Noel Manzanares Blanco.- Cubainformación.- A principios de este Junio, tuve a bien anotar que Hillary Clinton, la ex secretaria de Estado y ex Primera Dama de Estados Unidos de América, exhortó al presidente Barack Obama a levantar o relajar el embargo (Bloqueo) contra Cuba porque ya no era conveniente para su país ni fomentaba el cambio en la Mayor de las Antillas.

En esa ocasión, signifique la visita a Cuba de Thomas Donohue —titular de la Cámara de Comercio de la vecina nación y oponte confeso a la Guerra de Washington vs. La Habana, como líder de esa institución que tiene tres millones de asociados— que complementó la carta previamente enviada al principal inquilino de la Casa Blanca por más de 40  personalidades de diversas tendencias solicitando que utilice sus poderes ejecutivos para modificar la política contra nuestra Isla.

Asimismo, con un poco de ilusión acoté que esperaba que de un momento a otro la postura sostenida por la susodicha en alguna medida fuera respaldada por la Francia que echa pulso con Estados Unidos en ese orden de ideas. Sin embargo, mi espejismo se vino abajo tras constatar un informe que dice que el Banco francés Paribas pagará multa a Estados Unidos: estamos hablando de una multa récord de 8  900 millones de dólares impuesta por “violar” la legislación internacional Made in Wa­shington.

Como si fuera poca la injusta extraterritorialidad a la usanza de Estados Unidos porque esa entidad francesa realizó transacciones por importe de 30 mil millones de dólares evadiendo la prohibición impuesta a operaciones financieras con Cuba, Irán y Sudán, el Paribas será castigado durante un año con la suspensión parcial de sus operaciones en dólares, sobre todo en París, Ginebra y Singapur, las cuales comprenden actividades ligadas al negocio internacional del petróleo y el gas; amén de verse obligado a despedir a una docena de directivos, dos de ellos de alto rango.

En este ambiente, es verdad que el mi­nistro de Economía galo, Arnaud Mon­tebourg, deploró que el primer grupo bancario de su país sea sancionado bajo una legislación estadounidense por operaciones que son legales en Fran­cia y en Europa y que considera que “si todo el mundo decide perseguir infracciones cometidas fue­ra de su territorio se crearía un nuevo desorden mundial”; al tiempo que el titular de exterior de la misma nación, Laurent Fabius, calificó de injusta y unilateral la sanción y señaló que la multa podría tener un efecto de­vastador para la economía francesa —todo, insuficiente y con aliento un tanto sumiso, deseo acotar.

En este escenario, hago mías las preguntas que siguen:

“¿La Unión Europea —y sus medios de comunicación— saldrán en defensa de uno de sus bancos? ¿Adoptarán una posición beligerante, como lo hicieron en defensa de algunas de sus empresas transnacionales en litigio con gobiernos progresistas de América Latina? ¿Defenderán a BNP-Paribas frente a EEUU, tal como hicieron con Repsol frente a los gobiernos de Bolivia o Argentina?”.

Entretanto, se conoció que extremistas de Miami arremetieron contra el cantautor cubano Tony Ávila después que su presentación en Puerto Rico fue suspendida precisamente por la campaña de tales elementos, dándole así continuidad al hecho que los representantes republicanos por la Florida Ileana Ros-Lehtinen y Mario Díaz- Balart, y el par demócrata por Nueva Jersey, Albio Sires, escribieron una carta a la subsecretaria de Estado Roberta Jacobson pidiendo la revocación inmediata de la visa del artista cubano. A ello se agrega el contubernio Alcalde de Miami-Agencia española Efe en la misma dirección.

Ante tanta ignominia, por lo menos hago mía la Carta abierta a Tony Ávila suscrita por Irma González Salanueva, hija de René González —uno de Los Cinco legítimos antiterroristas cubanos secuestrados en el “Norte revuelto y brutal que los desprecia”—, particularmente la solicitud de que el destacado cantante y compositor regrese a nuestra Cuba con la cabeza en alto porque su público diverso sabe que es una farsa este episodio, y que siga cantándole a los que le siguen por su calidad poética y musical, así como por la integridad y sencillez que le caracteriza.

Y para cerrar la retahíla de zancadillas que por más de medio siglo impone el Estado del Norte al pueblo ubicado al Sur de la Florida —puntualmente, las que he abordado en este trabajo—, traigo a colación que el 27 de Junio último la empresa de bebidas energéticas Red Bull North America se convirtió en la más reciente víctima de la maniática y multilateral manera de agredir que mantienen la Casa Blanca y el Capitolio contra Cuba, todo vez que esa entidad accedió a pagar 89 mil 775 dólares por filmar un documental en el  Caimán Verde sin la autorización del Departamento del Tesoro norteamericano —de acuerdo con varios reportes de agencias de prensa.

Entonces, carece de exageración que acredite que es para nunca acabar el Odio Made in USA contra la mayoría de cubanas y cubanos que construimos el en la Mayor de las Antillas.