Por Lázaro Fariñas*/Foto Virgilio Ponce -Martianos-Hermes-Cubainformación.- Cuentan las malas lenguas que es muy difícil resistirse a un cañonazo de un millón de dólares, y es verdad innumerables son los seres humanos que venderían su alma al diablo por tener en sus manos esa enorme cantidad de dinero. Hay muchos que dicen que lo que cuenta es lo espiritual, pero en realidad son los menos y además, la mayor parte de los que afirman lo anterior, no poseen riqueza alguna. Nunca he conocido un millonario que me haya dicho que lo que cuenta es lo producido por el espíritu. He conocido varios millonarios y a todos lo único que les pasa por la mente es ser más millonarios. Es verdad que muchos de los millonarios del mundo hacen donaciones al arte, a las universidades y a diferentes obras benéficas, pero, en muchísimos casos, no lo hacen por amor al arte, sino porque reciben beneficios en las declaraciones de impuestos. Dan lo que les sobra, para recibir lo que necesitan para seguir siendo más millonarios.
Si es muy difícil resistirse a un millón de dólares, ¿cómo sería el caso ante $15,800 millones? Pues bien, esa es la cantidad de dinero que el multimillonario Bill Gates ganó en este año que acaba de terminar. Según un cable de la agencia de noticias EFE desde New York, el fundador de Microsoft, Gates, volvió a colocarse en el puesto del millonario más grande del planeta Tierra, destronando, otra vez, al mexicano Carlos Slim. Según la agencia periodística, Bill Gates posee un capital de $78,500 millones de dólares. Casi que se puede decir y no creerse. No hay ningún país de Centro América y el Caribe cuyo producto interno bruto sea mayor que el capital de Bill Gates o Carlos Slim. Es casi imposible imaginarse que solo entre esas dos personas exista un capital de casi 150 mil millones de dólares.
Según un reporte de RBC Wealth Management y Capgemini Financial Services, en el 2010 hubo un crecimiento de 8.3% entre las personas que poseen más de un millón de dólares para invertir y que el 90 % de ese crecimiento fue para el grupo que posee un capital de entre uno y cinco millones. Según el reporte, en el mundo existen unos 12 millones de personas millonarias. La mayor parte de ellas viven en tres países: Estados Unidos, Alemania y Japón. Se calcula que 3 millones setecientos mil viven en los Estados Unidos, quedando por primera vez en segundo lugar, ya que la región conocida como Asia Pacífico, la cual incluye a Japón, lo sobrepasó. Como dato curioso, afirman que la riqueza mundial cayó en 1.7% el año pasado, para situarse en la miserable suma de 42 trillones de dólares. Los Estados Unidos sigue estando en primer lugar de riqueza en el mundo, aunque no por mucho tiempo, ya que se sabe que en los próximos años China lo superará.
Es increíble ver como unos pocos países del mundo acaparan casi todas las riquezas del mismo, así como unos cuantos millones de personas acaparan la mayor cantidad de capital de este planeta. El mundo está dividido entre las personas que tienen y los que no tienen ni donde caerse muertos, y entre los países que han acumulado casi todo el capital de la Tierra y aquellos que viven en la pobreza del llamado tercer mundo, entre los que han sido explotados y los que han sido explotadores, los que han saqueado y los que han sido saqueados, los que han sido colonia y los que han colonizado.
Buscar la igualdad entre los hombres o los países es una tarea imposible, pero buscar la mayor cantidad de justicia social no lo es. Todos somos Seres Humanos y todos sabemos que, después que uno viene a este mundo material, lo único que tenemos por seguro es que un día, más tarde o más temprano, lo vamos a abandonar, no importa si eres uno de esos privilegiados llenos de riquezas materiales o si eres un pobre de solemnidad que lo único que busca en la vida es un pedazo de pan para poderse mantener vivo.
Como dice la canción de Tony Ávila, "en el mundo de los menos cabe el mundo de los más, pero los menos no quieren que los más tengan lugar...". Es así como el mundo está dividido entre los que tienen y los que no tienen. No es justo, pero es la realidad que impera.
*Lázaro Fariñas, periodista cubano residente en EE.UU.
Enviado por el autor a: Martianos-Hermes-Cubainformación
