Noel Manzanares Blanco - Cubainformación.- Leí Cuba intenta poner puertas a la Red, rótulo que adelanta su contenido a través del siguiente resumen: “El Gobierno afronta el reto de controlar Internet. El régimen achaca a EE UU la creación de un twitter para los disidentes” —las negritas son mías.

Así, ¿con qué presupuesto el lector/a se dispondrá a leer —si acaso lo hace; lo contrario, peor aún— el contenido que continúa? Sin duda, con ese título EL PAÍS una vez más hace gala de sus “buenos” oficios, cual continuidad de, al menos, dos diabluras vs. nuestro que voy a recordar sucintamente.

La primera: hace poco más de tres años, en Matices de El País, de España sostuve que ese periódico, cuando se trata de aludir al acontecer con epicentro en La Habana, suele omitir los avances de la Revolución en la Mayor de las Antillas y tergiversa la realidad que a puro pulmón construimos quienes permanecemos en Cuba. Entonces, ilustré con su Los papeles del Departamento de Estado en cuyo resumen aparece: “Estados Unidos dibuja un panorama desolador de la sanidad en Cuba”/ “Los mejores hospitales solo están al alcance de los extranjeros y de la élite política, según los despachos desde La Habana”.

Obviamente, para nada el rotativo de la Madre Patria en ese momento se iba a hacerse eco de que una simple selección de costos de los servicios de salud y procederes médicos, haciendo la convertibilidad a pesos cubanos de los gastos en divisas (un CUC igual a $25.00), y sumando además las erogaciones realizadas en moneda nacional, muestra que el Estado invierte $195.00 por cada examen de Rayos X que se realiza a un paciente; $473.00 por un Ultrasonido y $1 269.00 por una Tomografía Axial Computarizada. Cada parto fisiológico se eleva a $900.00 y a $1 730.00 cuando se realiza mediante cesárea —entre otros datos contundentes en la misma dirección.

Y la segunda pleitesía del periódico de marras al propio Diablo quedó revelada en las preguntas que le formulé en Agosto de 2012 ante Margallo trata con el canciller cubano el ‘caso Carromero’ y ‘Caso Carromero’: un accidente convertido en conflicto, al cotejar los trascendidos y notar la persistencia de ¿omisión involuntaria?, a saber:

“¿Saben sus redactores qué exactamente hacía en la Mayor de las Antillas Ángel Carromero, ciudadano español íntimo al gobernante Partido Popular y uno de los dos extranjeros implicados en el vilipendiado accidente del pasado día 22 [de Julio de 2012] en el oriente del territorio, de acuerdo con la legislación cubana? Si la respuesta es positiva, entonces ¿por qué excluyeron de Margallo trata con el canciller cubano el ‘caso Carromero’ y ‘Caso Carromero’: un accidente convertido en conflicto, la información precisa?”.

No obstante, vuelvo a la fechoría que motivo estas letras.

Si bien en “Cuba intenta poner puertas a la Red” a duras penas se reconoce la realidad acerca de la subversión Made in USA, al mismo tiempo no se podía dejar de colocar el veneno al expresar “A caballo de las liberalizaciones socioeconómicas, y del intento de mantener una frágil distensión con Washington, el Gobierno reafirma su compromiso con las nuevas tecnologías de la información”.

Entretanto, ni por asomo el periódico se da por enterado de la desvergüenza de Freedom House y su relación con la USAID toda vez que esta le comunicó a Tracey Eaton que no podía darle información sobre los contratos que tenía con aquella debido a que había destruido la información relacionada con proyectos contrarios al orden institucional en Cuba.

Simultáneamente, desconoce el diario en cuestión que en la red de INFOMED alrededor de 68 mil especialistas de la Salud Pública desde sus hogares pueden disfrutar de la información y el conocimiento; y que dentro del programa de informatización de este organismo priorizado, en la actualidad hay alrededor de 1169 unidades conectadas a la red con enlaces dedicados.

Al mismo tiempo, parecería que EL PAÍS no sabe que es perceptible que la red CUBARTE con la entrada en Cuba de Internet se convirtió en una de las primeras redes nacionales del país en implementar sus servicios, y en la actualidad brida el acceso a un grupo importante de artistas, escritores, intelectuales y personalidades de la cultura a lo largo de todo el país; sin despreciar que casi 800 instituciones culturales están en la red de redes.

Y por lo visto, tampoco se ha dado por enterado que es apreciable que la red del Ministerio de Educación Superior cuenta en la actualidad con 35 mil computadoras, con un 85% conectado a su red nacional, y conecta a más de 120 facultades, 250 departamentos docentes, 140 centros de estudio e investigación y a todos los Centros Universitarios Municipales; al tiempo que posee  cerca  de 100 mil cuentas de usuarios, todas con acceso a Internet —18 mil de ellos/as disfrutan en sus hogares de servicios de acceso remoto.

Es decir, para el rotativo madrileño esos ejemplos no existen y, por tanto, dejan de constituir prueba fehaciente de cuánto hace el Gobierno en Cuba para fortalecer el acceso a las TICs, incluyendo la EcuRed:Enciclopedia cubana —alcanzada por obra de los Joven Club de Computación y Electrónica y la participación de miles de jóvenes de todo el país, junto a profesionales de instituciones científicas y culturales—, dentro de un marco económico de limitaciones objetivas.

Y en tal escenario, no se me ocurriría pedirle al influyente órgano mediático de España que supiera que su asalariada Yoani Sánchez recientemente resultó ubicada en su justo lugar a través de un cable de la agencia AP que dice: “Documentos estratégicos obtenidos por The Associated Press muestran que Sánchez fue una de las personalidades que según los organizadores podrían transmitir su 'microblog en Twitter a través de la plataforma de mensajería de ZunZuneo'”; al tiempo que se significa que la susodicha no respondió a una solicitud de correo electrónico el pasado 5 de Abril para hacer comentarios.

Así, me siento alejado de la exageración cuando subrayo que EL PAÍS de cara al el ‘twitter cubano’ se coloca entre la manipulación y las omisiones; al tiempo que me pregunto: ¿Será que con el último escándalo de la USAID en La Habana estamos en presencia de otra desvergüenza del diario madrileño?