Luis Ernesto Ruiz Martínez/Blog Visión desde Cuba. Toda institución educativa que se respete intenta formar en sus alumnos cualidades que los conviertan en hombres y mujeres de bien, preparados para responder de manera efectiva a los reclamos de la sociedad. Al parecer, a la ONG World Learning solo le interesa manipular a los jóvenes cubanos en los que puso se mirada, tal vez con orientaciones expresas de la USAID.

En las últimas horas hemos conocido varias denuncias de estas acciones, de las que alertamos hace varios meses, dirigidas contra lo más preciado que tiene nuestra sociedad: su juventud. En una de ellas, publicada desde La Habana, la joven Grey Suárez expresaba su indignación ante los que “quieren hacer pasar por tonta a la juventud cubana ofreciéndole becas en el extranjero o cualquier otro tipo de comodidades materiales, para que desacredite los logros de nuestra Revolución o se vuelva en su contra”.

La ONG World Learning, lanzó la convocatoria a su “Programa de verano para jóvenes cubanos” correspondiente al 2016 dirigida, específicamente, a jóvenes entre los 16 y los 18 años de edad, que debían estar estudiando en el nivel secundario o preuniversitario. Las bases para la captación aparecieron en su sitio web y llama poderosamente la atención la intencionalidad del mismo: “el desarrollo de habilidades en áreas que incluyan hablar en público, trabajar en equipo, negociar, fomentar consenso, resolución de conflictos, defender los derechos propios, y solución de problemas”.

Y el resultado ya lo conocemos. Dejó de ser un proyecto para convertirse en realidad y hoy podemos denunciar sus resultados.

Como alertamos, la maquinaria imperial de Estados Unidos sigue empleando la actividad subversiva e ilegal, como armas contra Cuba. Esta nueva provocación demuestra que el gobierno norteamericano no ha renunciado a prácticas que claramente violan normas cubanas e internacionales. Hemos aceptado el reto de restablecer relaciones entre ambos países, pero merecemos que se nos trate con el mismo respeto que hemos demostrado hacia ellos.

Las más de 1300 acciones de intercambio desarrolladas entre ambos países en lo académico y cultural, solo en el último año, son una muestra de que Cuba está abierta, sobre la base del respeto mutuo. Pero no somos tan tontos como para cruzarnos de brazos ante iniciativas que solo promueven el individualismo, algo que nada tiene que ver con el sistema social al que aspiramos.

Resultaría imperdonable dejarnos manipular por estas acciones, de las que se conocen su demostrado financiamiento con fondos de la USAID y su carácter injerencista.

Resulta ahora más sencillo entender (y sobre todo compartir), la indignación de Grey cuando señala que “lo más interesante es que todo este proceso ocurre de manera ilegal y a espaldas del gobierno cubano y de las autoridades universitarias competentes”.

Es una absoluta realidad que, como también afirma, “los jóvenes no estamos en contra de fomentar una relación de amistad e intercambio con los jóvenes estadounidenses, de hecho en mi propia universidad los hemos recibido dispuestos a dialogar y a lograr un enriquecimiento cultural y político mutuo”.

Como ella, muchos nos preguntamos: ¿Por qué el gobierno de EEUU no solicita a Cuba esas becas de manera legal?, ¿Por qué no levanta el bloqueo y facilita el acceso de los universitarios a mejores condiciones de estudio y a diversas páginas web que tenemos bloqueadas?, ¿Por qué las becas no tienen el objetivo de formar a nuestros jóvenes en temas de importancia para Cuba como la biotecnología, el desarrollo de tecnologías limpias o la agricultura?

Dudo mucho que los directivos de la ONG World Lerning (con oficinas en 160 paises e influencia en México, Brasil, Argentina, Bolivia, Perú, Barbados, Jamaica, Surinam, entre otros) o de la USAID se tomen el trabajo de respondernos. Las universidades, como la sociedad toda, siguen siendo blanco predilecto para muchas de estas “ideas” que hoy se aplican. Tenemos jóvenes muy buenos y otros que, con los argumentos en las manos, pudieran también entender lo que quieren de ellos los vecinos del norte.

Obama ha sido claro, son los mismos objetivos, solo han cambiado las estrategias. Y como lo están cumpliendo, podemos asegurarles que Cuba va a proteger a sus jóvenes. Si nos provocan, no les quedará más remedio que escuchar nuestra voz, multiplicada en toda la isla.