En 1999 académicos del Council on Foreign Relations, CFR, publicaron una propuesta de medidas de cómo debían conducirse las nuevas relaciones con Cuba, dirigidas a lograr la deseada transición del socialismo al capitalismo.
Para alcanzar ese propósito proyectaron tres objetivos:
1. Promover en Cuba los intereses y valores estadounidenses, con el fin de acelerar el día en que una Cuba plenamente democrática, pueda asumir una relación normal y amistosa con Estados Unidos.
2. Medios a utilizar para tratar de lograrlo y se propongan apoyar, alimentar y reforzar la sociedad.
3. Promover la Transición.
Entre las medidas que harían efectivos los objetivos antes expuestos está la relacionada con el sector artístico-cultural, que expresa:
• Facilitar la colaboración y actuaciones culturales de estadounidenses en Cuba y de cubanos en Estados Unidos.
Estimular un incremento de esos programas. El pago a los artistas cubanos que actúen en Estados Unidos no debe estar limitado por leyes del bloqueo.
• Las visitas a Estados Unidos de artistas cubanos tienen como propósito ejercer influencia política sobre los mismos, …y sobre todo pagarles altas sumas de dinero con el cual regresarían a Cuba.
Esto sería a su vez un estímulo para que también otros artistas se interesaran en actuar en los Estados Unidos y situaría al que los que regresen en una posición económica por encima de los otros artistas y del pueblo cubano en general, lo que paulatinamente los convertiría en personas con intereses y visión diferente. Algo es muy importante para los planes de Transición.
Si analizamos lo que se lleva cabo hoy en ese sector, comprobamos que Barack Obama, lo cumple al pie de la letra.
Años atrás, artistas cubanos internacionalmente famosos no eran admitidos en los Estados Unidos. Desde la llegada de Obama a la Casa Blanca la situación cambió, e incluso algunos fueron premiados con un Grammy.
En esa dirección arribó recientemente a La Habana una delegación del Comité Presidencial para las Artes y las Humanidades de Estados Unidos, pero cual no fue la sorpresa de ese Comité al descubrir los altos valores artísticos que se forman en la Isla socialista y no como les han hecho creer en Miami, donde satanizan toda la obra de la Revolución.
Esa primera delegación visitó libremente los centros de formación artística más importantes del país, estuvieron en la Universidad de las Artes de Cuba (ISA), recorrieron proyectos culturales, entre ellos el del pintor y escultor José Fuster, en la comunidad de Jaimanitas, el taller del artista plástico conocido por Choco, las sedes del grupo teatral infantil La Colmenita y la compañía de bailes de Lizt Alfonso.
La delegación compuesta por más de 50 miembros e invitados del Comité Presidencial para las Artes y las Humanidades de Estados Unidos, al constatar la realidad cultural cubana quedó sorprendida de la calidad de la enseñanza y sobre todo por ser totalmente gratuita.
Ante eso, Margo Lion, productora teatral norteamericana y copresidenta del Comité Presidencial para las Artes y las Humanidades de Estados Unidos, calificó el encuentro de extraordinario.
Tras recorrer diversos espacios del ISA e intercambiar con alumnos de las facultades de música, danza y artes visuales, señaló: “Ha sido una gran inspiración venir a esta escuela que prepara gratuitamente a estudiantes en diversas especialidades del arte. Nosotros en nuestro país tenemos que trabajar en la creación de escuelas como esta”.
Esa verdad de la Revolución cubana, ocultada y distorsionada durante 58 años, es el motivo por el cual no se les permite a los ciudadanos estadounidenses visitar la Isla como turistas.
El presidente Obama ha reiterado que:
“Los cambios introducidos en nuestra nueva política potenciarán aún más nuestro objetivo de empoderar al pueblo cubano”.
“Nuestras políticas en materia de viajes y remesas están ayudando a los cubanos, al brindarles nuevas fuentes de información, oportunidades de trabajar como autónomos y acceso a bienes de propiedad privada, además de fortalecer a la sociedad civil independiente”.
“Estas medidas servirán para fomentar aún más los contactos personales, respaldar con mayor fuerza a la sociedad civil en Cuba”.
“Nuestros esfuerzos se enfocan en promocionar la independencia de los cubanos para que no tengan que depender del estado cubano”.
“La administración continuará implementando programas de EE.UU. enfocados en promover el cambio positivo en Cuba, y fomentará reformas en nuestro compromiso de alto nivel con los funcionarios cubanos”.
“Al final, los cubanos conducirán las reformas económicas y políticas”.
Esta estrategia fue iniciada por el ex director de la CIA Allen Dulles, cuando aprobó el estimado de inteligencia contra la URSS en 1953, donde se afirmaba:
“De la literatura y el arte, por ejemplo, haremos desaparecer su carga social. Deshabituaremos a los artistas, les quitaremos las ganas de dedicarse al arte, a la investigación de los procesos que se desarrollan en el interior de la sociedad. Literatura, cine, teatro, deberán reflejar y enaltecer los más bajos sentimientos humanos”.
“Apoyaremos y encumbraremos por todos los medios a los denominados artistas, que comenzarán a sembrar e inculcar en la conciencia humana el culto del sexo, de la violencia, el sadismo, la traición. En una palabra: cualquier tipo de inmoralidad”.
“El objetivo final de estrategia a escala planetaria, es derrotar en el terreno de las ideas, a las alternativas a nuestro dominio mediante el deslumbramiento y la persuasión, la manipulación del inconsciente, la usurpación del imaginario colectivo y la recolonización de las utopías redentoras y libertarias, para lograr un producto paradójico e inquietante: que las víctimas lleguen a comprender y compartir la lógica de sus verdugos”.
El error radica en soñar que podrán retrotraer a Cuba al pasado capitalista, pues como expresó José Martí:
“No quiero ver a mi patria víctima de capataces”
*Arthur González, cubano, especialista en relaciones Cuba-EE.UU., editor del Blog El Heraldo Cubano.
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