Por: Osmany Sánchez (jimmy@umcc.cu / @JimmydeCuba).- Para la construcción de una Cuba mejor se necesita un debate nacional, un diálogo entre todas las partes. Eso dicen algunos. ¿Qué es un diálogo, dialogar con quién?. Unos dicen que el diálogo debe ser entre el gobierno y la oposición. Otros, entre el gobierno y los que quieren un mejor país pero manteniendo las conquistas de la Revolución. Vayamos por parte.


Cuando se produce un diálogo entre dos partes es porque ambas disienten sobre uno o varios puntos y las dos necesitan llegar a un consenso para seguir adelante ¿es esa la situación existente entre el gobierno y la oposición en Cuba? Yo creo que no, porque esta ni es real, ni tiene fuerza moral o apoyo social para ser parte de un diálogo. Quien dude que la oposición cubana no es real, que consulte los documentos que muestran los millones de dólares destinados por el gobierno de los Estados Unidos para crearla. Es de dominio público.

¿Qué propone la oposición cubana, a quién representa? Los manager de estos personajes se encargan de dejar las cosas claras. Les pongo un ejemplo. Hace poco estuvo José D. Ferrer por los canales de Miami, una de las figuras más promocionadas desde fuera y que algunos dicen que es “el próximo presidente de Cuba”. Los videos de sus presentaciones en la televisión deben ser material de consulta en todas las aulas cubanas.

José D. Ferrer transpira odio por cada uno de sus poros, para él todo el que piensa diferente es un agente de la Seguridad del Estado y un comunista. ¿Se imaginan lo que haría una persona así si tuviera el poder en Cuba? Me imagino que lo primero que haría sería revivir el tenebroso BRAC (Buró de Represión de Actividades Comunistas) para traer la “libertad y la democracia” a Cuba.

¿Qué oportunidades tendríamos los comunistas en una Cuba gobernada por la oposición? Esa es una respuesta que ojalá nunca tengamos que vivir, aunque podemos ver los avances en la represión que sufren los líderes sindicales o progresistas en los países donde la derecha ha retomado el poder, como Honduras o Argentina. Por cierto, la gran prensa, que fustiga a Cuba constantemente no dice una palabra de esto.

El Che dijo que al imperialismo no se le podía dar “pero ni tantito así” y a la derecha tampoco. Quién dude de mis palabras que vea con quiénes se reúnen los opositores cubanos cuando salen de Cuba, a qué eventos van, quiénes son sus patrocinadores, etc. Recuerdo que hace unos años Lula criticó a Chávez por su lenguaje contra el gobierno de los Estados Unidos o sus críticas hacia el Senado brasileño. Más recientemente dijo que parte de la crisis en Venezuela se debía a que Maduro no dialogó con la derecha cuando obtuvo la presidencia.

Gadafi y Saddam se acercaron a Europa y los Estados Unidos y “dialogaron”. Luego esos mismos gobiernos los asesinaron. En Brasil Temer era el vicepresidente de Dilma…sin comentarios.

No sé que estará pensando Lula ahora pero debe estar viendo las cosas con más claridad. La derecha –como la oposición cubana- no es leal y disfraza sus verdaderas intenciones con un discurso de izquierda, pero una vez en el poder saca su verdadera cara. ¿Recuerdan las promesas electorales de Macri en Argentina?

El segundo grupo con quien dicen que el gobierno cubano debe dialogar es con aquellos que quieren cambiar las cosas pero manteniendo las conquistas de la Revolución. ¿Pero, qué proponen? Bueno para empezar, se debe ir a la “libertad de prensa” y el multipartidismo. Además de otras cosas, como si Cuba fuera un país normal y no lo es. Lo será cuando desde fuera no se destinen millones de dólares para cambiar el sistema político en la isla.

Explicar aquí las razones por las que no creo en la “libertad de prensa” sería extender innecesariamente el post. Basta con ver lo que sucede en el resto de América Latina donde los medios de comunicación se convierten en otro partido político…y nunca a favor de la izquierda. No creo tampoco que varios partidos políticos sean sinónimo de mayor democracia.

En realidad funciona más o menos así. El partido A gana las elecciones, entonces el partido B desde la oposición hace lo imposible por evitar que tenga éxito, para que dentro de 4 ó 5 años el pueblo –pensando que vive en democracia- aplique el “voto de castigo” y ponga en el poder al partido B. Entonces se intercambian los papeles y el juego sigue indefinidamente, sin importar que el pueblo sea afectado. No, no quiero eso para Cuba.

La solución a los problemas de Cuba está dentro del socialismo y no fuera de él. No se necesitan medios de prensa privados sino que nuestra prensa cumpla su papel y en esto hace falta voluntad política. Algunos no estarán de acuerdo conmigo, otros dirán que debí decir las cosas de otro modo, pero debemos decir lo que pensamos y no solo las cosas que son “políticamente correctas”. El precio a pagar es demasiado alto.

Pd: Dentro de unos minutos voy a participar en conjunto con los militantes de la UJC del Comité de Base trabajadores en la reunión de discusión de los documentos del Congreso del PCC. La semana pasada lo hicieron los militantes de la UJC de los Comité de Base de estudiantes y los estudiantes de la FEU de la universidad. Ese es el debate que necesitamos.

Para contactar con el autor: jimmy@umcc.cu

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