La normativa considera el cuidado como una función social de asistencia y apoyo que se materializa mediante un trabajo, remunerado o no, en favor de la autonomía y bienestar de personas en situación de dependencia por edad, enfermedad o discapacidad

Sara Más - Red Semlac / Foto: SEMlac Cuba.- Representantes de instituciones estatales y la academia en Cuba validaron el Sistema Nacional para el Cuidado Integral de la Vida e hicieron propuestas para su aplicación en los primeros cinco años, hasta 2025.


El intercambio se realizó el 4 de abril, en la capital cubana, durante un taller conjunto de la subcomisión gubernamental del Sistema Nacional de Cuidado Integral para la Vida y la Red Nacional de Estudios sobre Cuidados, a los tres y cinco años de creadas, respectivamente.

Las recomendaciones pusieron el acento en las vías para promover la corresponsabilidad familiar y social de los cuidados, así como en la adaptación del sistema a las necesidades, demandas, recursos y potencialidades de territorios y comunidades.

Vigente mediante el Decreto 109-2024 del Consejo de Ministros de Cuba, el “Sistema Nacional para el Cuidado Integral de la Vida” quedó instituido oficialmente el 15 de octubre de 2024.

El Sistema Nacional para el Cuidado Integral de la Vida fue el tema central del taller conjunto de la subcomisión gubernamental creada hace tres años para ese tema y la Red Nacional de Estudios sobre Cuidados, que cumple cinco años de creada. Foto: Red de Estudios sobre Cuidados

La normativa considera el cuidado como la función social de asistencia y apoyo que se materializa por medio de un trabajo, remunerado o no, y se destina a maximizar la autonomía y el bienestar de personas que, sea por edad, enfermedad o discapacidad, se encuentran en situación de dependencia y requieren de ayuda para realizar los actos esenciales de la vida diaria.

Como componentes esenciales, incluye aspectos relativos a los servicios estatales y no estatales para el cuidado, las regulaciones, la formación y capacitación, la información y el conocimiento público y la comunicación.

“Ha sido un tiempo de grandes esfuerzos y compromisos personales, profesionales y políticos de la academia con la promulgación de políticas públicas”, valoró Marisol Alfonso, jefa de la oficina del Fondo de Población de las Naciones Unidas en Cuba (UNFPA), al referirse a los cinco años de existencia y trabajo de la Red Nacional de Estudios sobre Cuidados, que ha impulsado y acompañado desde la ciencia la promulgación del sistema nacional de cuidados.

Alfonso calificó esta actuación como una buena práctica que debe seguir acompañando el avance y aplicación de las políticas en esta materia en el país.

Un grupo diverso, en representación de la Red de Estudios sobre Cuidados, que cumple cinco años de trabajo intenso en la asesoría y la investigación desde la academia. Foto: Red de Estudios sobre Cuidados

La socióloga Magela Romero Almodóvar, coordinadora de la Red Cubana de Estudios sobre Cuidados, agregó que el camino transitado ha tomado tiempo y muestra resultados, como también encontró barreras que fue necesario vencer, para crecer como red y equipo de trabajo que integra voluntades, activismo y academia en función de la transformación social.

Antes de aprobarse el Sistema Nacional de Cuidado, se fueron implementando pasos en la selección, capacitación y certificación de personas dedicadas al trabajo de cuidado, que incluye el autocuidado, el enfoque de género, de derecho y de curso de vida, explicó María Molina Gutiérrez, coordinadora de la subcomisión gubernamental creada para este tema.

Además, el Ministerio de Salud Pública estableció el proceder para el funcionamiento de las escuelas de cuidados y el requisito de certificación para quienes prestan esos servicios de forma remunerada, en el sector estatal y el no estatal, agregó. Al cierre de 2024, 58 por ciento de las áreas de salud contaban con estas escuelas, precisó.

En el trabajo en grupos se hizo énfasis en promover la corresponsabilidad familiar y social e los cuidados, así como en tener en cuenta las necesidades, demandas, recursos y potencialidades de territorios y comunidades. Foto: Red de Estudios sobre Cuidados

Aunque aún no se satisfice la demanda de cuidado infantil, reconoció Molina, en los últimos dos años se han incorporado 10.700 capacidades destinadas a niñas y niños de 0 a 5 años, con la apertura de 229 casitas infantiles en entidades laborales y 14 nuevos círculos infantiles y 53 salones.

En cambio, aún son muy discretos los avances en los servicios para personas mayores, en particular el incremento de capacidades diurnas en casas de abuelos y hogares ancianos a corto, mediano y largo plazo, así como las capacidades de internación en estos últimos.

La funcionaria insistió en la necesidad de implementar esos servicios desde los territorios, de acuerdo con las características sociodemográficas de sus poblaciones, “porque es la única manera en que lograremos que estén dirigidos a las necesidades reales”, puntualizó.

“Es más importante, en determinados lugares, tener un hogar de ancianos que una casita infantil”, expuso como ejemplo durante el taller, que contó con los apoyos de la Fundación Friedrich Ebert, el UNFPA y la Embajada del Reino de los Países Bajos en Cuba.

Antonio Aja, director del Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana, se refirió al análisis integral que debe acompañar el trazado e implementación de políticas en el país.

De acuerdo con datos preliminares emitidos por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), Cuba cerró 2024 con una población efectiva de 9 748 532 habitantes, 25 por ciento con 60 años y más, y bajos niveles de fecundidad y reemplazo.

Antonio Aja, director del Centro de Estudios Demográficos (Cedem) de la Universidad de La Habana, se refirió al análisis integral que debe acompañar el trazado e implementación de políticas en el país. Foto: Red de Estudios sobre Cuidados

“Significa que hay lugares donde no ocurre ningún nacimiento, una situación difícil que incide en los cuidados, en la población adulta mayor, la juventud, las mujeres y la vida en general”, comentó. “Es algo para considerar a la hora de planificar en cada territorio: partir del conocimiento de la población que hay en cada lugar, pues nacionalmente no se puede normar”, reiteró.

Llamó la atención, además, acerca de la necesidad de establecer análisis abarcadores, que consideren la relación que existe entre diversos aspectos, pues la dinámica demográfica y la migración, por ejemplo, inciden en el cuidado, el empoderamiento de la mujer, la discriminación racial y la violencia de género, entre otras problemáticas.

Durante el encuentro se conoció también que actualmente se comienzan a implementar experiencias piloto en dos municipios de la capital cubana con vistas a poner en práctica el sistema de cuidados integrales para la vida.

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