Noel Manzanares Blanco - Cubainformación.- Recientemente publiqué Cuba: Inaplazable cambiar para Bien con esta inscripción: “Estamos carentes aún de revelar más asuntos de la plena incumbencia del pueblo. Nos urge ser consecuente con el Concepto de Revolución de Fidel”. Y casi al finalizar, subrayé que “persiste en mí la insatisfacción por no hallar una precisa delimitación de hasta dónde no se hizo más por causa del factor subjetivo”. Al respecto, considero que nuestros legisladores/as han de incrementar su protagonismo.
Dejo pendiente para otra oportunidad mi pensamiento acerca de cómo concibo el quehacer del Diputado/a del pueblo cubano, a la luz de las Enseñanzas del Fidel que Vivirá por Siempre en ocasión de la clausura de las sesiones de nuestro Parlamento, el 15 de Marzo de 1993. Ahora, deseo llamar la atención sobre cómo las Comisiones de Asuntos Económicos y Asuntos Constitucionales y Jurídicos de la Asamblea Nacional del Poder Popular pudieran mejorar su accionar.
Para tratar de explicarme lo más diáfana y sucintamente que esté a mi alcance, voy a resaltar contenidos similares presentes en los últimos cuatro dictámenes de esas Comisiones. A partir de allí, intentaré develar mi mensaje.
Por ejemplo, sobre la Liquidación del Presupuesto del Estado del año 2014 presentado en Julio del 2015 trascendió: “[…] Es imprescindible un incremento de medidas efectivas sobre la disciplina tributaria, por lo que las autoridades correspondientes deberán hacer un análisis de costo-beneficio de los recursos y medios de que disponen y hacer propuestas concretas, para revertir la situación”.
Acerca del proyecto de la Ley del Presupuesto para 2016 presentado en Diciembre del año pasado, aparece que señala en el documento que a todos los niveles de dirección se deberá prestar especial atención a las reservas de eficiencia que potencialmente contiene el presupuesto, a partir del incremento de las medidas de control.
En cuanto a la Liquidación del Presupuesto del 2015 presentado en Julio de 2016, se lee que existen debilidades que limitan su aplicación como son: “Insuficientes acciones desarrolladas para lograr la recaudación tributaria, dificultades en el proceso de planificación de los ingresos por la falta de personal preparado en estos temas, […] así como indisciplinas y conductas evasoras en el pago de los impuestos de las personas naturales, entre otras”.
Y en lo concerniente al proyecto de Ley del Presupuesto 2017, exhibido en el mes en curso, encontramos: “Los resultados que se planifican para el año, no se lograrán de forma espontánea, requieren de un esfuerzo de todos los actores de la economía, para lo cual están creadas las condiciones, siendo necesario potenciar al máximo las reservas internas existentes, aspectos no siempre logrados en la ejecución del Plan y el Presupuesto” —todas la negritas son mías.
Al examinar cuál es el denominador común de los dictámenes en cuestión de acuerdo con la intención de este título, hallamos que absolutamente en todos existe el propósito de eliminar problemas subjetivos que entorpecen la mejor realización del Presupuesto de nuestro Estado. Sin embargo, también encontramos que definitivamente está omitido qué se hizo con quienes fueron o son o continúan siendo los responsables de tales problemas.
De paso, traigo a colación Algunas reflexiones sobre la implementación de los Lineamientos divulgado este 18 de Diciembre con la firma de Julio A. García Oliveras donde con marcado fundamente se expone:
“[…] Fayol y otros expertos establecen una diferencia entre management ['El arte de hacer las cosas a través de las personas'] y administración, considerando el contenido de administración mucho más estrecho ya que no son solo los factores materiales, sino principalmente, los sicológicos y sociológicos los que influyen más en la productividad, coincidiendo en esto con Drucker. La necesidad de una investigación científica de los aspectos sicológicos de la gestión ha ido ganando en importancia en los nuevos enfoques del proceso de management […]” —las negritas son mías.
A tono con lo que he anotado hasta aquí, invito a meditar a partir de estas preguntas:
¿Las comisiones de Asuntos Económicos y Asuntos Constitucionales y Jurídicos de la Asamblea Nacional del Poder Popular tienen precisado qué se hizo con quienes fueron o son o continúan siendo los responsables de problemas con el Presupuesto —asunto perfectamente extensivo al ámbito de la Planificación de la Economía? ¿Por qué en sus respectivos dictámenes no aparecen explícitas las acciones tomadas y/o que se deberían adoptar con esos responsables? ¿Cuántos científicos sociales son convidados a sus análisis en aras de privilegiar “El arte de hacer las cosas a través de las personas” —aspecto asimismo susceptible de ser exigido a los organismos que se ocupan de la economía del país?
Así, tengo la convicción de que, si quienes integran las Comisiones de marras prestaran alguna atención a las preguntas antes formuladas y/o dialogaran más con sus representados/as (con sus electores/as —deber funcional a cumplir con mayor sistematicidad) y/o incrementaran el estudio sobre qué piensan expertos de los sectores que atienen y de las Ciencias Sociales y Humanísticas en general, entonces harían más y mejor el trabajo de arbitraje de nuestra Economía que demanda el pueblo cubano. ¡Amén!
