Marilys Suárez Moreno - Revista Mujeres.- Corría el mes de septiembre de 1956. En la madrugada del día 12, un grupo de sicarios de la tiranía batistiana, al mando del asesino Esteban Ventura, rodeaba el edificio No. 271 de la calle Rita, en el capitalino reparto Juanelo, donde radicaba una casa del Movimiento 27 de Julio. El apartamento servía de refugio a los jóvenes revolucionarios Alberto Díaz, Omelio Dampiel, Leonardo Valdés y Reinaldo Cruz. Esa noche se encontraban allí también Lydia Doce Sánchez y Clodomira Acosta Ferrals, quien se encontraban casualmente en La habana cumpliendo misiones como mensajeras del Che y Fidel en la Sierra Maestra.