Este señor también se quejaba de que los cubanos no pudieran elegir a sus propios dirigentes.
¿Se imaginan Donald Trump como presidente de Cuba?
Hace unos días el The Washington Post en un ataque de deliberada angustia manifestaba que la visita de Obama sería un "fracaso innoble" si el presidente no se encuentra con "los activistas de derechos humanos más importantes de la Isla" y ponía como ejemplo de estos “activistas” al delincuente Guillermo Fariñas y a las “adnegadas luchadoras por el verde”, las mal llamadas “Damas de Blanco”, declaraciones que constituye una ofensa no solo a la integridad, sino también a la inteligencia del pueblo cubano.
Los aspirantes a la Casa Blanca por el Partido Demócrata, Hillary Clinton y Bernie Sanders también se han manifestado, prometiendo seguir con la normalización de las relaciones entre Cuba y los EEUU iniciada por el presidente Barack Obama, aunque reconocen que el Gobierno de Raúl Castro es “autoritario y antidemocrático”
Leyendo las preocupaciones del señor Blinken, de Hillary Clinton y Bernie Sanders y las quejas del The Washington Post recordaba las observaciones que hace unos días hacía el propio Sanders a sus simpatizantes en un acto público en el marco de su precandidatura, cito: “...déjenme decirle ahora a ustedes algunas palabras que ningún otro candidato les dirá; no juega ningún papel quién será el nuevo presidente de los EEUU, ese presidente jamás estará en condiciones de resolver los verdaderos problemas del trabajador estadounidense, porque el poder de las grandes trasnacionales de los EEUU, de Wall Street y del dólar que financia esas campañas es tan poderoso, que ningún presidente logrará tener éxito. Esta es la verdad que muchos no quieren escuchar”. Fin de la cita.
Las declaraciones de Sanders no son un secreto para nadie, esto ya lo sabía el mundo entero, lo que asombra en esta ocasión es que esta gran verdad sea reconocida por un precandidato a la presidencia de la Casa Blanca, lo que demuestra que los mismos políticos norteamericanos reconocen que su “democracia” no es el poder del pueblo, sino el poder del dólar que reciben para que representen los intereses de sus transnacionales y de sus parásitos del Wall Street.
Por eso llama la atención el hecho de que los Estados Unidos de América continúen inmiscuyéndose en las cuestiones internas de otros países, invada cada tres años otra nación para apoderarse de sus recursos naturales, crea bandas de terroristas como el Estado Islámico, que como dijera la propia precandidata a la presidencia, Hillary Clinton “es una creación nuestra que se nos ha ido de la mano”, para sembrar el terror en países con gobiernos indeseables, invente “revoluciones de colores”, “primaveras árabes”, “oposiciones” compuestas por sinvergüenzas y vividores y el mundo siga contemplando estos desmanes como si la humanidad estuviera condenada a vivir sin decoro eternamente.
Desde el 17 de diciembre del 2014 hasta la fecha no ha cambiado casi nada en la posición de los EEUU hacia Cuba salvo que ambas naciones han iniciado sus relaciones diplomáticas, lo que está dando la facilidad a los leguleyos de la Casa Blanca y a sus órganos de inteligencia de operar con mayor libertad desde territorio cubano.
Hace apenas unos días nos enteramos que las cuentas bancarias de la Campaña de Solidaridad con Cuba (CSC) en Gran Bretaña han sido cerrada después que el banco Co-op Bank ha sido adquirido por fondos especulativos estadounidenses conocidos como hedge funds. La explicación dada por el Co-op Bank a la CSC fue que en estos momentos se estaba “cambiando su apreciación de riesgo”, lo que significa que esa institución pudiera considerar a Cuba como un país de “alto riesgo”.
Esta justificación suena como un chiste de mal gusto si tenemos en cuenta que hace unos días el secretario general adjunto del Servicio Europeo de Acción Exterior, Christian Leffler, al referirse a la séptima ronda de negociaciones entre Cuba y la Unión Europea afirmaba “Hemos hecho avances significativos en todas las áreas” y” “las discusiones trascurrieron en un ambiente muy positivo y muy constructivo, que reflejó la voluntad de ambas parte de avanzar rápido hacia una futura conclusión de un Acuerdo de Diálogo político y Cooperación”.
Resulta una burla a nuestro pueblo que el propio presidente de los Estados Unidos haga como si abogara ante su Congreso para que se elimine el Bloqueo y al mismo tiempo su Departamento del Tesoro siga arremetiendo contra los bancos y empresas que negocien con Cuba.
Existen incluso cubanos que defienden a Obama con el argumento de que el “pobre” no ha podido hacer más porque no puede.
¿Es este señor el presidente más poderoso del mundo o no lo es?
Abramos los ojos de una vez y por toda, no solo Cuba, ninguna nación del mundo tendrá jamás la posibilidad de dialogar con los Estados Unidos de América en igualdad de condiciones, sencillamente porque los políticos demagogos de ese país no están preparado para eso, ellos jamás respetarán la integridad y la soberanía de otras naciones, mucho menos la cubana.
El Consejo de Iglesias de Cuba, que al parecer no se quiere quedar atrás celebra la visita del presidente de los Estados Unidos, porque según ellos la misma, cito: “puede ser provechosa, no solo para ambos países sino para la región y para el mundo, especialmente en el complejo contexto internacional que hoy vivimos”, fin de la cita.
Según el Evangelio de Tomas, Jesús dijo: “Si dos personas hacen la paz entre sí en esta misma casa, dirán a la montaña: ¡Desaparece de aquí! Y ésta desaparecerá”.
La montaña solo desaparecerá si las dos personas están interesadas en lograr la paz entre sí, con una sola no basta. Esto ya deberíamos saberlo de antemano.
Obama dijo: “El próximo mes viajaré a Cuba para promover el progreso y los esfuerzos que pueden mejorar la vida de los cubanos”.
El hombre no ha podido mejorar la vida de su pueblo y quiere mejorar la del pueblo cubano. Interesante.
Cuba le dará la bienvenida con “la hospitalidad que la caracteriza”, he escuchado una y otra vez. Para eso han comenzado a tapar baches y a pintar estadios y fachadas, para que el mandatario se lleve la mejor impresión de Cuba aunque esto le impida ver con sus propios ojos las consecuencias de su “embargo”.
A mi me hubiera gustado que en un momento tan importante como este recordáramos a nuestro José Martí cuando decía: “Los árboles se han de poner en fila, para que no pase el gigante de las siete leguas. Es la hora del recuento, y de la marcha unida, y hemos de andar en cuadro apretado, como la plata en las raíces de los Andes.”
¿Pero quién soy yo?
*Justo Cruz, residente cubano en Alemania, Coordinador de Cuba Si.
Enviado por el autor a: Martianos-Hermes-Cubainformación
