Noel Manzanares Blanco - Cubainformación.- Este tres de Diciembre, Día de la Medicina Latinoamericana, la alegría se enseñoreó en el Caimán Verde a causa de lo muchísimo que ha realizado la Revolución Cubana en el tema del bienestar biológico y psicológico de sus hijas e hijos. Y si tuviera que citar un dato representativo de ello, no vacilaría en mencionar que la mortalidad infantil por cada mil nacimiento es menor de cinco: 4,2 exactamente, la menor en América —mejor que la de Canadá y Estados Unidos.
El porqué de nuestro júbilo se acrecienta al saber que la tasa de mortalidad materna está en 21 por 100 mil; que la Malaria o Paludismo se erradicó desde los años sesenta del siglo XX; que hemos controlado la Tuberculosis y la epidemia de SIDA —las personas necesitadas, reciben gratis medicamentos antirretrovirales genéricos fabricados en el país—; y que las campañas de vacunación han traído consigo la erradicación de sufrimientos trasmisibles como la Poliomielitis, la Difteria, la Tosferina, el Tétanos neonatal y la Rubeola, amén de un programa de vacunación a través del cual nuestra infancia queda protegida de 13 enfermedades.
Otros datos acerca de la trama también nos llenan de orgullo, aunque pienso que lo anteriormente señalado constituye muestra fehaciente de la valía de los primeros 55 Eneros que le continuaron al 1959 cubano, si la edificación de una sociedad superior se hubiera limitado al asunto de la Salud Pública. Apenas agrego que prácticamente hemos cumplido los Objetivos de Desarrollo del Milenio, un dato que se enriquece al acreditar que asimismo somos el rostro de la Fraternidad al estar protagonizando la Notabilísima Actitud quizás sin Parangón en la Historia Patria identificada por la contribución de la Isla al combate contra el Ébola.
He aquí elementos que elevan la Autoestima Nacional.
Sin embargo, Médico cubano afectado por ébola: fuera de peligro y próximo a salir del Hospital Universitario de Ginebra, ha sido la Gran Noticia que hemos recibido cubanas y cubanos e, incluso, millones y millones de personas en todo el Mundo durante las últimas horas.
Resulta que el Doctor Félix Báez, quien contrajo esa enfermedad en Sierra Leona, se restablece a ritmo acelerado y está próximo a salir del Hospital Universitario de Ginebra (HUG), “y tiene deseos de, una vez recuperado en Cuba, volver al país africano a continuar salvando vidas allá” —las negritas son mías. Por ello, me pregunté: ¿Acaso tendrá nuestro pueblo un motivo mayor para festejar el Día de la Medicina Latinoamericana?
Al meditar en este orden de pensamiento, necesariamente me rondó lo que expresé a mediados de Octubre último en Cuba: una nota para acallar otra Infamia, a partir del titular del vocero de la terrorista-mafia-gusano-yanqui con asiento en la Florida, El Nuevo Herald, a saber:
“Médicos cubanos en Africa [sic] no serán repatriados si contraen el ébola” que en su primer párrafo dice: “Mientras el debate sobre la seguridad de los trabajadores de la salud que combaten el ébola acapara la atención internacional, circulan versiones de que el gobierno cubano no permitirá el regreso de su personal médico si contrae la enfermedad en Africa [sic]”.
Le significo a mis lectores/as que en ese título para finalizar acoté que por lo menos tenía que inquirir: ¿Cómo se le puede ocurrir a El Nuevo Herald insinuar que el Gobierno, el Partido Comunista y el Pueblo de la Mayor de las Antillas pudieran ni por un segundo dejar abandonados a sus Hijas e Hijos que combaten actualmente al Ébola, en caso de infelicidad en algunos/as de ellos/as?
No obstante —abusando de mi memoria; exteriorizo mi disculpa por ello—, al leer la determinación del Compatriota Dr. Félix Báez en el sentido de volver a cumplir su Extraordinaria Misión Internacionalista en Sierra Leona, en mi mente hizo acto de presencia otro acontecimiento de similar calibre: recuerdo un programa de televisión en el que un Piloto cubano, una vez abatido en la Batalla de Cuito Cuanavale, Angola, y aún sin estar completamente recuperado de las lesiones, le dijo al Comandante en Jefe Fidel Castro en una reunión efectuada en La Habana en el año 1987: “Estoy en la espera de su orden de retorno al combate”.
Por tanto, al asumir que es irreversible la recuperación del Dr. Félix Báez, que jamás uno de nuestros Hijos/as será abandonado y que la Gloria acompaña a nuestra Salud Pública, en el asunto de Cuba ante el Ébola y al calor del Día de la Medicina Latinoamericana, concebí, respectivamente, que una Noticia, una Confirmación y un Regocijo inevitablemente me hicieron acto de presencia. ¡Enhorabuena!
