pandemia de Covid-19. Debido a las restricciones sanitarias y a la necesidad de mantener el distanciamiento social, la actividad se transformó completamente, adoptando una modalidad virtual. Este cambio, contrario a los pronósticos iniciales del Comité Organizador, permitió la participación de un mayor número de asistentes, superando barreras geográficas y facilitando un acceso más amplio a las diversas actividades programadas.

«La pandemia nos obligó a reinventarnos, pero a raíz de eso pudimos organizar de mejor manera la lógica del evento, expandirnos a más participantes, incluso internacionales. Fue tan buena la experiencia que, una vez que volvimos a la “normalidad”, nos propusimos concebir el evento en modalidad híbrida», afirmó Juliette Ortiz, profesora de la Facultad de Psicología, quien lidera en la actualidad el Comité Organizador. El encuentro se llevó a cabo en el mes de mayo y se centró en el tema “Por los derechos de nuestras infancias y adolescencias”.

Gracias al apoyo de UNICEF Cuba, que a partir de este momento tuvo un vínculo más directo con el evento, se logró publicar un libro digital con las memorias del evento; algo que también se materializaría en 2022 y 2023.

La VIII edición, celebrada en junio de 2022, mantuvo su formato online debido a la situación epidemiológica. Al igual que en la edición anterior, se utilizó la plataforma Telegram para facilitar la interacción. Esta vez la convocatoria giró sobre “Medios, tecnologías de la comunicación y redes digitales en la socialización de nuestras infancias y adolescencias”.

«En 2022 incorporamos talleres pre-evento con adolescentes, con lo cual incorporamos experiencias de formación a un espacio que tradicionalmente se había caracterizado por el intercambio y la socialización de resultados científicos», explica Ana Hernández, profesora de la Facultad de Psicología y presidenta de la Comisión Académica del evento.

La IX edición se celebró los días 8 y 9 de junio de 2023 en la Quinta de los Molinos. La convocatoria por “Por espacios libres de violencia para nuestras infancias y adolescencias”, reunió a gran cantidad de investigadores, docentes y especialistas; incrementándose a su vez la cantidad de estudiantes que participaron. Se combinaron espacios de intercambio presenciales y virtuales, lo cual amplió su alcance y participación.

En los momentos en que se publica este artículo, se alista la décima edición del evento, estrenando una nueva identidad visual, resultado del trabajo colaborativo entre Escaramujo y el ISDi.

Desde su creación en 2015 el evento académico Adolescer ha celebrado nueve ediciones, en las cuales se han explorado diversos temas, muchos de ellos propuestos un año antes por los propios participantes. El cambio intencional de la sede del evento ha contribuido a promocionarlo en espacios disímiles y a sumar actores de distintas procedencias.

Un breve repaso por su historia confirma la evolución positiva que ha tenido este evento organizado inicialmente por estudiantes, su capacidad para adaptarse a los obstáculos y su consolidación no solo como una de las prácticas investigativas más relevantes del Proyecto Escaramujo, sino como un necesario espacio para debatir desde la academia sobre las infancias y las adolescencias en Cuba.

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